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¿Intentaron atentar contra el Papa? Encuentran pistola en maleta durante su visita a Trieste

El arma estaba acompañada de dos pares de zapatos y ropa turca. Ante ello, las autoridades decidieron reforzar la seguridad.

11 julio, 2024
¿Intentaron atentar contra el Papa? Encuentran pistola en maleta durante su visita a Trieste
Las autoridades encontraron el arma en una maleta abandonada en una estación del tren de la ciudad. Foto: Especial

La prensa italiana reveló este jueves 11 de julio que el Papa Francisco decidió realizar su visita a Trieste (Italia) a pesar de que se le informó que en la estación del tren de la ciudad se había encontrado una pistola en una maleta abandonada.

 El hallazgo ocurrió aproximadamente 24 horas antes de la llegada del Santo Padre a Trieste, el pasado domingo 7 de julio, por lo que la seguridad del Pontífice tuvo que ser reforzada.

Hasta el momento todavía se investiga el hecho. Lo único que ha revelado la prensa italiana, es que se trataba de una pistola semiautomática de origen checo, calibre 9 con cargador y 14 balas.

“El arma estaba acompañada de dos pares de zapatos y ropa de origen turca, todavía con las etiquetas”, según especifica ACI Prensa.

También se informó que en las cámaras de la estación de tren se puede observar a un hombre de 1.75 metros de altura, moreno, quien mira a su alrededor antes de abandonar la maleta. Fueron los cuerpos de seguridad italianos los que informaron al Papa Francisco del hallazgo del arma.

A su vez el Santo Padre informó al obispo de la ciudad, monseñor Enrico Trevisi, quien aseguró al diario italiano Il Piccolo, quien destacó el hecho de que el Papa decidió no cancelar el viaje y estuvo tranquilo en todo momento.  

El escándalo de la fe

En su visita a Trieste, el Papa Francisco llamó a levantar la mirada al cielo sin preocuparse de lo que ocurre en la tierra y celebra liturgias en el templo, olvidándose del polvo que corre por nuestras calles”.

Explicó el Pontífice que “el escándalo de la fe”, es “una fe enraizada en el Dios que se hizo hombre y, por tanto, una fe humana, una fe de carne, que entra en la historia, que acaricia la vida de las personas, que cura los corazones rotos, que se convierte en levadura de esperanza y semilla de un mundo nuevo”.

“Es una fe que despierta las conciencias de su letargo, que pone el dedo en las llagas de la sociedad, que plantea interrogantes sobre el futuro del hombre y de la historia; es una fe inquieta, que ayuda a superar la mediocridad y la pereza del corazón, que se convierte en espina clavada en la carne de una sociedad a menudo anestesiada y aturdida por el consumismo. Es una fe que disipa los cálculos del egoísmo humano, que denuncia el mal, que señala con el dedo la injusticia, que perturba las tramas de quienes, a la sombra del poder, juegan con la piel de los débiles”.

Asegura también el Papa “la infinitud de Dios se esconde en la miseria humana, el Señor se agita y se hace presencia amiga precisamente en la carne herida de los últimos, los olvidados y los descartados”.

En la Santa Misa de Trieste participaron unos 8,500 fieles. Concelebraron con el Papa 98 obispos y 260 sacerdotes.

El escándalo de las pequeñeces

Por ello, advierte sobre el escándalo innecesario ante las pequeñeces. Y pide por el contario preguntarse: ¿por qué no nos escandalizamos del mal rampante, de la vida humillada, de los problemas del trabajo, del sufrimiento de los emigrantes? ¿Por qué permanecemos apáticos e indiferentes ante las injusticias del mundo?

Exhortó el Santo Padre a ser profetas y testigos del Reino de Dios, en la vida cotidiana. Como “Jesús vivió en su propia carne la profecía de la cotidianidad, entrando en la vida cotidiana y en las historias de la gente, manifestando la compasión de Dios dentro de los asuntos humanos y frágiles de la humanidad herida. Y por eso, algunos se escandalizaron de Él”, dijo.

“Estamos llamados a ser profetas y testigos del Reino de Dios, en cada situación que vivimos, en cada lugar que habitamos”.

Finalizó su homilía en Trieste, invitando a alimentar “el sueño de una nueva civilización fundada en la paz y la fraternidad; no nos escandalicemos de Jesús sino, al contrario, indignémonos ante todas aquellas situaciones en las que la vida es brutalizada, herida y asesinada”.

“Llevemos la profecía del Evangelio en nuestra carne, con nuestras opciones antes que con las palabras”.



Autor

Estudié Ciencias de la Comunicación y Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, de la Universidad Autónoma de México. Desde 2003 soy Editor General de la revista Desde la fe, órgano de formación e información de la Arquidiócesis Primada de México. Me he especializado en la fuente religiosa a través de cursos y diplomados. La tesis de licenciatura es "Exorcismos en el siglo XXI, ¿mito o realidad".