La Pastoral de los Pueblos Originarios celebra congreso en Yucatán
El evento se llevó a cabo para conmemorar el encuentro del Papa Juan Pablo II con las etnias de América, y como preparación a los 500 años del Acontecimiento Guadalupano. Abimael César Juárez El pasado 11 de agosto se cumplieron 25 años de la histórica visita de san Juan Pablo II a Yucatán, ocasión en […]
- El evento se llevó a cabo para conmemorar el encuentro del Papa Juan Pablo II con las etnias de América, y como preparación a los 500 años del Acontecimiento Guadalupano.
Abimael César Juárez
El pasado 11 de agosto se cumplieron 25 años de la histórica visita de san Juan Pablo II a Yucatán, ocasión en que el Papa sostuvo un encuentro con las etnias de América en la ciudad de Izamal. “Ahora, para conmemorar los cinco lustros de aquel acontecimiento, la Pastoral de Pueblos Originarios realizó un congreso en la Universidad Marista de Mérida, a fin de dar continuidad a la invitación que hiciera Su Santidad a todo el pueblo de Dios de tener más cercanía con los pueblos originarios”, así lo expresó a Desde la fe Mons. José de Jesús González Hernández, obispo para el Nayar y Coordinador de esta pastoral en la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Señaló que éste es el primero de una serie de congresos que la Pastoral de Pueblos Originarios realizará en un plazo de 13 o 15 años, para lo cual han elaborado un plan de trabajo que publicarán próximamente, mismo que incluye la realización de varias actividades en beneficio de estos pueblos indígenas, muchos de los cuales tienen ascendencia afroamericana. “Espero que por lo menos llevemos a cabo cuatro encuentros más, aunque aún no hay fecha ni lugar definido para el próximo”.
Mons. José de Jesús González advirtió que la importancia que tienen los indígenas para la Iglesia, el mundo y los pueblos, radica en la conservación de los valores relacionados con el cuidado integral de la tierra y las personas, que la humanidad ha perdido y se deben recuperar. “El Papa ha dicho en repetidas ocasiones que debemos valorar a los indígenas, porque tienen mucho que enseñarnos, conocimientos que guardan de sus ancianos”.
Destacó que muchos de los actuales congresistas conservan las enseñanzas que adquirieron de sus abuelos. “El indígena aún conserva un gran amor por la tierra, el viento, el sol; rezan y piden a Dios por estos elementos, en esos actos encontramos mucho de lo que es el cristianismo, y eso para la Iglesia es un referente. Por eso, el Papa escribió la encíclica Laudato si’, inspirada en los cánticos de san Francisco de Asís”.
Mons. José de Jesús González afirmó que trabajará con los responsables diocesanos en el plan de trabajo para dar acompañamiento a los pueblos originarios, respetando la organización que muchos de ellos mantienen; por eso han considerado cinco áreas específicas en las que se enfocarán, mismas que los propios indígenas en su estructura llaman horcones: la primera, es el territorio; la segunda, la asamblea; la tercera, el trabajo; la cuarta, la autoridad, y por último, la fiesta.
En lo que se refiere a la atención a indígenas en las grandes ciudades, comentó que en algunas de ellas ya han empezado con estas acciones. “Por ejemplo, las religiosas y religiosos, en comunión con un párroco, atienden al pueblo Purépecha, que se ha establecido en Guadalajara, lo guían en la realización de algunos de sus ritos; sin embargo, falta mucho por hacer, pues muchos de ellos aún mendigan. Tenemos el desafío de crear espacios para quienes han emigrado a las ciudades. Con esa finalidad fue pensado este congreso, para tomar conciencia, unirnos y hacer algo digno”.
Para finalizar, Mons. González dijo que recién se inauguró un trecenario –número simbólico para los pueblos originarios–, en la Misa celebrada el 11 de agosto en Izamal, a manera de conmemoración del encuentro del Papa Juan Pablo II con las etnias de América, con el cual también se clausuró dicho congreso, que también forma parte de la preparación que se tiene para la celebración de los 500 años del Acontecimiento Guadalupano.