El aborto no soluciona la violencia sexual en contra de la mujer: CEM
"Tan importante es la protección de la mujer como la de la vida que trae en su vientre", CEM.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) aseguró que la práctica del aborto no soluciona la violencia sexual contra mujeres y sólo promueve la “cultura de la muerte” al atentar contra cientos de miles de vidas inocentes.
En un comunicado, los obispos mexicanos se pronunicaron en contra del texto vigente de la NOM-046-SSA2-2005. De acuerdo con la CEM, dicho texto:
- Legaliza la práctica del aborto sin establecer ningún límite en el tiempo de la gestación.
- Nulifica el ejercicio de la patria potestad como derecho y obligación de los padres de la víctima en esta materia, pues las niñas entre 12 y 17 años que han sido violadas pueden solicitar el aborto sin necesidad del consentimiento de sus padres o de sus representantes legales.
- Establece como único requisito para tener acceso al aborto, la solicitud por escrito bajo protesta de verdad de la persona afectada de que el embarazo es producto de una violación, eliminando el requisito de la presentación previa de la denuncia o querella y la autorización de las autoridades competentes.
- Deshumaniza y renuncia a la atención integral de la víctima, pues el personal de salud que participe en el procedimiento de interrupción voluntaria del embarazo no estará obligado a verificar el dicho de la solicitante.
De acuerdo con la CEM, esta decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación promueve la impunidad en favor del agresor y permite que la víctima se reincorpore al ámbito en el que sufrió la violación, con el altísimo riesgo de ser re-victimizada. “Más grave aun, la NOM-046 puede constituir un mecanismo facilitador para que los agresores sexuales coaccionen a las víctimas para que soliciten la práctica del aborto y –con ello– evadan las consecuencias previstas en la legislación penal vigente”.
“La Iglesia Católica tiene en el centro de su reflexión a dos personas: la madre y su hijo. Tan importante es la protección de la mujer que ha sufrido una violación como importante es la protección de la vida que trae en su seno. Así, debemos buscar, cuidar y atender a ambos con el respeto que su dignidad les merece”, asegura la CEM.
En el comunicado, la Conferencia del Epsicopado Mexicano se declara a favor del derecho a la vida, que no puede ser vulnerado por las circunstancias en que un ser humano fue concebido. Y asegura que la defensa de la vida del recién concebido no es un asunto de dogmas religiosos, sino de derechos humanos.
“Los obispos de México no pretendemos imponer un concepto religioso sobre la vida y la dignidad del embrión, sino el sumarnos a la garantía de respeto al derecho humano a la vida, que debe ser tutelado por un gobierno respetuso de los derechos humanos”, dice el comunicado.
Cabe señalar que la CEM realizó este pronunciamiento, luego de que el pasado 5 de agosto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación desechó dos proyectos por los que se estimaban procedentes las controversias constitucionales 53/2016 y 45/2016 promovidas, respectivamente, por el Poder Ejecutivo del Estado de Baja California y por el Poder Legislativo del Estado de Aguascalientes, en contra del Poder Ejecutivo Federal. Estas controversias demandaban la invalidez de la “Modificación a la Norma Oficial Mexicana NOM-190-SSA1-1999, Prestación de servicios de salud. Criterios para la atención médica de la violencia familiar, para quedar como NOM-046-SSA2-2005”.
En el comunicado emitido este martes, la CEM asegura que reconoce los derechos fundamentales de las mujeres y reconoce los mismos derechos en el no nacido. “Puesto que no existe el derecho a matar, existe el derecho a vivir. Sólo donde se respeta, se defiende, se ama y se sirve a la vida humana, a toda vida humana, se encontrará justicia, desarrollo, libertad verdadera, paz y felicidad (cf. Evangelium vitae, 5)”.
La Conferencia del Episcopado Mexicano, que agrupa a los obispos de México, asegura que busca sumarse a la defensa y cuidado de las mujeres que han vivido la dolorosa experiencia de una agresión sexual. “Ponemos nuestras instituciones de apoyo a la mujer y a la familia a su disposición para que sepan que tenemos ayuda para ellas”.