El Papa elige a Rolando Álvarez, obispo exiliado de Nicaragua, para participar en el Sínodo de la Sinodalidad
Elegido directamente por el papa Francisco, la figura del obispo recibe un sólido respaldo frente al régimen de Daniel Ortega, quien lo desterró de Nicaragua por su defensa de los derechos humanos.
El nombre del obispo Rolando Álvarez figura en tercer lugar en la lista de miembros nombrados por el Papa Francisco para el Sínodo de la Sinodalidad. Esta designación resalta la relevancia del prelado, especialmente dado que actualmente se encuentra bajo la protección de Roma en el exilio.
Según el documento oficial del Vaticano, Monseñor Rolando José Álvarez Lagos, obispo de Matagalpa (Managua), participará en el Sínodo que se llevará a cabo el 2 de octubre de este año. Esta inclusión se interpreta como un firme respaldo del Papa Francisco a Nicaragua, que ha sido objeto de una severa persecución religiosa por parte del régimen de Daniel Ortega.
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Como se recordará, al obispo nicaragüense lo detuvieron el 19 de agosto del 2022 e ilegalmente lo condenaron a 26 años de cárcel. El escándalo llegó al extremo de generar la intervención del Papa Francisco, lo que ayudó a que se convirtiera en un ícono en el marco de la represión sufrida por la Iglesia en el país latinoamericano.
Como se recordará, el obispo nicaragüense fue detenido el 19 de agosto de 2022 y condenado ilegalmente a 26 años de prisión. Este escándalo provocó la intervención del Papa Francisco, convirtiendo al obispo en un símbolo de la represión sufrida por la Iglesia en el país latinoamericano.
Ortega prohibió mencionar a Rolando Álvarez
Poco después, el régimen de Ortega prohibió incluso mencionar el nombre de Rolando Álvarez en los oficios religiosos, lo que llevó a la detención de algunas personas. La escalada de violencia también incluyó restricciones a la expresión pública de la fe, el asfixiante control estatal sobre las instituciones y la apropiación indebida de bienes de la Iglesia.
En Nicaragua, la represión llevó al exilio forzoso del clero como única alternativa para evitar la prisión. No obstante, el prelado permaneció en la cárcel La Modelo junto a varios presos políticos. Finalmente, el 14 de enero de 2024, fue deportado a Roma gracias a una mediación del Vaticano.
Al día siguiente, los medios internacionales difundieron imágenes en las que Monseñor Rolando, junto a otros sacerdotes en exilio forzado, concelebraba una eucaristía en Roma.
Monseñor Rolando Álvarez fue designado obispo de Matagalpa por Benedicto XVI en 2011. Defensor firme de los derechos humanos y enérgico opositor de los regímenes dictatoriales, el obispo se ha convertido en un símbolo de la persecución religiosa contemporánea. Su reciente nombramiento por el Papa Francisco se interpreta como un contundente mensaje de apoyo.