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Recibe Basílica de Guadalupe a peregrinos de la Diócesis de Zacatecas

Con una ceremonia oficiada por Mons. Sigifredo Noriega Barceló, la Basílica de Guadalupe recibió este miércoles 12 de septiembre a los peregrinos de la Diócesis de Zacatecas que fueron a celebrar su fe.Con el grito de “¡Arriba Zacatecas! Y, ¡viva la Virgen de Guadalupe!”, Mons. Jorge Antonio Palencia Ramírez, Coordinador General de la Pastoral del […]

Con una ceremonia oficiada por Mons. Sigifredo Noriega Barceló, la Basílica de Guadalupe recibió este miércoles 12 de septiembre a los peregrinos de la Diócesis de Zacatecas que fueron a celebrar su fe.

Con el grito de “¡Arriba Zacatecas! Y, ¡viva la Virgen de Guadalupe!”, Mons. Jorge Antonio Palencia Ramírez, Coordinador General de la Pastoral del Santuario de Guadalupe, dio la bienvenida a la Diócesis, y aseguró que es un honor recibir al pueblo que peregrinó.

“¿Por qué venimos? No sólo es una tradición o una bella costumbre: traemos nuestra vida, venimos a agradecer”, dijo Mons. Sigifredo Noriega Barceló, Obispo de la Diócesis de Zacatecas.

Durante la homilía, Mons.  Noriega Barceló enumeró tres tareas para los fieles de la Virgen Morena.

1. Construir una casa común

De acuerdo con el Obispo, es la tarea de un buen cristiano velar por la seguridad social y la paz, que son los principales desafíos de nuestros pueblos.

“Este mes empieza un nuevo ciclo de vida política en nuestros municipios, en el estado y en nuestro México. La tarea es trabajar ahí: participar en la creación de mejores condiciones de vida”, dijo.

2. La familia como universidad de ciudadanía

Para el Obispo, la clave de solución para los desafíos presentes está en casa, en la familia, que es la gran universidad de ciudadanía que participa en la construcción de la paz.

“Por eso es importante convertir la casa en hogar de confianza y amor. Convertir la casa en escuela de humanidad, de amor al prójimo, de respeto a la vida de todo ser humano, desde su concepción hasta la muerte”.

3. Participar en la renovación

La renovación de la Iglesia es uno de los objetivos de este 2018 y, para lograrlo, es necesario contar con gente renovada y con iniciativa.

“Si queremos ser una Iglesia cercana y comprometida, se necesita de quién la haga. Si la misión es hacer presente a Cristo en cada escenario de la vida, esta misma iglesia necesita preparar y acompañar a quienes envía a evangelizar”.