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Un A-M-O-R pensado desde el cielo

Paulette Luca Cataño   ¿Qué significa amar? ¿Cómo aprendemos a amar? Por ejemplo, nadie puede patinar si no empieza practicando. Y para amar también debemos aprender cómo hacerlo. En esta ocasión, amigo lector, te quiero hablar sobre el Sagrado Corazón de Jesús, quien es el Maestro del amor verdadero. Este año su fiesta se celebra […]

Paulette Luca Cataño

 

¿Qué significa amar? ¿Cómo aprendemos a amar? Por ejemplo, nadie puede patinar si no empieza practicando. Y para amar también debemos aprender cómo hacerlo.

En esta ocasión, amigo lector, te quiero hablar sobre el Sagrado Corazón de Jesús, quien es el Maestro del amor verdadero. Este año su fiesta se celebra el 8 de junio. Cristo, en una aparición a Santa Margarita María Alacoque, prometió que bendeciría a las personas que siguieran esta devoción. Pero, ¿qué nos enseña Cristo en esta devoción a Su amor? Nos enseña a conocer lo que lleva en Su corazón para que aprendamos a amar.

Dietrich Von Hildebrand, un filósofo católico del siglo pasado, en una de sus más grandes obras, conocida como “El corazón”, hace un análisis sobre cómo las personas tenemos la capacidad de pensar, tomar decisiones y actuar ante una situación; sin embargo, también habla sobre otra capacidad que tenemos, la cual se centra en la afectividad. Es decir, él habla sobre nuestros sentimientos y nuestra capacidad de amar. Nos propone el mejor modelo para mejorar la manera en la que amamos, el cual es Cristo, en la devoción a Su Sagrado Corazón.

A continuación, veremos como en la palabra A-M-O-R podemos encontrar claves para comprender esto y aplicarlo en tu matrimonio y familia:

A. Amar o sentir amor por alguien es buscar su bien, ayudarlo y acompañarlo en los momentos alegres o de dolor. El amor es la fuerza que mueve al mundo a ser un mejor lugar. “¿Puede alguien dudar que la fuente más profunda de felicidad en la tierra es el auténtico y profundo amor mutuo entre las personas, tanto si se trata de la amistad como del amor conyugal?” (D.V. Hildebrand)

M. El Matrimonio es un gran apoyo para la familia ya que, si la pareja está bien, se refleja en el bienestar familiar. Tu cónyuge y tú pueden poner en práctica una de las promesas de esta devoción. Ésta consiste en que vayan a Misa y comulguen los primeros nueve viernes de cada mes. Esta práctica les puede ayudar mucho a que sus problemas matrimoniales los resuelvan mejor con ayuda de la gracia de Dios.

O. La Oración es una herramienta que puede ayudar mucho a tu familia. Otra de las promesas que dio Cristo fue que dará paz a las familias. ¿Quién mejor para cuidar de tu familia que Dios? Los invito a que, en este mes, recen ante una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, una oración donde le pidan que cuide de su familia y que los ayude a amar de la manera que Él nos enseñó cuando vivió en la Tierra. También, les recomiendo que le pidan a un sacerdote que bendiga la imagen del Sagrado Corazón de Jesús que vayan a poner en su hogar.

R. La Redención de Cristo. “Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que crea en Él no muera, sino que tenga vida eterna”. (Juan 3, 16) Con esto podemos comprender no sólo que Cristo tuvo un corazón humano para experimentar sentimientos como alegría y tristeza, sino que también nos amó tanto que, nos enseñó a amar de la manera más grande, dando su vida para la salvación de nuestra alma.

No es fácil amar así, pero no hay que desanimarse, podemos pedirle al Espíritu Santo que nos regale los dones de fe, esperanza y caridad (1 Corintios 13,13). Recuerda que el amor es la cura para el dolor y sufrimiento que existe en el mundo.

Que el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María te ayuden a vivir este amor pensado desde el cielo para tu Matrimonio y tu familia.