Es imperativo construir la paz y recobrar los valores: Monseñor Miranda
Asegura que ni la Iglesia ni el gobierno podrán recuperar la paz si la sociedad no colabora.
“La violencia no es un problema nuevo en nuestro país, y obedece a muchas causas. Es imperativo que todos construyamos la paz, no sólo la Iglesia o el gobierno, sino toda la sociedad. No hay otra opción”, aseveró el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicana (CEM), Monseñor Alfonso Miranda Guardiola.
El obispo auxiliar de Monterrey aseguró que existe una descomposición social que tiene que ver con la desintegración familiar, la pérdida de valores en las familias y en la sociedad y añadió que se ha perdido el valor de la vida, no solamente del no nacido y concebido, sino de los ancianos y de la vida de cualquier persona, pues señaló, por un mínimo costo a cualquier persona pueden arrebatarle la vida.
El origen de la violencia
En entrevista a Vatican News, el prelado detalló que parte de la violencia obedece a la migración de personas provenientes de América Latina o de otros continentes, a quienes utilizan para la trata de personas, tráfico de armas y drogas, lo que agrava aún más la situación.
Indicó que alrededor de 100 personas, incluso un poco más, mueren a diario en el país, y Guerrero, Michoacán, Tamaulipas y Estado de México, son los estados donde se percibe aún más la violencia.
“En estos lugares los grupos criminales han encontrado facilidades, ya sea por la orografía del territorio pues hay zonas donde se pueden esconder o bien, las autoridades han estado involucrados como cómplices, permitiendo este tipo de operaciones; sin embargo, hay que destacar que muchos servidores públicos han sido amenazados e incluso asesinados porque se han opuesto al crimen o a delinquir”, asegura Monseñor Miranda.
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Una Iglesia doliente
De acuerdo con Monseñor Miranda hay un dolor profundo en los pastores de la Iglesia: obispos, sacerdotes, religiosas y religiosos, ante esta espiral de violencia y la destrucción de las vidas.
“Es lamentable ver la poca estima y valor que se le da a la vida humana, llámese migrantes que son secuestrados o asesinados, las guerras entre grupos criminales que buscan dominar regiones para la venta de droga, secuestro de personas mexicanas o extranjeras para robarles o vincularlas al crimen organizado. Es triste decir estas cosas, pero son reales”.
Aseguró que la Iglesia ofrece todo su trabajo en ordinario: Misas, catequesis, jornadas de oración, apostolados, grupos de jóvenes, acompañamiento a víctimas y a familiares de desaparecidos, centros de escucha.
“También ofrecemos al gobierno todas nuestras aportaciones en cuanto a planes de pacificación; sin embargo, ni la Iglesia y ni el gobierno pueden solos, toda la sociedad, sin excluir a nadie, debemos de trabajar para construir la paz”.
El secretario de la CEM afirmó que para recuperar la paz del país, todos deberán perdonar, convertir el corazón, arrepentirse, servir a los demás, aceptar al otro sin importar el color, raza, nacionalidad ni preferencia sexual.
Con información de Vatican News
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