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La Virgen de Guadalupe acompaña la ayuda a los damnificados de Acapulco

Luego de 12 horas viaje el tráiler, acompañado por la imagen de la Virgen de Guadalupe, entregó la ayuda para los damnificados de Acapulco.

POR  Jorge Reyes
9 noviembre, 2023
La Virgen de Guadalupe acompaña la ayuda a los damnificados de Acapulco
El tráiler enviado por Cáritas de la Arquidiócesis de México y acompañado con la imagen de la Virgen de Guadalupe llegó con la ayuda para los damnificados de Acapulco. Foto Jorge Reyes.

Durante el viaje de 12 horas, la Virgen de Guadalupe acompañó el viaje de este tráiler con la ayuda para los damnificados de Acapulco por el huracán Otis de categoría 5 que devastó el puerto.

La oscuridad de la madrugada aún cubre la Ciudad de México, pero una luz celestial brilla ya en el sur. Dos bellas imágenes de la Virgen de Guadalupe iluminan la cabina de un tráiler rojo y su caja blanca, asegurando que con su manto estrellado protegerá su preciada carga.

En la Parroquia de la Esperanza de María en la Resurrección del Señor, todo se encuentra listo y dispuesto para que ese pesado vehículo con 27 toneladas de diversos productos de primera necesidad, enviados por Cáritas Arquidiócesis de México, viaje a Acapulco, Guerrero, para que sean entregados a los damnificados por el huracán Otis.

Con la bendita imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe, que lo acompaña en este viaje, el conductor del tráiler, Salvador Bautista, inició a las 4 de la mañana del 7 de noviembre el trayecto de 360 kilómetros que, a través de la Autopista del Sol, llevará a los hermanos de Acapulco los productos donados por los fieles de las VI y VII Vicarías de la Arquidiócesis de México, así como de las Diócesis de Azcapotzalco.

Custodiado por el costado izquierdo y por la parte trasera con las imágenes de la Morenita del Tepeyac, el pesado camión avanzaba lentamente, a veces a 10 o 15 o 20 kilómetros por hora, por las subidas y bajadas de la carretera.

La compañía de la Virgen de Guadalupe fundamental en el viaje con la ayuda para los damnificados

El trayecto no estuvo exento de dificultades, las cuales gracias a la compañía y protección de la Virgen de Guadalupe fueron mínimas y se superaron sin mayores problemas, para que la ayuda llegara a los damnificados del huracán. Primero, antes de las 8 de la mañana, a unos metros de llegar a la zona conocida como 4 Vientos, una de las llantas traseras reventó.

La revisión y cambio de la refacción permitió corroborar que el daño de la llanta no fue tan grave, ya que solo tuvo una rajadura, por lo que ninguno de los otros neumáticos sufrió daño.

Un segundo incidente se presentó en un tramo en el que pese a la lentitud con que avanzaba el tráiler, una burbuja de aire provocó que una gran parte de la lona con la imagen de la Virgen de Guadalupe se zafara, lo que obligó a que se disminuyera aún más la velocidad.

Por 20 kilómetros el conductor hizo maniobras para evitar el desprendimiento total de la lona que se sostenía solamente de una esquina que estaba aferrada a la puerta del camarote, pues de soltarse podría caer en el parabrisas de un vehículo y provocar un accidente grave. Al llegar a la caseta de cobro de Puente Morelos el conductor se pudo detener para retirar la imagen.

La fe y la esperanza guían la voluntad para cumplir la meta

La distancia entre la Ciudad de México y el puerto de Acapulco en carro se estima en 4 horas aproximadamente. En el tráiler de la Transportadora Mares, propiedad de Mario Ramírez Robles, quien apoyó con el préstamo de la unidad y los gastos correspondientes, el tiempo se extendió a 12 horas.

Así, al sumar las condiciones de calor extremo con la carga de 27 toneladas de ayuda humanitaria, el recorrido se tornaba complicado por el esfuerzo que implicaba para que el motor se sobrecalentara y ocasionara que la ayuda no llegara a su destino.

