‘No quiero tener hijos’: ¿es causa de nulidad matrimonial?

Alejandra se enamoró de inmediato de Jorge cuando lo conoció, ambos tenían la misma profesión y creían compartir un proyecto de vida. El noviazgo fue feliz y un año después se casaron por la Iglesia y por el civil.

Los problemas comenzaron al poco tiempo, pues en el noviazgo no habían discutido sus intereses, ella quería tener hijos, él quería crecer profesionalmente y los descartaba de su plan de vida definitivamente. Eso los separó.

Se divorciaron por el civil, pero ¿no querer tener hijos es causa de nulidad matrimonial?, es decir, ¿alguno de los cónyuges podría iniciar un juicio ante un Tribunal Eclesial para disolver el Matrimonio por la Iglesia? La respuesta es sí.

Al casarse se comprometieron a la apertura a la fecundidad

¿A qué se comprometen quienes se han casado por la Iglesia? El Catecismo de la Iglesia Católica en su sección Los bienes y las exigencias del amor conyugal señala cuatro aspectos a los que se comprometen quienes se casan por la Iglesia.

-La indisolubilidad, es decir, que el vínculo sea hasta la muerte

-La fidelidad 

–Abrirse a la fecundidad.

-La educación de los hijos.

“Por su naturaleza misma, la institución misma del Matrimonio y el amor conyugal están ordenados a la procreación y a la educación de la prole y con ellas son coronados como su culminación”, señala el Catecismo de la Iglesia Católica, por ello, quienes se casaron ante la Iglesia se comprometieron a estar dispuestos a tener hijos.

El mismo Catecismo reconoce que hay parejas que no pudieron concebir, ello no significa que su Matrimonio no sea válido, pues estuvieron dispuestos a hacerlo.

“Los esposos a los que Dios no ha concedido tener hijos pueden llevar una vida conyugal plena de sentido, humana y cristianamente. Su Matrimonio puede irradiar una fecundidad de caridad, de acogida y de sacrificio”, señala el Catecismo.

No querer tener hijos es causa de nulidad matrimonial 

Es importante entender que el Sacramento del Matrimonio es un vínculo indisoluble para la Iglesia Católica, para la que no existe el divorcio, como sucede por la vía civil.

Sin embargo, en el caso de un Matrimonio que fracasó, un Tribunal Eclesial puede analizar dar una nulidad matrimonial, es decir, definir si por las condiciones en que se contrajo, en realidad se puede considerar que la unión nunca existió.

En el caso de que un Matrimonio se declare nulo, cada una de las partes podría volver a casarse por la Iglesia.

Para la Licenciada Karla Rivera Cancino, juez instructor del Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de México, es muy importante que las parejas se conozcan bien antes de contraer Matrimonio y también que conozcan lo que implica el Sacramento.

A la causal de nulidad matrimonial por ‘no querer tener hijos’ se le conoce como exclusión de la prole.

“Yo me caso diciéndote que quiero hijos igual que tú, pero en el interior no los deseo”, ejemplificó la juez.

Y al menos en el caso del Matrimonio por la Iglesia, – a diferencia del civil- las parejas antes de adquirirlo deberían saber que uno de sus aspectos es la apertura a la fertilidad, por lo que la unión de una pareja que se pone de acuerdo para no tener hijos, no es válida ante la Iglesia. 

“Tampoco lo es si una de las partes engaña a la otra diciéndole en el noviazgo que desea tener hijos, pero en el Matrimonio no se está dispuesto a tenerlos”, agregó.

De acuerdo con Rivera Cancino, esta causal de nulidad matrimonial está creciendo entre las parejas de la Ciudad de México. 

¿Tienes dudas sobre nulidad matrimonial?

En tu parroquia, o las oficinas de la Arquidiócesis o Diócesis a la que perteneces puedes solicitar orientación sobre la nulidad matrimonial.

Si te encuentras en la Arquidiócesis Primada de México, en su sitio oficial puedes consulta sus dudas frecuentes.