Carlo Acutis, el primer beato ‘millennial’
Este adolescente amaba la Eucaristía y las computadoras, ahora es un modelo a seguir para la juventud.
¿Quién era Carlo Acutis?
Cuando evocamos un santo o beato, nos vienen a la mente las imágenes de estampas o estatuillas de hombres y mujeres de otros siglos, o de grandes de nuestro tiempo como Teresa de Calcuta y Juan Pablo II que, por su fe y generosidad, han ganado un lugar en la historia de la Iglesia.
Pero, ¿qué tal si hablamos de un joven que murió en 2006 con apenas 15 años?
El 10 de octubre de 2020 en la Basílica de San Francisco de Asís fue beatificado Carlo Acutis, un adolescente italiano que ha sido llamado “el ciberapósol de la Eucaristía”.
La beatificación fue en Asís, Italia.
Un santo del siglo XXI
Carlo Acutis nació el 12 de octubre de 1991 en Londres, Inglaterra y, a los pocos meses se fue a vivir definitivamente a Milán con sus padres.
Fue un niño y un adolescente tranquilo, le gustaban los videojuegos y tenía una afición especial por la computación. Pero también tenía una característica que lo distinguía de otros chicos de su edad: un amor a toda prueba por la Eucaristía.
Todos los nacidos entre 1981 y 1999 pertenecen a la generación millennial, quienes crecieron utilizando las computadoras y adoptando de forma natural las nuevas tecnologías.
Acutis tenía una facilidad extraordinaria para la programación y la informática, e incluso creó una página web especializada en los milagros eucarísticos en todo el mundo que todavía puede visitarse: http://www.miracolieucaristici.org/
Nicola Gori, postulador de la causa de beatificación y biógrafo de Carlo, lo define como un adolescente de nuestro tiempo como muchos otros, empeñado en el colegio, con amigos, pero un gran experto en informática.
En una entrevista con National Catholic Register, la madre de Carlo, Antonia Salzano, recordó que incluso le gustaba el PlayStation, una famosa consola de videojuegos, aunque limitaba el juego a una hora semanal, para evitar distracciones.
“No era perfecto, pero tenía una voluntad muy fuerte, y con esta voluntad, se superó de muchas maneras”.
Un ‘ciberapóstol’ de Jesús
Sin embargo, por sobre todas las cosas, siempre estuvo su amor a Dios. Desde que hizo su primera comunión con 7 años de edad, acudió diariamente a Misa y procuraba, sobre todo, los momentos de adoración al Santísimo Sacramento.
Él mismo explicó alguna vez su amor por la Eucaristía en los siguientes términos: “la Eucaristía es mi autopista hacia el Cielo. Somos más afortunados que los Apóstoles que vivieron con Jesús hace 2000 años: para encontrarnos con Él basta con que entremos en la iglesia. Jerusalén está al lado de nuestras casas”.
“Cristo en la Eucaristía lo capturó”, recordaba su madre en aquella entrevista.
“Sí, creo que recibió gracias especiales. No hablaba mucho sobre esto, pero sí me dijo que cuando estaba frente a la Sagrada Eucaristía, sentía que su alma ‘se elevaba’ de alguna manera”.
En la entrevista, la madre de Carlo recordaba cómo el adolescente veía el internet como una gran herramienta para la Evangelización, aunque también se involucró con mucho compromiso en las actividades de su parroquia, especialmente en el catecismo.
El kit para la santidad
Además de la completísima exposición de los milagros eucarísticos que documentó exhaustivamente, y que ha sido llevada físicamente a cientos de parroquias de todo el mundo, Carlo dejó otro legado de gran valor, una especie de “kit para hacerse santo”, que resumía en seis puntos fundamentales: Misa, Comunión, Rosario, lectura de la Biblia, Confesión y el servicio a los demás.
A principios de octubre de 2006 le fue diagnosticada una leucemia fulminante, que acabó con su vida en pocos días, el 12 de octubre de ese mismo año. Cuando ingresó al hospital aseguró a sus padres que ofrecería su sufrimiento por el Papa y por la Iglesia.
Quienes conocieron a Carlo Acutis, saben que siempre extendió la mano a quien lo necesitara. Pero el día de su funeral, quedó de manifiesto hasta qué grado practicó la caridad, a un nivel desconocido incluso por su familia.
“Había gente que yo no conocía –recuerda su madre en otra entrevista. Personas sin hogar, inmigrantes extracomunitarios, mendigos, niños… Un montón de gente que me hablaba de Carlo. De lo que él había hecho por ellos, y yo no sabía nada”.
Ese mismo día comenzó a extenderse por todo el mundo la fama de santidad del adolescente, declarado Venerable el 5 de julio de 2018. Casi un año después, sus restos fueron trasladados al Santuario del Despojo en Asís.
Fue beatificado por un milagro que se atribuye a su intercesión, la cura de un niño brasileño ocurrida en 2013. El pequeño sufría de trastornos digestivos importantes, con una rara anormalidad anatómica congénita del páncreas.
Con información de Vatican News.