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¿Dios permitió los incendios en California?

Los incendios en California nos enseñan que los sufrimientos no son castigos, sino oportunidades para crecer en fe y amor.

16 enero, 2025
¿Dios permitió los incendios en California?
Los usuarios de redes han vinculado la causa de los incendios a un castigo divino. Foto: Especial

Los incendios forestales en California no dan tregua, arrasando con numerosas extensiones de terreno, destruyendo hogares y dejando devastación en su paso. A pesar de los esfuerzos de los bomberos y las autoridades locales, el fuego sigue extendiéndose rápidamente debido a las altas temperaturas y los vientos fuertes.

En medio de las especulaciones sobre las posibles causas de los incendios, las redes sociales los han vinculado con un incidente ocurrido durante la reciente ceremonia de los Globos de Oro, en el que se realizaron burlas hacia Dios, acusándolo a él y a la presentadora de la ceremonia de ser los responsables de los siniestros.

La comediante, Nikki Glaser, participó como presentadora de los galardones, sin embargo, fue criticada por lanzar comentarios hacia Dios. La estadounidense también presentó un performance musical con una vestimenta que hacía alusión a la del Papa, con mitra y la férula papal rosa. La ola de indignación no se hizo esperar para asegurar Dios “castigaría” los hechos.

“Ella dijo ‘pueblo sin Dios’ y luego Los Ángeles estalla en llamas. ¡De Dios no se debe burlar”, “Te burlaste de Dios y al día siguiente bajó fuego de las colinas”, “Ustedes miserables celebridades deben arrodillarse y pedirle perdón a Dios antes que sea demasiado tarde”, son solo algunos de los comentarios que se pueden leer en redes sociales.

¿Dios permitió los incendios en California?

La respuesta es negativa, y a continuación se presentan las razones y testimonios de fe que respaldan esta postura.

Monseñor José H. Gómez, Arzobispo de Los Ángeles, California, aseguró que en momentos como este es comprensible que cuestionemos el amor de Dios por nosotros y nos preguntemos dónde está mientras la gente sufre. 

En su columna publicada en Angelus, la plataforma multimedia de noticias de la Arquidiócesis de Los Ángeles, recuerda que Jesús conoce todo sobre nosotros: esperanzas, sueños y luchas. De igual manera, asegura que Él tiene una sola voluntad para nuestras vidas: que crezcamos en amor, por lo que todo lo que sucede y lo que permite, proviene de su amor por nosotros.

“Los santos enseñan que si bien Dios no puede sufrir, sí sufre con nosotros. Y porque Jesús venció la muerte, nuestros propios sufrimientos pueden encontrar significado y propósito cuando los unimos a los suyos”, se lee en la columna. “Toda crisis es una encrucijada y en cada crisis debemos tomar una decisión”, agrega.

En ese sentido, explicó que es natural responder con ira y desesperación a situaciones como los devastadores incendios; sin embargo, también podemos decidir aceptar nuestros sufrimientos como una participación en los sufrimientos de Jesús, quien sufre por y con nosotros, pero que nunca nos abandonará por muy difícil que parezca el camino.

“Podemos ‘ofrecer’ nuestros sufrimientos con un espíritu de amor y sacrificio por nuestro prójimo. Podemos hacer de nuestra vida un don para sufrir junto a otros, apoyándolos en sus luchas”.

De ese modo, pensó en las historias de fe, solidaridad y amor que han surgido de entre las cenizas, como la familia de rodillas en el lugar donde una vez estuvo su casa, dando gracias a Dios y a Nuestra Señora por haberlos salvado.

“Dios hace las cosas por algo”

Raúl y Claudia De La Rosa, residentes de Altadena y padres de cuatro hijos (pronto cinco, ya que Claudia está embarazada), perdieron su hogar y todas sus pertenencias en el incendio que arrasó con su vecindario. A pesar de la devastación, su fe católica los ha mantenido unidos y esperanzados en medio de la adversidad.

Cuando el fuego se acercó a su complejo de apartamentos, evacuaron rápidamente con sus hijos, llevándose solo lo esencial. Desde entonces, han vivido como refugiados, mudándose entre casas de familiares mientras enfrentan desafíos como la pérdida del trabajo de Raúl y la incertidumbre de su futuro.

Claudia compara su situación con la de la Sagrada Familia buscando refugio, pero asegura que confían en Dios para salir adelante.

“La vida que teníamos nunca volverá a ser la misma porque todo quedó reducido a cenizas”, dijo Raúl. “Todos nuestros recuerdos, todos los momentos que vivimos juntos como familia. Pero tenemos que seguir adelante de la mano de Dios y veremos que Él proveerá en nuestras vidas”, dijo ante Angelus.

“El Señor se multiplicó”

Antonio Huerta, coordinador de un grupo de oración en la Iglesia del Sagrado Corazón en Altadena, se convirtió en un héroe durante los devastadores incendios. Tras evacuar su casa y luego regresar, decidió no ir a trabajar para convertir su hogar en un centro de ayuda para los afectados. Con el apoyo de su familia y la comunidad, organizó la distribución de donaciones.

La iniciativa de Huerta se expandió rápidamente, transformando su patio en un punto clave con agua, comida, ropa y otros suministros para las familias necesitadas.

Huerta atribuye la protección de su casa y el éxito de su esfuerzo a su fe, destacando que días antes del incendio, su familia rezó una novena con una estatua peregrina del Sagrado Corazón. Para él, esto fue una señal de que Dios lo estaba usando para responder a las necesidades de su comunidad.

“Somos personas de fe y, como parte de nuestro grupo de oración, siempre estamos orando por las necesidades de los demás”, dijo Huerta. “Creo que el Señor nos usó en este momento, porque ni yo ni mi esposa planeamos nada de esto. Simplemente respondimos a las circunstancias, a las necesidades del momento”, declaró para el medio estadounidense.

“Dios nos dará 7 veces lo perdido”

Como más personas, feligreses de la iglesia Sacred Heart en Altadena, perdieron su hogar y sus trabajos por el incendio. Ahora viven en el refugio del Centro de Convenciones de Pasadena, recordando con angustia la noche en que huyeron entre bolas de fuego impulsadas por el viento.

En el refugio, el padre Gilbert Guzmán visita a los evacuados ofreciendo bendiciones y consuelo, mientras los feligreses enfrentan la pérdida con fe y solidaridad, tal como Kevin Posada, quien escapó con solo ropa de repuesto y confía en que Dios les proveerá un nuevo comienzo.

“En medio del caos, pensaba: Dios, sé que este no es el final, es el comienzo de un nuevo capítulo”, dijo Posada, feligrés del Sagrado Corazón. “Tengo una relación íntima con Dios y confío en que nos dará 7 veces más de lo que nos quitaron”, dijo.

Con información de Angelus




Autor

Lic. en Comunicación en Imagen por la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) y Mtra. en Comunicación para la Acción Política y Social por la Universidad Simón Bolívar México (USB México).