Arquidiócesis se prepara para una reapertura responsable de las iglesias
El Arzobispo Primado de México, Carlos Aguiar Retes, habló con sacerdotes sobre el protocolo de retorno gradual.
La Arquidiócesis Primada de México se prepara para una eventual reapertura de las iglesias y las celebraciones litúrgicas con fieles, pero eso ocurrirá hasta que las autoridades lo indiquen, y aún no hay una fecha específica, aseguró el Cardenal Carlos Aguiar Retes.
El Arzobispo de México se reunió vía remota con su presbiterio para responder las dudas de los sacerdotes sobre las Orientaciones y Criterios para el Retorno Gradual a las Celebraciones Litúrgicas con Asistencia de Fieles, emitidas recientemente por él. Documento base que aún tendrá ajustes, especificó.
“No sabemos los tiempos en que vaya a tardar la recuperación de nuestra situación para volver, entre comillas, a la ‘normalidad anterior’”, dejó en claro.
“Con mucha confianza tenemos que utilizar este protocolo para que nosotros seamos responsables de la reapertura del culto, y no provoquemos los famosos rebrotes que en otras partes se han dado”, pidió el Arzobispo.
El Gobierno de la Ciudad de México ha confirmado que la reapertura de las iglesias para Misas presenciales se dará hasta que el semáforo epidemiológico cambie de rojo a color naranja. Originalmente se había dicho que eso podría ocurrir el día 15 de junio; sin embargo, el Gobierno de la Ciudad de México ha confirmado que al menos hasta ese día continuará en el máximo estado de alerta.
El protocolo publicado por la Arquidiócesis y enviado a los sacerdotes, establece, entre otras cosas, el uso obligatorio de cubrebocas y la toma de temperatura corporal de todos los fieles que ingresen al templo.
Este tiempo -agregó el Cardenal Aguiar- debe ser aprovechado para adecuar los recintos a los nuevos requerimientos, como la sanitización y las señalizaciones necesarias para que los fieles respeten la sana distancia durante las celebraciones.
Se hará prueba de COVID-19 a sacerdotes
Adelantó que todos los sacerdotes deberán realizarse la prueba COVID-19 y, para ello, ha conseguido un donativo para que el costo no corra a cargo de cada presbítero.
“Debemos saber si el celebrante está o no contagiado; por lo menos que, cuando iniciemos con la reapertura, tengamos la certeza de que yo no estoy contagiado y, por tanto, no voy a contagiar. Y debo de cuidarme para que no me contagien a mí, pero tener esa garantía”, agregó.
En su intervención, el Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de México, Luis Manuel Pérez Raygoza, explicó que con el semáforo epidemiológico en color naranja los templos podrán recibir fieles hasta el 30 por ciento de la capacidad de aforo; con el semáforo amarillo, el 60 por ciento; y sólo con el semáforo en verde se permitirá el acceso libre.
Monseñor Pérez Raygoza recordó que el protocolo para el regreso a la Misa presencial incluye cuidados especiales para los sacerdotes y fieles de la tercera edad o con alguna comorbilidad que los ponga en especial peligro ante el COVID-19.
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