En la XI Feria de Escaramuzas, charros reconocen como patrona a la Guadalupana
Durante la Misa, Mons. Diego Monroy dijo que México no nació en 1810, sino que, como pueblo mestizo y cristiano, nació el 12 de diciembre de 1531, con el Acontecimiento Guadalupano. Abimael César Juárez Con más 80 mujeres a caballo realizando un espectáculo de suertes ecuestres, único en su tupo, este 11 de noviembre, […]
- Durante la Misa, Mons. Diego Monroy dijo que México no nació en 1810, sino que, como pueblo mestizo y cristiano, nació el 12 de diciembre de 1531, con el Acontecimiento Guadalupano.
Abimael César Juárez
Con más 80 mujeres a caballo realizando un espectáculo de suertes ecuestres, único en su tupo, este 11 de noviembre, en el Rancho del Charro “Javier Rojo Gómez, la Asociación Nacional de Charros llevó a cabo la onceava edición de la Gran Feria de Escaramuzas, con la que se festeja la Coronación de la Virgen de Guadalupe como Reina de la Charrería; festejo que inició con una Misa solemne oficiada por Mons. Diego Monroy, Chantre de la Basílica de Guadalupe, y la bendición de los estandartes de las diferentes agrupaciones de escaramuzas.
Durante su homilía, Mons. Diego Monroy habló acerca del Acontecimiento Guadalupano, citando referencias históricas de aquellos hechos ocurridos en 1531, a los que se refirió como “el gran dialogo ininterrumpido del amor de Dios hacia el pueblo mexicano, a través de nuestra Santa Madre María de Guadalupe; un “diálogo” con el que el Señor nos manifestó claramente su interés y preocupación por todos nosotros. “La Virgen de Guadalupe constituye el acta de nacimiento de México, a través de su imagen pintada en el burdo ayate de San Juan Diego; en ella, nos sentimos unidos los mexicanos que hemos emprendido la historia de nuestra patria desde la perspectiva de la fe… No sólo es la Madre, también es la Reyna de México, nuestro escudo, estandarte y bandera; pero sobre, todo, nuestra identidad, nuestro líder natural… No nacimos en 1810; como pueblo mestizo y cristiano, nacimos el 12 de diciembre de 1531”.
Recordó a los asistentes la manera en que la Guadalupana ha estado presente en los diferentes momentos de cambios históricos que ha tenido la nación, “con el cura Don Miguel Hidalgo en la lucha de independencia; con el mismo Zapata, cuando levantó el estandarte de la Virgen de Guadalupe y grito ¡Tierra! Y ¡Libertad!, que hasta el día de hoy seguimos buscando; Ella presidió el origen de nuestra independencia, y ha estado en todos los acontecimientos de nuestra historia, luminosos y oscuros, gozosos o tristes”.
En otro tema, Mons. Diego Monroy dio a conocer que la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe ha enviado cientos de imágenes de la Guadalupana a sacerdotes cuyas iglesias han quedado destruidas por los pasados sismos, tanto de Morelos como de Chiapas, Oaxaca y Guerrero, así como de las 104 iglesias de la Ciudad de México que resultaron seriamente afectadas, a fin de hacerlos sentir que no están solos, que la Madre está a su lado, “pues ella sigue siendo, desde el nacimiento de esta nación, ayuda, guía y consuelo en toda desgracia y situaciones; ante las crisis de valores, morales y económicos; ante tanta violencia e inseguridad en este país, lleno de contrastes y contradicciones”.
Comentó que el próximo 12 de diciembre, en el homenaje que se le rendirá a la Virgen de Guadalupe, los mexicanos le haremos un reconocimiento a nuestra Madre, como reconstructora de nuestro país, en el que estarán presentes los millennials, “quienes inmediatamente llegaron para atender a los damnificados por el terremoto… ese día vamos a escuchar muchos testimonios de estos jóvenes”.
Para finalizar, Mons. Diego Monroy dijo que es hermoso que la charrería, que ya es patrimonio de la humanidad e identidad de los mexicanos, reconozca a la “Morenita del Tepeyac” como su Patrona. “Exhortó a todos los miembros de esta asociación de charros a que, desde su trinchera, cumplan la intención de Nuestra Señora de Guadalupe, pues con su coronación los dispone a ser siempre sus vasallos y estar siempre a su lado, para reconstruir su casita sagrada, que es la dignidad y grandeza de cada uno de los mexicanos”.