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Búsqueda de desaparecidos, un verdadero calvario en Veracruz

Tras el hallazgo de fosas clandestinas con restos de 174 personas; familiares y colectivos manifiestan su molestia con las investigaciones. Vladimir AlcántaraDolorosa e interminable ha sido la búsqueda que Marisel Torres Melo ha llevado a cabo para encontrar a su hijo Eduardo Castillo Torres, quien desapareció el 25 de mayo de 2011 cuando regresaba de […]

Tras el hallazgo de fosas clandestinas con restos de 174 personas; familiares y colectivos manifiestan su molestia con las investigaciones.

Vladimir Alcántara

Dolorosa e interminable ha sido la búsqueda que Marisel Torres Melo ha llevado a cabo para encontrar a su hijo Eduardo Castillo Torres, quien desapareció el 25 de mayo de 2011 cuando regresaba de la Feria Canaco, que se realiza anualmente en Poza Rica, Veracruz. Desde entonces, con el apoyo de la Iglesia católica, la madre del joven ha permanecido firme en su lucha por encontrarlo, y, a través del colectivo que encabeza, “Familiares en Búsqueda ‘María Herrera’”, brinda apoyo a otras personas que actualmente sufren el calvario de no encontrar a un ser querido.

La activista relata a Desde la fe que lo último que se supo de su hijo fue que iba de regreso a casa después de haber estado en dicha feria. “Había estado ahí con dos muchachas y un muchacho más, cuyo paradero también se desconoce; mi hijo se comunicó con su hermano a la una de la mañana para decirle que estaban terminando de cenar unos tacos, y después volvería a casa. Desde entonces no sabemos nada de él”.

La búsqueda de Eduardo inició inmediatamente. “Yo me dediqué a investigar, a buscarlo por todos lados. En un principio nos pidieron dinero por su rescate; pero no conseguimos hallarlo. En mi desesperación, establecí contacto con delincuentes, quienes nos aseguraban tener conocimiento de dónde estaba él; sin embargo, al final nos dábamos cuenta de que sólo eran extorsionadores. En aquel entonces yo no sabía qué era la delincuencia organizada. Para mí, descubrir todo eso fue como despertar a una película de horror, una película que no acaba”.

Este fin de semana, familiares de personas desaparecidas en Veracruz acudieron a centros forenses del estado y a la Dirección de Servicios Periciales, ubicada en Xalapa, para identificar a través de ropa y objetos si sus familiares están entre los restos de 174 personas hallados en fosas clandestinas localizadas el pasado jueves en la localidad de Arbolillo, en el municipio de Alvarado.  

Colectivos inconformes con las autoridades

Ahora –explica Marisel Torres–, “Familiares en Búsqueda ‘María Herrera’” trabaja arduamente en conjunto con otros 15 colectivos de Veracruz para ayudar a personas que tienen un familiar desaparecido.

“Yo ya tengo siete años buscando a mi hijo, así que puedo compartirles mi experiencia en este sentido. Trato de que no se sientan solos, porque cuando nosotros iniciamos esto, no sabíamos a quién acudir, nos sentíamos decepcionados por las omisiones de la autoridad, revictimizados. Además, ahora hay mucha gente en Veracruz que intenta lucrar con el dolor”.

La activista asegura que frente al reciente hallazgo de los restos de 174 personas, los 16 colectivos de la entidad se encuentran muy inconformes con las autoridades, toda vez que en la investigación incumplieron con lo dispuesto en la ley.

“Las autoridades, particularmente la Fiscalía, tenían el deber de avisarnos para que acudiéramos al lugar de los hechos, así lo establece la ley que fue aprobada, especifica que nosotros debemos participar en las tareas; sin embargo, en vez de avisarnos, salieron de repente a dar la noticia a los medios de comunicación. Tenemos un sentimiento de frustración. Nos parece muy raro que nos dejen al margen de las tareas de investigación”, agregó.

De acuerdo con un reporte del diario Milenio, hasta este lunes al menos 100 familiares de personas reportadas como desaparecidas han acudido a la Dirección de Servicios Periciales, sin embargo, no aún no se ha podido identificar a las víctimas.

La activista relata que entre los objetivos del colectivo está que los familiares reciban una buena atención por parte de la autoridad. Asimismo, cuando el cuerpo de alguien es encontrado, se ayuda a los familiares con recursos para los gastos funerarios. “En nuestra lucha, hemos pasado de ser amas de casa a abogadas, investigadoras, peritos, médicos forenses y otras profesiones, ya que hay organizaciones que nos dan talleres, y hemos ido aprendiendo a desenvolvernos, a interpelar a las autoridades, a exigirles que cumplan con su trabajo”, dijo.

Refiere que, como red de colectivos, se han entregado con seriedad a la labor de búsqueda y conseguido algunos logros, como el hallazgo de cuerpos en el rancho “La Gallera”, que en el año 2011 fue incautado por la banda de los “Zetas” a sus dueños para ser utilizado como lugar de exterminio hasta 2016”.

En cuanto al apoyo que el colectivo “Familiares en Búsqueda ‘María Herrera’” ha recibido de la Iglesia católica, Marisel Torres señala que éste ha sido vasto y de mucha utilidad. “El padre Jorge ha sido para nosotros un gran luchador; hemos contado todo el tiempo con su apoyo; él, por ejemplo, nos consigue espacios para nuestras reuniones, como recientemente en que nos dieron un taller de Antropología; el batalló para conseguirnos el lugar”, explicó.