El valor de la esperanza y la paciencia

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COLUMNA

Historias ciudadanas

El secreto de las y los abuelos

María Branyas, quien vivió dos guerras mundiales y una guerra civil, atribuyó en diversas ocasiones su longevidad a la paz y al amor encontradas en su familia.

23 agosto, 2024
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Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México. 

¿Es la salud mental un factor decisivo en la longevidad? Indudablemente la calidad emocional con la cual vivimos favorece nuestra salud física y de ello hay un gran ejemplo en el mundo.

 

María Branyas, quien fuera la persona más longeva y falleciera esta semana a los 117 años, atribuía el tiempo vivido al bienestar emocional, la interacción social y la convivencia con sus redes de apoyo.

Nacida en San Francisco y residente desde muy pequeña en Cataluña, España, no solo desafió las estadísticas, también demostró el valor de la salud mental en la calidad de vida durante la vejez.

Su longevidad no es un fenómeno aislado. Diversos estudios sugieren que una estrecha relación entre las y los abuelos con sus familias, especialmente con las y los nietos, fortalece el deseo de vivir, protege contra la soledad y fomenta un sentido de propósito. El optimismo se ha vinculado con una reducción del riesgo de enfermedades cardíacas y una mayor esperanza de vida.

Este 28 de agosto se conmemora en México el Día de las y los Abuelos, una fecha para recordar la importancia de acompañar y apoyar a quienes en algún momento de nuestra vida nos dedicaron su tiempo y voluntad.

De acuerdo con los reportes a la Línea Plateada, 55 5533 5533, del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, el principal motivo de las personas adultas mayores para buscar ayuda es el abandono reflejado en diversas circunstancias: ausencia de familiares, falta de acompañamiento al realizar trámites o involucrarse con dispositivos digitales.

María Branyas, quien vivió dos guerras mundiales y una guerra civil, atribuyó en diversas ocasiones su longevidad a la paz y al amor encontradas en su familia. Esta afirmación no es trivial. La interacción con seres queridos estimula el cerebro, promueve la producción de endorfinas y reduce los niveles de estrés.

El envejecimiento es un proceso natural. Sin embargo, la calidad de esta etapa no solo está determinada por los genes o el acceso a la atención médica, también por la riqueza de las relaciones humanas.

Cuando Guinness la reconoció como la persona más longeva del mundo, Branyas reveló parte de su secreto: “La tranquilidad, la buena conexión con la familia y los amigos, el contacto con la naturaleza, la estabilidad emocional y alejarse de la gente tóxica”.


Autor

Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.