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Card. Aguiar: “Servir a los demás, para encontrar sentido a la vida”

Durante la Misa que presidió con motivo de su visita a la III Vicaría Episcopal, el Arzobispo de México aseguró que las depresiones son un síntoma de que se ha perdido el significado de la vida.   Vladimir Alcántara Al acudir a la Parroquia el Señor de los Milagros, en la III Vicaría Episcopal “San […]

19 febrero, 2018

Durante la Misa que presidió con motivo de su visita a la III Vicaría Episcopal, el Arzobispo de México aseguró que las depresiones son un síntoma de que se ha perdido el significado de la vida.

 

Vladimir Alcántara

Al acudir a la Parroquia el Señor de los Milagros, en la III Vicaría Episcopal “San Felipe de Jesús”, como parte de una serie de visitas que hará a las ocho Vicarías Episcopales de la Arquidiócesis de México, el Arzobispo Primado, Card. Carlos Aguiar Retes, presidió una Santa Eucaristía en la que pidió a los miembros de la comunidad poner los trabajos pastorales de la Vicaría en manos del Señor Jesús.

Durante la homilía, dijo que perder la vida por la causa de Jesús, significa ser ese mensajero que lo testimonie, pues nuestra vida es un continuo andar expuestos a la muerte por causa de Nuestro Señor, para que la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. “Tenemos que estar convencidos de afrontar la muerte con tal de ser su testimonio… Un discípulo de Cristo siempre debe tener claro que su vida es para atender y servir a los demás; no en balde, Jesús, el Maestro, les lavó los pies a sus discípulos; es decir, que cualquier prójimo que nos encontremos y sepamos de su realidad, si a nivel personal podemos ayudarlo de manera mínima, mediana o máxima, es algo bueno; pero es mucho más importante vivir esto como Iglesia. La Iglesia es un cuerpo, y este cuerpo está para servir”.

Aseguró que sólo sirviendo a los demás podemos encontrar sentido a la vida, algo que hoy mucha gente ha perdido: las depresiones no son sino un síntoma de haber extraviado el significado de la vida personal o de la vida familiar. “Se dice, incluso, y me atrevo a decirlo porque lo he leído, que la enfermedad del Alzheimer proviene de ciertos momentos de nuestra vida en que dejamos de esforzarnos por hacer lo que queremos y soñamos; es decir, de poner nuestra vida al servicio de un sueño, de un proyecto, de algo que pensamos que hará mucho bien; en este sentido, si no tenemos una brecha que nos lleve a dar la vida para bien de los demás, nuestra vida se pierde, como dice Jesús; ‘pero el que la pierda por mi causa, la encontrará, tendrá no solamente vida, sino vida para toda la eternidad’”.

El Card. Aguiar Retes afirmó que los que han descubierto esa sabiduría pueden aguantar sufrimientos como la muerte temprana de algún ser querido, o injusticias inmerecidas, ya que, “como dice el Libro de la Sabiduría, los insensatos no tienen el valor de vivir; pero los justos saben que nuestros sufrimientos, nuestras situaciones, por más difíciles que sean, son por el bien de los demás, y nos dan la certeza de que encontraremos la vida, y que la encontraremos para siempre; los que son fieles al amor del Señor, permanecerán a su lado, porque Dios ama a sus elegidos y cuida de ellos”.

Explicó que frecuentemente nuestras buenas acciones no son reconocidas ni podemos percibir su buen efecto, lo cual nos desanima, pero el que tiene visión de eternidad, visión de relación con Dios, visión de convicción en la trascendencia, sabe que rendirán fruto; “y esto lo vemos en el patrono de esta vicaría, san Felipe de Jesús, quien murió joven, martirizado y sin sentido, pero ahora es un modelo de alegría”.

Al tocar el tema de san Felipe de Jesús, el Arzobispo de México recordó una anécdota personal de cuando tenía 11 años de edad, tiempo en el que quería ingresar al seminario. Señaló que en aquel entonces, su madre compraba los diferentes números de la revista Vidas Ejemplares, en uno de las cuales se narraba la vida de este santo, de quien nadie, salvo su ama de casa, creían que tenía madera de santidad, por ser un joven vago, travieso y rebelde. “Así, a mí mi maestra me decía que yo no iba a aguantar en el Seminario, pues ahí tendría que levantarme temprano, tender mi cama y lavar mi ropa. Mi papá opinaba lo mismo. Pero todas esas resistencias, a la luz de san Felipe de Jesús, me hicieron convencerme de que si él había podido, pues yo también podría”.

Finalmente, el Card. Aguiar Retes enfatizó que si bien nosotros no vemos el fruto inmediato de nuestras buenas acciones, éstas harán mucho bien si realmente seguimos a Jesús. “Y una segunda conclusión: aunque nosotros no lo veamos, muchos serán tocados por la gracia de Dios; nosotros no somos capaces de ver el interior de las personas, lo que hay en su corazón; pero Él es el artífice de ir atrayendo, de ir motivando para que crezca en el mundo su comunidad de discípulos… Y con esa confianza, pongamos todos los trabajos pastorales de la Vicaría en manos del Señor Jesús”.

 



Autor

Editor de la revista Desde la fe/ Es periodista católico/ Egresado de la carrera de Comunicación y Periodismo de la Facultad de Estudios Superiores Aragón.