Enfrentamiento en La Corregidora: ¡Basta de violencia!
Lo ocurrido en el partido entre Atlas y Querétaro son imágenes que retratan las graves consecuencias de la descomposición del tejido social; para detener esto no basta solo un refuerzo de seguridad.
Las imágenes del violento enfrentamiento entre aficionados de los equipos Querétaro y Atlas en el estadio Corregidora le han dado la vuelta al mundo. Los videos de hombres brutalmente golpeados y familias buscando refugio de la violencia nos horrorizaron a todos.
Estas imágenes son especialmente impactantes porque ocurren en lo que debería de ser un espacio recreativo y un ambiente familiar. En palabras del Papa Francisco, el deporte, además de ser entretenimiento, es una herramienta para comunicar los valores que nos ayudan a construir una sociedad pacífica: lealtad, amistad, compañerismo y solidaridad.
Lo acontecido en el partido de este sábado refleja exactamente lo contrario. Son imágenes que retratan las graves consecuencias de la descomposición del tejido social: violencia extrema y agredir al prójimo a la menor provocación.
Lamentablemente, los hechos ocurridos en el estadio son solo un reflejo del grave estado de la sociedad mexicana, donde la polarización y la falta de valores llevan al extremo de golpear al de a lado solo por portar la playera del equipo contrario.
Para detener esta descomposición no basta únicamente con un refuerzo de la seguridad en los estadios: es necesario restaurar la estructura social desde la base. Este domingo, en México celebramos el Día de la Familia, la institución más importante para transmitir los valores que nos enseñan a convivir fraternalmente, incluso en las competencias deportivas.
No estamos de acuerdo en absoluto con ningún acto de violencia. ¡Basta de violencia en México! Busquemos caminos razonables para lograr una convivencia más fraterna, en la que prioricemos el bien de todos.
Hacemos un llamado urgente a construir la paz a través de los valores, y a los gobiernos les pedimos priorizar la atención al núcleo social más importante, que es la familia, a partir de políticas públicas que la fortalezcan. Trabajemos unidos para que nunca más se repita un escenario de violencia como el que vimos este sábado en Querétaro.