Moisés Lira: Apóstol de la Bondad
La vida del P. Lira nos mostró el amor cercano del Padre celestial. Sus preferidos eran los enfermos, pobres y encarcelados
P. David Padrón, MSps. Ha sido Vicario parroquial. Investigador, Asesor de Pastoral, promotor vocacional, profesor, colaborador en la formación de los religiosos de su congregación y acompañante espiritual. Actualmente es el Procurador General de su congregación desde septiembre de 2021 en Roma, Italia. En agosto de 2022 fue nombrado Postulador General de las causas de canonización de la Familia de la Cruz. Es autor de diversos artículos sobre Espiritualidad de la Cruz. Coautor de algunos libros sobre la Beata Concepción Cabrera y su espiritualidad.
El P. Moisés Lira Serafín, Misionero del Espíritu Santo se caracterizó por el cuidado de los menores y de las personas vulnerables. Desde muy pequeño, Moisés vivió la experiencia de la orfandad, ya que su madre murió cuando él era un niño de cinco años. Posteriormente, a causa del trabajo de su padre, lo confió, en su adolescencia, al cuidado de un sacerdote ya que contrajo segundas nupcias.
Como sacerdote desarrolló una afinidad especial en el apostolado con los menores, formaba grupos de acólitos a los cuales les brindaba una sólida catequesis, llevaba de paseo y jugaba futbol. De estos grupos florecieron muchas vocaciones sacerdotales y religiosas, seguramente motivados por el testimonio de ese sacerdote al que veían como un padre cercano, respetuoso y que los trataba con dignidad.
Algunos testigos del proceso de canonización aseguran que el Padre Moisés poseía un espíritu de sencillez, como un niño. En una ocasión expresó en su oración “Dios protégelos, me duele el alma cuando veo el desprecio que hacen a los pequeños”. Esta experiencia seguramente estaba fundada en un gran sentido de Infancia Espiritual, que expresaba en su lema: “Es necesario ser muy pequeño para ser un gran santo”.
La vida del P. Lira nos mostró el amor cercano del Padre celestial. Sus preferidos eran los enfermos, pobres y encarcelados. Para llegar a las personas en dificultad, fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada que atienden escuelas, hospitales, misiones y una clínica psiquiátrica.
Con la reciente beatificación de este sacerdote que optó por los desfavorecidos, se nos da un modelo de cristiandad comprometida con la protección de menores y personas vulnerables. Este testimonio nos alienta a la vivencia de relaciones seguras entre el pueblo de Dios y sus ministros. Pidamos su intercesión para que la Iglesia sea una casa segura donde todos, en especial la niñez y los vulnerables, sean el centro, tal como lo predicó y vivió nuestro Maestro Jesús de de.
R.P. David Padrón, MSpS´ es postulador General de la Familia de la Cruz