Con una Hora Santa, católicos piden auxilio al Señor ante el COVID-19
Las parroquias de la Arquidiócesis tocaron las campanas de 3 minutos, orando a Dios por el fin de la pandemia que aflige al mundo.
Para pedir perdón a Dios por los pecados cometidos, y reconocer humildemente ante Él que la humanidad es frágil y necesita de su auxilio ante la pandemia ocasionada por el coronavirus COVID-19, la Arquidiócesis Primada de México celebró este 3 de abril una Hora Santa en la Catedral Metropolitana, en el marco de la Jornada Nacional Penitencial convocada por la Conferencia del Episcopado Mexicano.
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La celebración fue encabezada por los cinco obispos auxiliares de la Arquidiócesis: Luis Manuel Pérez Raygoza, Héctor Mario Pérez, Francisco Daniel Rivera, Carlos Enrique Samaniego y Salvador González Morales; y por el padre Ricardo Valenzuela, Deán de la Catedral.
Debido a las restricciones sanitarias, un reducido número de personas ingresó a la Catedral; sin embargo, los obispos rezaron en comunión con miles de fieles que siguieron la transmisión por redes sociales, imploraron su auxilio y perdón a Jesús Eucaristía.
En su reflexión, monseñor Luis Manuel Pérez Raygosa señaló que en estos momentos dramáticos de la historia de la humanidad, en que los países están ocupados y preocupados por la pandemia del coronavirus, la población debe tener la certeza de que este asunto de salud compete a todos los seres humanos, “y por ello, nos reunimos, en esta Jornada del Viernes de Dolores, para celebrar esta Hora Santa”.
A mediodía de este Viernes de Dolores tuvo lugar una hermosa e histórica Hora Santa Penitencial celebrada por los cinco obispos auxiliares y el Deán del Venerable Cabildo Metropolitano.
📷: Jorge Luis Luna López/Catedral de México pic.twitter.com/ExRgWUhViI— Desde la fe (@DesdeLaFeMx) April 3, 2020
“Estamos seguros de que, desde el fondo de nuestros corazones, brota unánimemente la plegaria, la súplica al Señor, de su ayuda, de su auxilio; y seguramente nos unimos con los corazones de todos los seres humanos para aclamar la intervención de Dios en favor de toda la humanidad, a fin de que cese esta pandemia”, dijo.
Asimismo, exhortó a todos los que estuvieron presentes de manera virtual a través de las redes sociales, a reconocer ante Dios los propios pecados, y proclamar que Él es infinitamente bueno, infinitamente misericordioso; que no se cansa de llamarnos a la reconciliación, que no se cansa de mostrarnos el amor incondicional que nos tiene, que no se cansa de darnos una y otra vez todas las oportunidades que necesitamos para volver nuestro corazón a Él”.
Monseñor Luis Manuel Pérez Raygoza pidió al Señor por todos los hermanos y hermanas que sufren a causa de la pandemia que estamos viviendo, así como por quienes los atienden, muy especialmente por los médicos y todo el personal de salud, por las autoridades civiles, que deben tomar decisiones al respecto en cada nación del mundo, y por los familiares de los hermanos que ya han fallecido, o de quienes están enfermos”.
“Hermanos, hermanas; siempre, pero hoy de modo particular, necesitamos estar unidos como sociedad civil, como género humano, como cristianos. Ojalá que sumemos, que multipliquemos, esfuerzos para servir y atender a quienes más necesitados están a causa de esta catástrofe mundial; ojalá que ni como sociedad civil, ni como cristianos, ni como iglesia, le demos más peso a nuestros protagonismos, a los intereses personales, y mucho menos a nuestros propios egoísmos. ¡Sólo juntos, con la ayuda de Dios, podremos salir adelante!
Finalmente, monseñor Luis Manuel Pérez Raygoza llevó a cabo la Bendición Solemne con el Santísimo Sacramento, y en punto de las 13:00 horas, las distintas parroquias de la Arquidiócesis de México hicieron sonar sus campanas durante 3 minutos para rogar a Dios su auxilio frente a esta pandemia que hoy ha orillado a los habitantes de la ciudad, del país y del mundo, a dejar sus espacios y calles, y a buscar refugio tras las puertas de sus hogares.