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No busco ser un mártir, mi compromiso es con el Evangelio: Padre Filiberto Velázquez

El padre Filiberto Velázquez nos dice cómo vive un sacerdote amenazado por el crimen y de dónde surge la fortaleza para seguir su ministerio.

POR  Jorge Reyes
5 marzo, 2024
No busco ser un mártir, mi compromiso es con el Evangelio: Padre Filiberto Velázquez
El padre Filiberto Velázquez nos habla de su experiencia y de cómo vive un sacerdote amenazado por el crimen organizado. Foto Alfredo Márquez.

La labor pastoral que ha realizado el padre Filiberto Velázquez Florencio para denunciar las acciones de violencia que los diversos grupos criminales realizan en contra de la población y defender los derechos humanos de las personas, han ocasionado que no solamente haya sufrido amenazas de muerte, sino incluso atentados en contra de su vida.

¿Pero cómo vive un sacerdote que ha sido amenazado por el crimen organizado? En entrevista con Desde la fe el sacerdote, director de Pastoral Social de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, aseguró que es cierto que en algunos momentos el miedo se hace presente, pero no significa “que viva en un constante temor o en una especie de paranoia de que alguien me va a hacer daño”.

Una muestra de que el miedo no es una constante en la vida del padre Filiberto Velázquez, es el hecho de que pese a las amenazas que ha recibido por parte de los delincuentes, ha estado en la primera línea de las negociaciones que la Iglesia de Guerrero ha realizado con la delincuencia organizada para detener la grave violencia que se vive en el estado.

“El miedo regresa cuando hay situaciones de peligro, como en este diálogo que ha habido con integrante del crimen organizado, porque muchas veces enfrentas el miedo de no saber qué es lo que van a pensar o si van a aceptar estas posiciones que uno pide para que se pacifiquen o si lo puedan tomar mal o como una crítica. Entonces a veces uno vive en una constante tensión”, indicó.

“Ahí es donde Dios me ha puesto”: Padre Filiberto Velázquez

Debido a las amenazas que ha recibido, las autoridades gubernamentales y las eclesiásticas le han propuesto salir del estado o incluso del país para salvaguardar su vida, sin embargo el sacerdote se ha negado a ello ya que no es egoísta, además de que su compromiso es con el Evangelio.

De la misma manera, continuó el también director del Centro de Derechos de las víctimas de violencia Minerva Bello, en su labor diaria sigue el ejemplo y los testimonios de los mártires latinoamericanos, en especial de El Salvador, como san Óscar Romero, que vivieron en situaciones de conflicto y luchaban por una pacificación de su país y permanecieron ahí hasta recibir el martirio.

“No es que yo ande buscando el martirio, verdad, pero tengo la fortaleza de permanecer, porque ahí es necesario, porque ahí es donde se han cruzado el camino de la vocación con las necesidades del mundo, entonces, ahí es donde Dios me ha puesto.

“Personalmente yo en Guerrero y en estas circunstancias fue donde encontré el sentido de mi vocación, entonces esa es mi fortaleza, mi propia vocación. Si no fuera eso, pues desde hace ya mucho tiempo antes ya hubiera claudicado en este trabajo”, aseguró el padre Filiberto Velázquez Florencio en entrevista otorgada en el marco de la 6ª. Noche de los testigos México 2024, organizada por la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN México).

En Guerrero tuve el profundo llamado de Dios

Padre, defínanos su vocación para que entendamos todos estos pasos que da.

“Mira, hay un concepto de vocación, que la vocación es el lugar donde se cruzan la necesidad más urgente con tu deseo más profundo. Cuando yo estaba en el discernimiento en Estados Unidos de si venir a Guerrero o quedarme allá, le hablé a un amigo que muchas veces me aconsejaba espiritualmente y me dijo: ‘Mira si te quedasen Estados Unidos vas a llenar una posición que alguien ha creado y que si tú no la llenas alguien la puede cubrir; y si te vas a México o te vas a Guerrero vas a crear algo que es necesario y que si tú no lo haces nadie lo va a hacer’.

“Eso para mí fue como el Eureka de decir ese es el sentido, porque yo estaba en ese conflicto, tengo un deseo de estar en Guerrero, pero no sé cómo, pero también tengo estas miles posibilidades de estar en Estados Unidos, entonces cuando me dijo eso pues inmediatamente mi discernimiento tuvo una conclusión y dije aquí, en Guerrero, es mi vocación y ahí es donde yo he sentido ese llamado, un llamado profundo de Dios a interpelar una realidad compleja como es la realidad de las víctimas”, dijo el padre Filiberto Vázquez.

Los resultados alcanzados nos muestran que ha valido la pena la decisión tomada

¿Ha valido la pena la decisión que tomó después del tiempo que lleva haciendo esta labor?

Cuando hacemos cada año evaluación de las personas que se han beneficiado, ya sea desde una asesoría jurídica, desde una asesoría psicológica, desde un taller de sanación, desde un acompañamiento o desde cualquier cosa tan sencilla que sea como escucharlos, ha tenido mucho fruto.

Muchas veces también es difícil, a veces uno no siente satisfacción porque no salen las cosas como uno quiere. Quisiera uno poder rescatar a todas las personas que han sido secuestradas o saber de su paradero, no muchas veces podemos, pero siempre lo intentamos y a veces es como un dulce amargo, a veces hay momentos de consolación y hay momentos de desolación en este trabajo.

Es una paradoja del misterio del hombre y que se vive muy frecuentemente en estos contextos, pero sí ha valido la pena haber tomado esa decisión y en estos últimos meses ha sido más tangible con estos estas situaciones de pacificación del país

¿Qué le pide el padre Filiberto Velázquez a Dios?

¿Padre hacia dónde va ahora, qué sigue, a dónde va a llegar el padre Filiberto?

Seguir haciendo red, lo que quiero es seguir caminando como Iglesia y con la Iglesia. Hay esfuerzos coyunturales de la Iglesia actualmente como los que están haciendo los Diálogos por la Paz, los que está haciendo el padre Jorge Atilano, y como lo están haciendo otras organizaciones.

Seguir articulando y uniendo mis esfuerzos a los de la Iglesia en estos temas de la construcción de paz, poder seguir aprendiendo de otras experiencias como la pastoral en zonas de conflicto que en Colombia se han desarrollado y que en México tendríamos que adaptarla y desarrollarlas en nuestras realidades y seguir trabajando en la atención de las víctimas desde una articulación con la Iglesia.

¿Padre Filiberto Velázquez, qué le pide a Dios para realizar su labor?

A Dios le pido esos momentos de consolación, esos momentos de compromiso, le pido que me otorgue esa felicidad para seguir haciendo lo que hago y, sobre todo, que podamos tener las libertades en este país para desarrollar nuestras tareas y no estemos preocupados por una estigmatización o persecución por nuestra labor.

¿Qué le agradece a Dios?

A Dios le doy las gracias por darme la libertad, por darme básicamente eso, por ponerme en este lugar porque no puedo yo comparar ninguna otra felicidad con la que experimento en el trabajo que realizó en mi región.

“Le pido a Dios que me otorgue esa felicidad para seguir haciendo lo que hago”, padre Filiberto Velázquez. Foto Alfredo Márquez.


Autor

Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM, con una trayectoria de casi 30 años como periodista, en Reforma, El Centro y Notimex, y funcionario de comunicación social en dependencias de gobierno y legislativas. Actualmente trabaja como periodista especializado en temas de religión.