¿Es congruente ser cristiano y vivir deprimido?

Leer más

Guía para una buena meditación cristiana

Conoce los pasos para realizar una meditación cristiana que te ayude a tener un encuentro con Dios.

2 junio, 2023
Guía para una buena meditación cristiana
Conoce cómo hacer una buena meditación cristiana. (Foto: Especial)

Monseñor Luis Manuel Pérez Raygoza, Obispo Auxiliar de México, nos ayuda a realizar una buena meditación cristiana con estos sencillos pasos.

Preparación para la meditación cristiana

Paso 1 – antes de la meditación

  • Reflexionar acerca de qué me conviene meditar.
  • Tener claridad, tener un diálogo con mi director espiritual, sobre aquello que necesito meditar durante un período determinado en mi itinerario espiritual.
  • Preparar los puntos de la meditación la noche anterior.

Paso 2 – en el momento de la meditación

  • Adoptar una adecuada postura corporal.
  • Realizar algunos ejercicios de relajación corporal.
  • Realizar algunos ejercicios de respiración.
  • Hacer conciencia de la presencia de Dios.
  • Hacer una oración preparatoria, preferentemente una invocación al Espíritu Santo.
  • Recordar los puntos de la meditación (o releer el texto bíblico que meditaré).
  • Meditar uno por unos los puntos previamente fijados.
  • Hacer algún propósito que me ayude a llevar a la vida lo que he meditado.
  • Establecer un coloquio con el Señor sobre aquello que medité.
  • Hacer una oración final: gratitud, alabanza, etc.

Paso 3 – después de la meditación

  • Revisar brevemente los puntos meditados durante la mañana en momentos importantes del día. Por ejemplo, a la hora del Ángelus (mitad de la jornada), en alguna visita al Santísimo Sacramento y en el examen de conciencia de la noche.

¿Cómo terminar la meditación cristiana?

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y persígnate.

Consejos prácticos para la meditación cristiana

  • Procura no ir a la meditación sin saber sobre qué meditar.
  • Elige temas de meditación que respondan a tu etapa de formación y a tus necesidades personales de acuerdo al ritmo y proceso de tu vida espiritual.
  • Sé consciente de que algunas veces, aunque hayas preparado los puntos a meditar, Dios nos puede inspirar otros puntos que no teníamos previstos.
  • Saber detenerse en los puntos de meditación uno por uno. No abarques todo al mismo tiempo.
  • Si Dios te concede muchas luces en uno solo de los puntos de la meditación, quédate ahí, sin preocuparte por pasar al siguiente.
  • Detente en los puntos de meditación sin agotar el espíritu (es decir, sin cansar el alma). Cuando se agota un tema, es preferible pasar al siguiente.
  • Se pueden ir mezclando las reflexiones con afectos, exclamaciones, jaculatorias, pequeñas frases, afectos, etc.
  • Es necesario confrontar hechos de tu vida con las consideraciones que estas realizando. – Es recomendable que a lo largo del día reconsideres, al menos brevemente, los puntos meditados en la mañana para ver qué incidencia están teniendo en la conducta que has estado observando a lo largo de la jornada.

¿Qué ayuda a tener plena atención en la meditación?

  • Utiliza elementos físicos que te ayuden: una lectura espiritual (vida de algún santo, obras de los Santos), la Sagrada Escritura, un Rosario, un crucifijo
  • Puedes ambientar con música sacra.
  • Elige los elementos que estén a su alcance para hacer una buena meditación.
  • Si alguien se distrae con su imaginación conviene que lo que esté meditando lo imagine para evitar distraerse.
  • Habrá momentos en los que no tengas nada físico, ante esto, una opción es repetir en tu mente una breve oración o un pasaje bíblico que sepas de memoria.

Ejercicio básico de meditación

  • Contempla un crucifijo y medita:
  • ¿Quién está ahí? ¿Por qué está ahí en la cruz? ¿Qué ha hecho Él por ti?
  • Ante el amor de Jesús, responde:
  • ¿Qué haces tú? ¿Cómo le has respondido?
  • Reflexiona:
  • ¿Qué voy a hacer por ti Señor?


Autor

Lic. Comunicación y Periodismo por la UNAM, actualmente coordina el área de Comunicación Pastoral de la Arquidiócesis Primada de México que incluye el área digital de esta Iglesia particular, apasionada por las redes sociales y la pastoral arquidiocesana. Cuenta con un Diplomado en Comunicación Transmedia y Crossmedia, especializada en marketing digital, Community Manager y Content Manager.