Así puedes vivir el “Guadalupe-Reyes” sin vicios
¿Por qué no cambiar el “Guadalupe-Reyes” de excesos por un “Guadalupe-Reyes” de amor a la familia?
Desde el 12 de diciembre –fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe– y hasta el Día de los Reyes Magos, los mexicanos celebramos una serie de eventos con un profundo contenido religioso; muchos disfrutan estas fechas en medio de un ambiente de amor y armonía familiar, pero otros las ocupan para abonar a la desintegración de sus seres queridos a causa de sus vicios.
Y es que, de forma inconsciente, ven en el llamado “puente Guadalupe-Reyes” una oportunidad para “soltarse el freno”, principalmente en el consumo de alcohol y de drogas, sin pensar en el daño que esto ocasiona a sus seres amados.
¿Por qué no cambiar el “Guadalupe-Reyes” de excesos por un “Guadalupe-Reyes” de amor a la familia?
En este sentido, un buen propósito para estas fiestas navideñas es hacer un “Juramento” ante Dios y ante la Virgen de Guadalupe para apartarnos de los vicios o de cualquier otra práctica o conducta que nos aleja de la familia y nos ocasiona tristeza y desolación.
“Se trata de un propósito personal, humano, iluminado por la fe, en busca del apoyo y el auxilio de la Virgen María de Guadalupe, de San Juan Diego y de Dios”, explica el P. Raymundo Maya Paz, canónigo de la Basílica de Guadalupe.
El sacerdote considera que el “Juramento” será siempre un buen pilar para apoyarse en la toma de conciencia y en la búsqueda de un camino nuevo en la vida. Sobre todo en esta época en la que se vive un ambiente de escándalos, ruidos, fiestas, gastos y derroches, además de que no falta quien incita al consumo de alcohol y las drogas.
“Debemos tomar las fiestas guadalupanas, el Adviento, las Posadas, la Navidad y el Fin de Año como momentos de encuentro personal, familiar y de reconciliación, no para caer en la fiebre consumista y en los excesos, porque son fechas con mucho contenido religioso”, insiste el P. Maya Paz.
Un gran regalo
Es por eso que “jurar” antes y no hasta enero –cuando ya han pasado las fiestas y se ha caído en todo tipo de excesos– es un gran regalo de amor a Dios, a la Virgen de Guadalupe y, sobre todo, a la familia, que anhela un cambio y quiere pasar una bonita Navidad.
“Es muy difícil cumplir ese propósito en esta temporada, pero resulta algo muy alentador y constructivo para la familia. Sería el mejor regalo para los seres queridos y eso se valora mucho. Es por eso que invitamos a “jurar” a todas las personas que necesitan apoyarse en su fe para hacer el compromiso de vivir en paz las fiestas navideñas”, asegura el sacerdote.