Papa dirige mensaje de unidad a checos y eslovenos
Profundizar la herencia espiritual de san Cirilo, apóstol eslavo del siglo XIX.
Sendas delegaciones de políticos de la República Checa y Eslovenia –naciones separadas desde 1993 con la disolución de Checoslovaquia–, visitaron este 22 de marzo al Papa Francisco, quien, al recibirlos en audiencia, les dirigió un mensaje de unidad, con ocasión del 1150 aniversario de la muerte de san Cirilo, apóstol eslavo del siglo XIX.
El Santo Padre invitó a los políticos de ambos países a redescubrir el vínculo intrínseco entre el Evangelio y su identidad cultural, revalorando sus raíces cristianas, a fin de construir una sociedad en la que puedan tener lugar la aceptación y la solidaridad.
Señaló que el aniversario de san Cirilo también es ocasión para profundizar en las riquezas espirituales y culturales que él dejó como herencia, y como un patrimonio moral que hay que preservar y valorar cada vez más. “Su historia nos enseña que el cristianismo siempre ha sido la fuente de la esperanza y la fuerza de la recuperación, especialmente en los periodos más oscuros y difíciles”.
El Papa recordó que tanto san Cirilo, como su hermano Metodio, al traducir la Biblia a la antigua lengua eslava, ofrecieron un don a la vida religiosa y cultural de aquellas tierras, pues el mensaje bíblico ayudó a crear un estado jurídico en esos países y en otros colindantes. “San Cirilo supo construir relaciones de conocimiento y cordialidad entre los pueblos, convirtiéndose en un vínculo entre las diferentes culturas y tradiciones eclesiales”, dijo.
La exhortación final del Pontífice a los políticos de ambos países es que, a través de la función pública, sean cada día más protagonistas de la fraternidad, y promotores claros e irreprochables del bien común, ofreciendo esperanza a sus poblaciones.
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