Ante la cercanía de la Navidad, intensifiquemos la oración por la paz

Leer más

El hermano sol: un faro de esperanza para cuidar el medio ambiente y enfrentar los desafíos energéticos

La energía solar puede ayudar a cuidar el medio ambiente, en un mudo actualmente contaminado por el uso de combustibles fósiles.

POR  IMDOSOC
9 octubre, 2024
El hermano sol: un faro de esperanza para cuidar el medio ambiente y enfrentar los desafíos energéticos
En "Hermano Sol", el Papa sugiere una central agrovoltaica en el Vaticano para abastecer energía y generar ingresos cultivando productos debajo de los paneles solares. Foto: Especial

Por: Mary Flores y Mariano Birlain

¿Cómo aprovechar al hermano sol para cuidar el planeta y enfrentar los desafíos energéticos? ¿Recuerdas algún momento en el que te detuviste a contemplar cómo el sol transforma el cielo en un lienzo de colores cálidos, en un amanecer o atardecer? 

Aquel instante divino es como un abrazo celestial, y nos recuerda que el sol es parte del motor de la creación. Esta experiencia, no solo nos conecta con la belleza de la naturaleza, sino que también resuena con los mensajes de la encíclica ‘Laudato Si’ del Papa Francisco, en la que nos invita a reconocer nuestra interconexión con el entorno y asumir la responsabilidad de cuidar nuestra casa común. 

Este mensaje se reafirma en La Carta Apostólica “Hermano sol” escrita también por el  Papa Francisco, en la que expresa lo siguiente: “… invité a toda la humanidad a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios en sus estilos de vida, producción y consumo, con el fin de contrarrestar el calentamiento global, que tiene, entre sus principales causas, el uso generalizado de combustibles fósiles …”.

En el caso de México, el 72.56% de la generación eléctrica total proviene de fuentes fósiles, es decir a través de la quema de petróleo, gas natural y carbón. Este hecho coloca al sector eléctrico cómo uno de los sectores más contaminantes, al contribuir con el 36.6% del total de los gases de efecto invernadero que se generan en el país.

En la misma Carta el Papa comunica: “La humanidad dispone de los medios tecnológicos necesarios para afrontar esta transformación ambiental y sus perniciosas consecuencias éticas, sociales, económicas y políticas y, entre ellas, la energía solar juega un papel fundamental…”.

En este sentido, en México el 3.6% de la energía es generada a través de fuentes renovables. Si bien este dato demuestra que hay un avance en la implementación de energías renovables en el país, también evidencia la gran necesidad de impulsar con mayor fuerza este tipo de fuentes de energía.

A este respecto, se han impulsado proyectos, que además de generar un beneficio ambiental, brindan un beneficio social; como el proyecto Ejido Solar, el cual además de aprovechar la energía solar para producir energía eléctrica también representan una oportunidad de desarrollo comunitario en el sector rural de México al otorgar un beneficio económico a la comunidad a través de la venta directa de la energía eléctrica generada. Este proyecto es impulsado por la Iniciativa Climática de México,  con apoyo del programa UKPACT en México y colaboración con los estados de Guanajuato y Jalisco a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial del Estado de Jalisco (SEMADET) y la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial del Estado de Guanajuato.

Además de las energías renovables, también entra en juego la eficiencia energética; la cual consiste en aprovechar de mejor manera el consumo de energía eléctrica, reduciendo su uso a la vez que se evita su desperdicio,  sin afectar el desarrollo de cualquier actividad. Esto mediante diferentes acciones a corto, mediano y largo plazo.

A escala de la vida cotidiana, hay acciones que se pueden implementar de inmediato. Por ejemplo, de acuerdo con LUTRON, el 60% de los mexicanos deja la luz encendida y no es utilizada; por otra parte WWF menciona que los dispositivos en desuso que se encuentran conectados pueden consumir hasta el 10% de la energía que consumen cuando están funcionando.  Por  lo tanto, dos acciones sencillas y accesibles es apagar las luces cuando no se ocupan  y desconectar los aparatos en desuso. Así mismo, el cambio de focos representa un cambio significativo para el ahorro de energía y del bolsillo pues de acuerdo con la CFE, los focos ahorradores, iluminan igual que los incandescentes y consumen 75% menos energía. 

Hacia el futuro, se puede apostar por la adquisición de electrodomésticos o equipo de cómputo que cuentan con certificados de eficiencia, con menor consumo e impacto ambiental. Estas acciones pueden reducir significativamente el gasto de los hogares al reducir el consumo de energía eléctrica, al generar ahorros en los costos de energía de entre un 20% y un 80%. Mientras que la implementación de estas acciones, junto a la instalación de un sistema fotovoltaico, pueden incrementar los ahorros hasta en un 90% y reducir en el mismo porcentaje el impacto ambiental.

Retomando La Carta Apostólica “Hermano sol”, en donde el Papa propone instalar una central agrovoltaica (término para definir la mezcla de agricultura con fotovoltaica) en el Vaticano, la cual, además de abastecer energéticamente a la Ciudad, puede generar ingresos extra, al aprovechar el espacio de la central fotovoltaica para actividades agrícolas. Esto mediante la siembra de diversos productos debajo de los paneles fotovoltaicos. 

En México, este camino solar ya se comenzó a emprender por algunos templos católicos como la Parroquia Santa María Reina de Monterrey, en el estado de Nuevo León,  la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús Madero, en Ciudad Madero, Tamaulipas, la Parroquia del Señor de la Salud en Villachuato, Michoacán entre otros. En donde ya se han instalado centrales fotovoltaicas para reducir el consumo de electricidad.

Como hemos visto, a través de la exploración de experiencias en distintas escalas, como la instalación de paneles solares en comunidades y templos, así como la implementación de acciones diarias, se puede visualizar que existen oportunidades de ahorrar energía y adoptar prácticas que ayudan a reducir la emisión de los gases de efecto invernadero. Estas iniciativas no solo contribuyen al cuidado del planeta, sino que también pueden ser una herramienta para  fortalecer el tejido social tanto a nivel nacional, parroquial y personal.

En este sentido, cada rayo de sol representa por una parte un faro de esperanza entre los desafíos energéticos que atender y por otra un recordatorio sobre la responsabilidad del cuidado del mundo que habitamos para apuntalar  hacia la construcción de un futuro más sostenible, a través de la transformación de la  fe y esperanza en acción.