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Diferencias entre la Vida Activa y la Vida Contemplativa: 2 de las vocaciones de las monjas para cumplir la misión de la Iglesia

Conoce las diferencias que existen entre las Religiosas Contemplativas y las Religiosas Activas y que hace que estos tipos de Vida Religiosa sean importantes para la Iglesia Católica.

POR  Jorge Reyes
20 mayo, 2024
Diferencias entre la Vida Activa y la Vida Contemplativa: 2 de las vocaciones de las monjas para cumplir la misión de la Iglesia
La Iglesia Católica valora la Vida Contemplativa y la Vida Activa, porque ambas son esenciales para cumplir con su misión y proceso de evangelización. Foto Jackie Sánchez.

La Vida Contemplativa y la Vida Activa son fundamentales para la Iglesia Católica, ya que mientras las religiosas contemplativas, con su oración y vida espiritual, sostienen la misión evangelizadora desde el interior, las religiosas activas llevan el mensaje de Cristo al mundo a través de sus obras.

Si bien es cierto que de manera conjunta ambas formas de vida religiosa permiten a la Iglesia cumplir su misión de evangelizar y servir al mundo de manera integral, también es cierto que cada una de ellas tiene características particulares que las hacen ser muy diferentes entre sí.

A continuación te presentamos cuáles son las principales diferencias entre la Vida Activa y la Vida Contemplativa, de acuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica.

Diferente enfoque en la oración y en el trabajo que realizan las religiosas

  • Vida Contemplativa: Se centran en la oración continua, la meditación y la búsqueda de una relación íntima con Dios a través del silencio y la soledad. Generalmente hacen algunos trabajos, pero siempre dentro del convento o monasterio.
  • Vida Activa: Se enfocan en el servicio a la comunidad a través de obras de caridad, educación, salud y otras actividades apostólicas. Las religiosas activas dividen su tiempo entre la oración y el trabajo comunitario.

El lugar de residencia y el estilo de vida de las contemplativas y activas

  • Religiosas Contemplativas: Generalmente viven en monasterios o conventos con una estricta clausura, lo que significa que están separadas del mundo exterior para fomentar un ambiente de tranquilidad y reflexión espiritual a fin de dedicarse a la oración.
  • Religiosas Activas: Pueden vivir tanto en conventos como en comunidades abiertas, como parroquias o centros comunitarios, donde interactúan regularmente con la población y participan en la vida cotidiana de la sociedad​ cumpliendo con los apostolados que su propia congregación u orden tiene.

Así interactúan las religiosas de Vida Contemplativa y de Vida Activa con el mundo

  • Contemplativas: La interacción que tienen las religiosas Contemplativas con el mundo exterior es mínima. Su testimonio se basa más en el ejemplo de su dedicación y oración permanente pidiendo por la Iglesia, el mundo y las intenciones particulares.
  • Activas: Las religiosas Activas están muy involucradas en el mundo, sobre todo porque llevan a cabo obras de apostolado y caridad. Su testimonio de fe se expresa a través de sus acciones y de su servicio a los demás, en especial a los más necesitados.

¿Cuáles son los objetivos y prioridades de cada uno de estos tipos de vida religiosa?

  • Vida Contemplativa: El principal objetivo de las integrantes de la Vida Contemplativa es alcanzar una unión profunda con Dios, valorando la oración contemplativa como su forma más alta de servicio a Dios y a la humanidad.
  • Vida Activa: En el caso de las integrantes de la Vida Activa el principal objetivo es vivir el Evangelio y manifestar el amor de Dios a través del servicio que ofrecen a los demás a través de acciones concretas derivadas de sus apostolados.​

¿Cómo es la formación y la preparación de las religiosas de Vida Contemplativa y Vida Activa?

  • Religiosas Contemplativas: Su formación incluye una preparación intensiva en la vida de oración, en el estudio de la Sagrada Escritura y en las disciplinas espirituales.
  • Religiosas Activas: Su formación combina aspectos espirituales con habilidades prácticas para llevar a cabo un apostolado, como sería la enseñanza, el cuidado de los enfermos y la gestión de proyectos de caridad.

Por todo lo anterior, la Iglesia Católica valora profundamente tanto a la Vida Contemplativa como la Vida Activa, ya que considera a ambas formas de vida religiosa como esenciales para cumplir su misión y proceso de evangelización en todo el mundo.



Autor

Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM, con una trayectoria de casi 30 años como periodista, en Reforma, El Centro y Notimex, y funcionario de comunicación social en dependencias de gobierno y legislativas. Actualmente trabaja como periodista especializado en temas de religión.