Dejó las filas del narco; hoy es feliz sirviendo a Dios y al prójimo
El influencer católico David Bisogno encontró en su oscuro pasado una piedra de toque del crecimiento espiritual; hoy sólo desea servir al Señor desde su programa Café con Cristo.
En el abismo de una vida marcada por la violencia y el sinsentido, David Bisogno pudo encontrar la piedra de toque del crecimiento espiritual, y hoy tiene en su haber un gran tesoro que compartir con quienes viven en desesperanza: la Palabra de Dios. Actualmente es uno de los evangelizadores católicos más influyentes de Latinoamérica en su programa Café con Cristo.
Entrevistado por Jesús V. Picón -colaborador de Aleteia– relata como se ha transformado su vida desde que cambió su arma de fuego por las armas más poderosas del universo: las armas espirituales de Dios.
Sobre su pasado, David Bisogno señala que puede ser oscuro o no depende de quien lo vea. Pera él no lo era en aquellas épocas en que se dedicaba a delinquir. “Yo andaba en las calles vendiendo drogas, usando drogas, totalmente alejado del Señor. No tenía ni idea de quién era Dios. No crecí en una familia en donde nos obligaban a ir a la iglesia, así que mi encuentro con Dios fue un encuentro muy personal y totalmente inesperado”.
Cuando estás en la oscuridad -dice-, no entiendes qué es la oscuridad. Además, si todos los que te rodean están en la misma vida, tú no lo ves como algo anormal, sino que es parte de tu día a día.
Nacido en Brooklyn, New York, David Bisgono -hoy de 49 años- jamás buscó a Dios. Pero un día pudo entender que el Señor tenía un propósito con él, y desde ese día quiso dedicarse a cumplir sus encomiendas: evangelizar en primer lugar.
Sobre su tarea evangelizadora, David Bisogno tiene algo muy claro: “Nosotros no convencemos, nosotros no cambiamos, es el Espíritu Santo. No tengo la técnica para convencer a un sicario. Si el Señor quisiera que eso sucediera, será un encuentro del que ni yo ni el sicario podremos escapar. Y, si es así, Dios se encargará de poner en mi boca las palabras necesarias y abrirá su corazón para que él las reciba.
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