Evangelio del día y reflexión breve – 3 de mayo de 2022
Sabemos que Jesús es el Pan vivo que da vida al mundo; pero, ¿era también el maná para los judíos “pan de vida” en la experiencia del Éxodo?
Evangelio del día
El Evangelio del día Juan 6, 30-35. Ellos entonces le dijeron: “¿Qué señal haces para que viéndola creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: Pan del cielo les dio a comer”. Jesús les respondió: “En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien les dio el pan del cielo; es mi Padre el que les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo”. Entonces le dijeron: “Señor, danos siempre de ese pan”. Les dijo Jesús: “Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed”.
Reflexión del Papa Francisco:
Sobre el Evangelio del día. Además del hambre física, el hombre lleva en sí otra hambre, un hambre que no puede ser saciada con el alimento ordinario: hambre de vida, hambre de amor, hambre de eternidad.
El signo del maná -en la experiencia del Éxodo- contenía también esta dimensión: era figura de un alimento que satisfacía esta profunda hambre que hay en el hombre. Pero ese sólo era su signo. Jesús es quien nos da realmente este alimento; es más, es Él mismo el Pan vivo que da la vida al mundo.
Su Cuerpo es el verdadero alimento bajo la especie del pan; su Sangre es la verdadera bebida bajo la especie del vino. No es un simple alimento con el cual saciar nuestro cuerpo, como el maná; el Cuerpo de Cristo es el pan de los últimos tiempos, capaz de dar vida, y vida eterna, porque la esencia de este pan es el Amor.
Con información de Catholic.net