¿Cómo será el pontificado de León XIV? Mons. Ramón Castro lo explica
Mons. Ramón Castro dijo que la tarea urgente es que el pueblo de Dios se prepare para emprender una nueva etapa de la evangelización basada en el pontificado del Papa León XIV.
Monseñor Ramón Castro y Castro, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, señaló que ante la crisis que viven el mundo y los humanos, el pontificado del Papa León XIV se definirá por tres palabras clave: discernimiento, purificación y reforma.
Al ofrecer la conferencia magistral “Perspectivas ante el nuevo pontificado y los retos de México”, organizada por Red Familia, el también Obispo de Cuernavaca subrayó que “pensadores, intelectuales, comunicadores, líderes religiosos y, sobre todo, el magisterio de la Iglesia”, se han referido a esta profunda crisis, por lo que destacó que para afrontarla es fundamental enfocarnos en esas tres palabras que marcarán el rumbo que la Iglesia debe seguir.
“Discernimiento, purificación, reforma, son tres palabras clave sobre las que, a mi juicio, veremos crecer poco a poco el magisterio y el pontificado del Papa León XIV. Son tres elementos claves. Lo repito, discernimiento, purificación, reforma”, afirmó monseñor Castro y Castro.
Cuando se está en crisis, comentó el presidente de la CEM, el modo de vida tiene que estar atento a esa crisis, “porque la tarea urgente en nuestro tiempo consiste en que todo el pueblo de Dios, se prepare a emprender con espíritu una nueva etapa, una nueva etapa de la evangelización y esto requiere un proceso decidido de discernimiento, purificación y reforma”.
Enfrentamos síntomas de un punto de quiebre
Durante su participación, monseñor Ramón Castro indicó que, como dijo el Papa Francisco, hoy no solo estamos inmersos en una época de cambios, sino en un verdadero cambio de época que está marcado por una crisis antropológica y socio-ambiental de ámbito global en la que encontramos cada día más síntomas de un punto de quiebre a causa de la gran velocidad de los cambios y de la degradación que se manifiestan tanto en catástrofes naturales como en crisis sociales o financieras.
Para afrontar esta situación, continuó, es preciso cambiar el modelo de desarrollo global y redefinir el progreso, sin embargo, “el problema es que no disponemos todavía de una cultura necesaria para enfrentar esta crisis. Todavía no tenemos una cultura necesaria para enfrentar la crisis que vivimos. Ya hace falta construir liderazgos, fuertes liderazgos que muestren los caminos de esa reforma, de ese discernimiento, de esa purificación”, para marcar los nuevos caminos de México.
“Lo digo sinceramente, pero a condición de hacer lo que está diciendo el Papa, con esos tres elementos, primero, hacer un buen discernimiento de la realidad y de su respuesta al momento presente; segundo, de llevar a cabo una purificación de sus métodos y de su testimonio; y tercero, impulsar una verdadera reforma, comenzando por nosotros mismos”, recalcó.
El mundo tiene sed y necesita a Cristo
Monseñor Castro y Castro aseguró que en este momento de crisis y punto de quiebre en el que nos encontramos, las personas, las comunidades, los países y, en general, el mundo entero, tienen sed y necesitan a Cristo, “pero no lo saben”.
“Cristo, persona viva que se hace presente en la historia a través de mediaciones como la iglesia, los sacramentos, los signos de los tiempos. Hemos de recordar que Cristo no es una idea, no es un concepto, no es una leyenda, no es un fetiche, no es un objeto de culto, no es un invento. Cristo vivo, Cristo resucitado, está en cada uno de sus seguidores que resucitan vez por vez a una vida nueva”, afirmó.
En este tenor, se dijo convencido de que los cambios que el mundo requiere hoy, y por supuesto México, no pueden ser cosméticos, ni superficiales, ni de corto plazo o incluso engañosos, “sino que el mundo espera cambios profundos en la dirección correcta”.
“La única perspectiva significativa de la Iglesia hoy y siempre, la única perspectiva que abre el pontificado del Papa León XIV, la única y necesaria que colma la sed del mundo, la respuesta es precisamente Él, Cristo… El mundo y México necesitan un permanente pentecostés para superar barreras que parecen infranqueables. Recordemos que lo que es imposible para los hombres es posible para Dios”, puntualizó el presidente de la CEM.