Los ‘10 más’ de un sacristán
A.M.S.E. Nos hemos acostumbrado a ver al sacristán de la iglesia donde asistimos a Misa, pero ¿conocemos y valoramos su trabajo? Entrevistamos a algunos sacristanes de la Arquidiócesis de México. Te compartimos sus respuestas para que conozcas un poco más de su labor, y también para pedirte que no te olvides de encomendarlos al […]
A.M.S.E.
Nos hemos acostumbrado a ver al sacristán de la iglesia donde asistimos a Misa, pero ¿conocemos y valoramos su trabajo?
Entrevistamos a algunos sacristanes de la Arquidiócesis de México. Te compartimos sus respuestas para que conozcas un poco más de su labor, y también para pedirte que no te olvides de encomendarlos al Señor.
- ¿Lo más satisfactorio?
El crecimiento espiritual. Que no sólo me beneficia a mí, sino que me ha ayudado mucho en la relación con mi familia, amigos y conocidos.
- ¿Lo más cansado?
El horario. Trabaja uno toda la semana, y más los domingos y días festivos. Cuando hay Misa de 7 am hay que madrugar, cuando hay Misa de 9 pm hay que desvelarse.
- ¿Lo más exigente?
Tener la disposición para hacer lo que te pidan, por ejemplo labores humildes de limpieza, y para ir a donde sea, cambiar de parroquia, de rumbo, de comunidad. Cuando haces mancuerna con el párroco, si lo cambian, te vas con él, a veces muy lejos de casa.
- ¿Lo más interesante?
La diversidad de lo que tienes que hacer. A veces te toca hacerle también de monaguillo, o de lector. Nunca sabes qué vas a tener que hacer y eso hace que la labor no sea monótona, siempre hay algo diferente.
- ¿Lo más conmovedor?
Que a pesar de mis defectos, Dios me haya llamado a servirlo. Me siento muy agradecido. Y no considero que la mía sea simplemente una ‘chamba’, si así fuera, ya hubiera renunciado. Para mí es un apostolado, un servicio a Dios y a mis hermanos.
- ¿Lo más desafiante?
El trato con los distintos sacerdotes. Tener capacidad de adaptación, buena voluntad, y ponerme listo para recordar cómo cada uno prefiere que le ayude.
- ¿Lo más esperado?
Que hubiera cursos de actualización para sacristanes, que pudiéramos tomar para estar cada vez mejor preparados. Que hubiera buen material que pudiéramos leer, estudiar, por ejemplo, un manual. Y reuniones para conocernos entre nosotros, hacernos amigos.
- ¿Lo más desconocido?
Que no sólo hay varones, sino también sacristanas. Y por cierto excelentes.
- ¿Lo más entretenido?
El trato con la gente. Por lo general, es muy respetuoso y enriquecedor. Conoce uno a toda clase de personas, hace buenas amistades, aprende.
- ¿Lo más importante cada día?
Al llegar y al salir, ponerme en las manos de Dios, para pedir por mis seres queridos, agradecerle mi trabajo y encomendárselo.