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Seminaristas capitalinos misionan en zonas marginadas de Guerrero

“Yo espero que cuando sean sacerdotes estén comprometidos con la pobreza y con la necesidad espiritual que tiene la gente”: P. Platonoff. Abimael César Juárez Como parte de su formación sacerdotal, 17 seminaristas de la Arquidiócesis de México que concluyeron el primer año de Filosofía, así como dos que estudiaban Teología, viajaron a la Sierra […]

  • “Yo espero que cuando sean sacerdotes estén comprometidos con la pobreza y con la necesidad espiritual que tiene la gente”: P. Platonoff.

Abimael César Juárez

Como parte de su formación sacerdotal, 17 seminaristas de la Arquidiócesis de México que concluyeron el primer año de Filosofía, así como dos que estudiaban Teología, viajaron a la Sierra de Guerrero para misionar en diferentes comunidades como San Pedro, San Marcos, El Naranjo, San Isidro, Azoyú, Itia Tio y Arroyo Olor, en el municipio de Cochoapa el Grande.

El P. Álvaro Lozano Platonoff, Director de la Comisión de Cultura de la Arquidiócesis de México, explicó que tres semanas fueron suficientes para que los seminaristas pudieran visitar a todas las familias y realizar con ellas diversas actividades en beneficio de las comunidades, como construir hornos para hacer pan o participar en la dignificación de espacios públicos; también pusieron en marcha procesos para la catequesis, ayudaron en la preparación para los sacramentos, brindaron acompañamiento y escucha a las personas. Impartieron clases de guitarra y de canto, y también realizaron algunas labores propias de las localidades con la finalidad de generar una mayor cercanía con los pobladores.

El sacerdote considera que esta visita ayudó a los seminaristas a comprender lo que es la extrema marginación en el país. “En este tipo de misiones, la convivencia es un factor importante para la formación porque les cambia la conciencia a los seminaristas, los hace vislumbrar el enorme horizonte que tiene el trabajo del sacerdote; en este ambiente, pudieron notar la sed de Dios que tiene toda esa gente”.

“Yo espero que cuando sean sacerdotes estén comprometidos con la pobreza y con la necesidad espiritual que tiene la gente.  Y en estos procesos juveniles siempre hay horizontes de conversión muy buenos”, concluye el padre Platonoff.