Impulsemos el deporte
El fomento al deporte es una apuesta por un verdadero desarrollo contra la violencia.
Citius, Altius, Fortius (más rápido, más alto, más fuerte), es el lema de los Juegos Olímpicos al que este año se le agregará posiblemente la palabra: ‘communis’. Fue un fraile dominico, Henri Didon, quien en 1891 ideó el tan conocido lema, y ahora se le estaría añadiendo esta última palabra para quedar así: “más rápido, más alto, más fuerte-juntos”.
La cuarta palabra –cuya aprobación depende aún del Comité Olímpico Internacional, el cual se reunirá en los próximos días– hace referencia a ese deseo de unidad mundial que cada cuatro años queda de manifiesto en esta justa deportiva, capaz de hermanar a casi todos los países, culturas, razas y credos religiosos.
También, cada cuatro años, los Juegos Olímpicos son una gran oportunidad para que el deporte llegue a millones de personas, especialmente, niños, adolescentes y jóvenes, quienes ven en estos atletas -los mejores del mundo- ejemplos positivos de vida; y en el propio evento, un escenario inigualable donde conviven valores universales como la paz, el amor, la tolerancia, el respeto, la transparencia, el reconocimiento al esfuerzo ajeno y el sueño de superación personal, en los planos físico y espiritual.
La delegación mexicana que participará en los Juegos Olímpicos de Japón conforma un selecto grupo que ha llevado su desarrollo y preparación a niveles extraordinarios. ¡Que la Virgen de Guadalupe los asista en esta prueba!
Pero, ¿cuántos jóvenes en México tienen estas mismas posibilidades de desarrollo? Seguimos estando en deuda con ellos. No hemos sabido acompañarlos ni crear las condiciones para hacer realidad los ideales de “más rápido, más alto y más fuerte” que inspiran a los atletas que buscan competir en unas olimpiadas.
Al contrario, por querer hacer las cosas más “rápidas”, en ocasiones las hemos hecho sin calidad o malhechas; por querer hacer para ellos las cosas más “altas”, a veces se vuelven costosas e inaccesibles; y por querer ofrecer las cosas más “fuertes”, en algunos casos las hemos hecho toscas, brutas y sin utilidad.
A unos días del inicio de las competencias, hacemos un llamado para que los Juegos Olímpicos sean una oportunidad de voltear a ver a nuestros jóvenes y escuchar sus respuestas a las preguntas: ¿qué buscan?, ¿qué les preocupa?, ¿qué necesitan?, ¿qué es lo que nos gritan? Y trabajemos juntos por ello.
En el ámbito del deporte, sabemos que hacen falta más y mejores instalaciones; becas para que puedan compaginar el deporte con sus estudios; apoyo económico a atletas de alto rendimiento, campañas para promover el deporte, más espacios públicos para practicarlo, entre otras muchas cosas.
El fomento al deporte es una apuesta por un verdadero desarrollo de la personalidad, que ayude a proteger a los jóvenes de la violencia y de los vicios que hoy hieren en lo profundo a México.