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Sólo un GENIO puede encontrar el anacronismo en esta pintura de Caravaggio. ¡Presta atención!

El gran pintor Caravaggio incluyó un anacronismo en su obra “La Vocación de San Mateo”, pon atención y ¡encuéntralo!

POR  Jorge Reyes
21 septiembre, 2023
Sólo un GENIO puede encontrar el anacronismo en esta pintura de Caravaggio. ¡Presta atención!
El pintor italiano Caravaggio incluyó un anacronismo en su obra “La Vocación de San Mateo”, lo puedes identificar. Foto Especial.

Conoce cuál es el anacronismo en la pintura de Caravaggio, que tanto le gusta al Papa Francisco.

Una de las obras que más disfruta ver el Papa Francisco es La Vocación de San Mateo, pintada por Caravaggio en 1601, y que se encuentra en la iglesia de San Luis de los Franceses de Roma. Pero esta magistral pintura nos muestra un hermoso anacronismo que sólo un buen observador podrá encontrar.

¿Te consideras un GENIO? ¿Crees poder encontrar el anacronismo que el gran pintor italiano dejó en esta obra? Si aceptas el reto, aquí te dejamos la imagen y que tengas mucha suerte.

La Vocación de San Mateo, obra del pintor Caravaggio. ¿GENIO, estas listo para encontrar el anacronismo? Adelante y suerte.

¿Por qué le gusta al Papa Francisco “La Vocación de San Mateo”?

El Papa Francisco ha indicado en reiteradas ocasiones que su vocación nació en la experiencia de la misericordia de Dios, incluso su lema es “Miserando atque eligendo”, es decir, “Mirándolo con misericordia y eligiéndolo”, que tomó de una homilía de San Beda el Venerable, un sacerdote del siglo VIII, en la que habla de Jesús llamando a Mateo, mirándolo con un sentimiento de amor y eligiéndolo como su discípulo.

El Santo Padre aseguró que al ver en la pintura: “Ese dedo de Jesús, apuntando así… a Mateo. Así estoy yo. Así me siento. Como Mateo”.

“Me impresiona el gesto de Mateo. Se aferra a su dinero, como diciendo: ‘¡No, no a mí! No, ¡este dinero es mío!’. Esto es lo que yo soy: un pecador al que el Señor ha dirigido su mirada… Y esto es lo que dije cuando me preguntaron si aceptaba la elección de Pontífice”, señaló el Obispo de Roma en una entrevista con el padre jesuita Antonio Spadaro.

En una reflexión en septiembre de 2017, durante su homilía en Santa Marta, el Vicario de Cristo indicó que en la obra se observa algo fundamental: “Esa es la fuerza de la mirada de Jesús. Seguro que le miraba con tanto amor, con tanta misericordia, esa mirada de Jesús misericordioso: ‘Sígueme, ven’”.

“Y el otro mirando de reojo, con un ojo puesto en Dios y el otro en el dinero, aferrado al dinero como lo pintó Caravaggio: así, aferrado y también con una mirada hosca, ruda. Y Jesús amoroso, misericordioso. Y la resistencia del hombre que quería dinero -era tan esclavo del dinero- cae. “Y levantándose, le siguió”. Es la lucha entre la misericordia y el pecado”, explicó el Papa Francisco.

El Papa Francisco observando la obra “La Vocación de San Mateo” del pintor italiano Caravaggio. Foto Especial.

¿Qué nos muestra “La Vocación de San Mateo” de Caravaggio?

La obra del pintor italiano que tanto fascina al Papa Francisco, representa la historia que se narra en el Evangelio según san Mateo (Mateo 9:9): “Jesús vio un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dijo: ‘Sígueme’, y Mateo se levantó y le siguió”.

Así, la pintura nos muestra a Mateo Levi, uno de los doce apóstoles elegidos por Jesús de Nazaret, junto con cinco hombres vestidos como contemporáneos del artista y sentados frente a la mesa de cambios. A la derecha de la pintura, de 338×348 centímetros, apreciamos la figura de San Pedro que oculta casi por completo a Jesús de quien podemos ver solo su cara y su mano derecha.

El hecho de que quienes se encuentran a la mesa vistan como en la época del pintor (Este es el anacronismo voluntario de Caravaggio) transmite la percepción del artista de la actualidad de la escena, su participación íntima en el acontecimiento representado, mientras que de forma totalmente antihistórica se ponen justamente a Cristo y al mismo san Pedro, envueltos en una túnica atemporal.

La genialidad de esta pieza, tal y como lo señaló el Papa Francisco, se refleja en la composición de las manos de los tres actores fundamentales que interactúan entre sí y nos permite imaginarnos ese diálogo y escuchar la voz de Jesús diciendo: “¡Tu!”, mientras el dedo dubitativo de Pedro hacia Mateo señala: “¿El?” y Mateo asombrado apuntándose hacia su pecho se pregunta: “¿Yo?”.

Finalmente, por la ventana en diagonal a la cabeza de Cristo, entra una luz que genera una atmósfera de espacio atemporal y que santifica la imagen de Jesús que aparece en contraposición a la de los mortales.

Y dinos, ¿encontraste el anacronismo?



Autor

Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM, con una trayectoria de casi 30 años como periodista, en Reforma, El Centro y Notimex, y funcionario de comunicación social en dependencias de gobierno y legislativas. Actualmente trabaja como periodista especializado en temas de religión.