La destreza de conductor, junto con la compañía y custodia de la Santísima Virgen de Guadalupe, fueron fundamentales para que la ayuda llegara a Acapulco sin mayores contratiempos o averías mayores como las que sufrieron al menos una docena de camiones y tráileres que se encontraban varados a un costado de la carretera y se pudiera entregar a los damnificados.

La Virgen de Guadalupe se abre camino en el devastado Acapulco para entregar la ayuda a damnificados

Unos 20 kilómetros antes de entrar a Acapulco aún se pueden ver los estragos que ocasinó el huracán Otis en el puerto, pese a que hombres con maquinaria y camiones trabajan en el retiro de toneladas de tierra y restos de árboles derribados por los vientos extremos. Desde la cabina del tráiler, por la misma altura que se tiene, los efectos se perciben aún más.

Pero al entrar a la ciudad el desconcierto es mayor, sobre todo si las primeras escenas que se aprecian son las de decenas de personas que se arremolinan alrededor de los vehículos particulares que se detienen y que les llevan algún tipo de apoyo, sobre todo agua embotellada.

El tráiler con la Virgen de Guadalupe que acompaña las 27 toneladas de ayuda avanza de manera lenta los kilómetros que faltan para ingresar al Maxi Túnel, mientras un olor fétido provocado por la gran cantidad de basura acumulada que recibe los fuertes rayos del sol.

Al paso del camión, mientras los conductores y los peatones miran pasar la unidad con la imagen de la Morenita del Tepeyac, se levanta una gran cantidad de polvo que provoca que los ojos se irriten y que el panorama de espectaculares, tiendas y edificios destruidos sea más deprimente.

Misión cumplida: 27 toneladas de ayuda de la Ciudad de México son entregadas

Pasaron más de 12 horas desde que el tráiler, acompañado con la imagen de la Virgen de Guadalupe, partiera de la Parroquia de la Esperanza de María en la Resurrección del Señor, y poco después de las 4 de la tarde ha cumplido con su misión al llegar a la Nueva Catedral de Acapulco para entregar su preciada carga, la ayuda para los hermanos necesitados.

A la entrada ya se encuentran casi una veintena de jóvenes voluntarios listo para descargar los productos de primera necesidad para ayudar a los damnificados por el huracán Otis. De inmediato se acercan y ven la imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe que parece decirles: Aquí tienen la ayuda que les hemos traído con amor desde la Ciudad de México.

Mientras los voluntarios bajan y llevan al interior de la Catedral muchos de los productos, vehículos con personal de las parroquias cercanas de San Antonio de Padua, Nuestra Señora de Covadonga, San José Obrero, Nuestra Señora del Carmen y San Judas Tadeo recogen parte de la ayuda para llevarlos y atender algunas de las necesidades de sus fieles.

En tanto, habitantes del puerto se acercan y preguntan si van a iniciar con el reparto de la ayuda en ese momento y se les informa que será hasta el otro día, una vez que se integren las cajas de despensa que se les darán. Pese a que su necesidad es mucha, entienden y se retiran esperando a que llegue el nuevo día para ir en busca de ese apoyo.

La Virgen de Guadalupe Brinda consuelo maternal a sus hijos de Acapulco

Así, con un camino acompañados y resguardados con la protección de la Santísima Virgen de Guadalupe se logró llevar la ayuda que muchos fieles de la Ciudad de México entregaron para nuestros hermanos damnificados por el huracán Otis hace dos semanas.

De esta manera, el maternal consuelo de la Virgen María de Guadalupe se ha hecho presente no sólo en las imágenes que su Hijo Jesucristo permitió que permanecieran de pie pese a los vientos destructores, como en la Quebrada, sino en la ayuda que está llegando a las comunidades afectadas por el huracán.



Autor

Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM, con una trayectoria de casi 30 años como periodista, en Reforma, El Centro y Notimex, y funcionario de comunicación social en dependencias de gobierno y legislativas. Actualmente trabaja como periodista especializado en temas de religión.