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Esta enfermera católica bautiza a bebés en riesgo de morir

Carolina Argüello es una enfermera católica y parte de su labor ha sido realizar el Bautismo de emergencia a bebés en peligro de muerte.

4 mayo, 2020
Esta enfermera católica bautiza a bebés en riesgo de morir
Carolina Argüello Falcón, enfermera especialista pediatra. Foto: Cortesía.

La labor que realizan las enfermeras y enfermeros en los hospitales no se reduce únicamente a la atención que brindan a sus pacientes, también asumen un papel importante en otorgar un apoyo espiritual tanto para los enfermos como para sus familiares.

Carolina Argüello Falcón, enfermera especialista en pediatría, trabaja en el área de terapia intensiva neonatal, en la que se atienden a bebés menores a 30 días de nacidos y que ese encuentran en un grave estado de salud.

Desde que los bebés llegan a su cuidado, las mismas enfermeras tienen claro que parte de su labor es acercarse a los papás para darles consuelo.

En esos casos, señaló la enfermera asignada al Servicio de Pediatría del Hospital Regional Número 25 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se atiende lo mejor posible a los neonatos y se hacen todos los esfuerzos para lograr restablecer su salud, pero no siempre se logra ese objetivo.

Ante la inminente partida de un bebé también se enfrentan a la terrible situación que viven las madres y padres debido al desenlace que se avecina.

El Bautismo de emergencia

En caso de que un bebé se encuentre muy grave, comenta Carolina Argüello, las enfermeras de esta área se acercan a los padres del menor y les preguntan si son católicos y si quieren traer a su sacerdote.

Como en muchas ocasiones no tienen la posibilidad de llevarlo, ella se ha ofrecido a hacer oración por el bebé y ha pedido a los padres permiso para realizar un Bautismo de emergencia.

“En el momento en que el bebé tiene una falla múltiple y sé que definitivamente no va a sobrevivir, y ante la petición (o permiso explícito) de sus padres, lo bautizo invocando al Espíritu Santo, poniéndoles el agua bendita que siempre cargo en mi bolsa. Les doy un nombre y rezo el Padrenuestro, el Ave María y el Credo. Después voy con un sacerdote para decirle que, por peligro de muerte, bauticé a un bebé”, indicó.

Otras compañeras católicas también han impartido el Bautismo de emergencia, comentó.

-Cuando llegas con el sacerdote para decirle que bautizaste a un niño por peligro de muerte y él te dice que hiciste bien, ¿cómo te sientes en ese momento?

“Pues desde que lo hago me siento bien, útil, porque yo profeso mi religión y es parte de lo que siempre nos ha enseñado Dios, amar a tu prójimo como a ti mismo”.

-¿Cómo enfrentas una situación así de difícil, atendiendo a un niño grave, conviviendo con unos padres alterados y nerviosos?

“Desde que me levanto siempre hago una oración. Cuando voy entrando al hospital siempre, desde que empecé a trabajar como enfermera, hago una oración pidiendo que sea un día bendecido y que sea yo un instrumento de Dios para mis pacientes. Eso me da fuerza y bastante seguridad. Todo lo que realizo es en el nombre de Dios y, hasta en lo más simple, como canalizar una vena, yo digo, Dios ayúdame, que sea solo un piquete”.

El Bautismo de emergencia es válido

Las enfermeras y enfermeros pueden dar el apoyo espiritual que requieran los pacientes y sus familiares cuando enfrentan una situación crítica de salud, aseguró el padre José Alberto Medel Ortega, especialista en Liturgia.

De la misma manera, añadió, cuando un bebé o niño que no ha sido bautizado se encuentra en peligro de muerte, se puede aplicar el Bautismo de emergencia, siempre atendiendo una petición expresa o contando con la autorización de los padres del niño o niña.

“Las enfermeras y enfermeros, como personas de fe, pueden bautizar y el bautismo que realicen es válido. Para ello pueden llevar a cabo un pequeño ritual, es decir, simplemente tomar un poco de agua, aunque no esté bendecida, y con un algodón mojar la cabeza del niño o niña tres veces diciendo el nombre que le vayan a poner. Y después pronunciar la frase: ‘yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén’”. Y finalmente rezar el Padrenuestro, explicó.

La enfermera Carolina Argüello con algunas de sus compañeras de trabajo. Foto: Cortesía.

La enfermera Carolina Argüello con algunas de sus compañeras de trabajo. Foto: Cortesía.

“Lo fundamental es el derramar agua y decir la fórmula que expresa la fe en Dios en que es Padre, en Dios que es Hijo y en Dios que es Espíritu Santo, y se concluye con la oración de los hijos de Dios -el Padrenuestro- dado que esa persona acaba de ser hecha hija de Dios”, indicó.

En caso de que el bebé se salve, la Iglesia Católica marca que los padres deben llevarlo a la parroquia -en cuanto sea pertinente- para que el sacerdote realice el rito.

Se les debe agradecer ser un medio 

El padre Medel señala que una vez que la enfermera o el enfermero realizaron dicho acto, es su deber hacérselo saber a un sacerdote, explicándole que “en artículo de muerte o de extrema gravedad”, impartieron el Bautismo a un niño e incluso deben decirle el nombre que le pusieron.

Ante ello, lo que el sacerdote va a hacer es agradecerle en el nombre de la Iglesia que se preocuparan y que fueran el medio para otorgar la gracia del Bautismo a ese niño que lo necesitaba.

“Eso es algo meritorio y hay que alentarlos a que, si son creyentes y está en sus posibilidades hacerlo, lo realicen”, aseveró Medel Ortega.

La fe en el hospital

La enfermera, con más de 20 años de experiencia y egresada de la carrera de Enfermería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que los actos de fe en los que colaboran las enfermeras son múltiples en el hospital.

Muchos familiares colocan cerca de sus pacientes algunas imágenes religiosas o llevan algunos libros religiosos o una Biblia para leerles algún pasaje.

“Nosotros como enfermeras muchas veces, cuando los pacientes se encuentran inquietos, asustados o estresados, les leemos un pasaje de la Biblia para que encuentren la paz espiritual. Eso forma parte de un cuidado que nos corresponde otorgarles para que el paciente se sienta bien espiritualmente y esté confortable”.