Card. Rivera: “Ser conscientes del amor de Dios para evangelizar con eficacia”
El Arzobispo de México clausuró este jueves la Reunión Diocesana Anual con un exhorto a experimentar y dar testimonio del amor de Dios. Abimael César Juárez La tarde-noche de este jueves 23 de noviembre, el Arzobispo Primado de México, Card. Norberto Rivera Carrera, acudió a las instalaciones del Seminario Conciliar, casa Huipulco, para participar en […]
- El Arzobispo de México clausuró este jueves la Reunión Diocesana Anual con un exhorto a experimentar y dar testimonio del amor de Dios.
Abimael César Juárez
La tarde-noche de este jueves 23 de noviembre, el Arzobispo Primado de México, Card. Norberto Rivera Carrera, acudió a las instalaciones del Seminario Conciliar, casa Huipulco, para participar en el último día de actividad de la Reunión Diocesana Anual y celebrar la Misa de clausura.
En su homilía, el Sr. Arzobispo se refirió al profeta Jeremías quien –dijo–, a través de su escritura, nos hace sentir que Dios nos amó, nos eligió y nos destinó desde antes de estar en el seno materno, para que habláramos en su nombre. De igual forma –continuó– lo hace san Juan en su Evangelio, resaltando principalmente el amor de Jesús, más que las cosas que dijo o hizo.
Por ello, el Card. Rivera destacó la importancia de que la pastoral sea humana, y que tenga prioridades y programas concretos, pues de lo contrario no se logrará el objetivo que tiene la Iglesia y todos los discípulos del Señor, que es el de evangelizar.
Reflexionó: “Dios es amor, lo sabemos por san Juan… ese es el retrato cristiano de Dios, por lo que cualquier otra imagen divina incompatible con ésta, no es cristiana; los otros atributos divinos que encontramos en la Sagrada Escritura han de conciliarse con esta definición básica”.
Aseguró que cuando vemos el mal en el mundo y somos víctimas de las injusticias, “mucho nos cuesta creer que Dios es amor, porque a Dios no lo hemos visto, y cuando vemos alrededor, sólo fijamos nuestra mirada en esas realidades negativas, y no en aquellas que nos hablan del amor de Dios”.
Para finalizar aseguró “si no experimentamos el amor de Dios en nosotros, si no dejamos que el amor de Dios nos invada y nos penetre, todo lo demás no tendrá sentido de amor… Sólo cuando seamos conscientes de que el espíritu de amor ha sido retratado en nuestros corazones, entonces seremos capaces de amar a nuestro prójimo como Dios nos ha amado, entonces seremos capaces de ir con un proyecto a realizar la evangelización que el Señor ha encomendado a su Iglesia”.