“Incendio en Notre Dame es una desgracia para el mundo”
El Director de Proyectos de la Comisión Nacional de Arte Sacro llama a los fieles católicos de México a unirse en oración por Notre Dame.
“El incendio que consume en estos momentos gran parte de la Catedral de Notre Dame en París, no sólo es una desgracia para Francia, sino para el mundo entero”. Así lo dijo a Desde la fe el sacerdote Armando Ruiz Castellanos, Director de Proyectos de la Comisión Nacional de Arte Sacro en México.
Ruiz Castellanos consideró que, sin duda, lo ocurrido este lunes en la catedral parisina es una catástrofe de grandes dimensiones, pues se trata de un edificio con muchos siglos de historia, uno de los monumentos más representativos del gótico, y además ocurre en Francia, nación conocida como la “hija primogénita de la Iglesia” por haber sido el primero de los nuevos pueblos de Europa en ser cristianizados.
“Yo pienso que es un monumento emblemático que todos hemos conocido de alguna manera, y que a todos nos importa”, dijo quien también fuera presidente de la Comisión de Arte Sacro de la Arquidiócesis de México.
Se refirió a la historia compleja que ha tenido el inmueble. “En su momento–recordó– no llegó a concluirse. Nosotros estamos acostumbrados a ver las torres chatas de Notre Dame; sin embargo, éstas tenían que haber sido terminadas en punta, como la aguja central, que por desgracia ya se ha venido abajo”.
También señaló que como iglesia señera de la historia francesa, en ese templo tuvieron lugar algunos acontecimientos, por ejemplo, la consagración de Napoleón. Y añadió: “En el presbiterio también está la estatua de Luis XIII ofreciendo toda Francia a Nuestra Señora”.
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Sobre la Capilla lateral de la Virgen de Guadalupe en Notre Dame, explicó que no sólo está ahí la imagen, sino que además se ha generado una devoción hacia ella en París.
“Y no hay que olvidar que ahí se encuentra una obra insigne que perteneció a la Catedral de México, que es la Custodia Monumental de José Borda, que fue llevada a Francia en el siglo XIX”.
“En este momento en Notre Dame está el corazón no sólo de los franceses, sino de todos los que amamos la fe cristiana, la cultura, el arte y la tradición. Y en este momento no sólo debemos esperar a ver qué pasa, debemos unirnos en oración”, concluyó.