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COLUMNA

Convicciones

Un pintor mexicano en Asia

De 2003 a 2004 decoramos la Iglesia de San Pablo en Leitza, San Sebastián, con un mural acrílico de San Pablo y las 15 estaciones del Viacrucis

15 diciembre, 2024
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Rubén Aguilar Valenzuela es profesor universitario y analista político. 

El libro Francico Barboa Valenzuela. Arista y Muralista Mexicano (México, 2024) reúne una buena parte de la obras de este artista, que desde finales de la década de 1940 vive en Asia.  El nació el 23 de julio de 2023, tiene ahora 101 años. Por ocho meses, Franciso y su esposa Anna Liang Lee, desde Taipéi, Taiwán, donde radican, y Lorena Sosa y el que escribe, desde la Ciudad de México, trabajamos para reunir el material, elaborar las fichas técnicas y dar formal texto. Ha continuación transcribo la Introducción que Francisco y Anna escribieron para el libro. 

A continuación compartimos con ustedes nuestras experiencias y vivencias en algunos de los lugares en los que hemos vivido y realizado murales, vitrales, Viacrucis y sagrarios, que son las obras más importantes de nuestra producción artística.

China

En 1965 en Hong Kong, Pancho Borboa y yo, Anna Liang Lee, nos casamos civil y religiosamente. Fuimos varias veces a China continental en busca de hermosos paisajes para pintar. En 1998, cuando vivíamos en Macao, el obispo Jin de Shanghái nos invitó a decorar varios edificios de su diócesis.

Volamos a Shanghái y fuimos recibidos muy calurosamente por el mismo obispo. Nos alojamos en su albergue durante un mes e hicimos varios diseños. Tuvimos la dicha de participar en la Santa Misa todos los días. Visitamos centros de desarrollo humano, y algunos conventos de religiosas. En uno de estos centros, recientemente construido, pintamos un gran mural, “Jesús de China”.

Hong Kong

Conocida como la Perla de Oriente, Hong Kong es el lugar más inolvidable para nosotros. Antes de que ese territorio regresara a formar parte China, el 1 de julio de 1997, estuvo gobernado por los británicos durante 156 años.

En 1965, en Hong Kong construimos nuestro primer nido de amor. La vida en este rincón del mundo es muy placentera. Es un puerto situado estratégicamente que goza de libertad. Este estatus le ha ayudado a convertirse en el centro comercial y financiero internacional más importante del sur de China; y ahora sigue siendo uno de los puertos de contenedores más grandes del mundo.

Allí conocimos amigos de todo el mundo y aprendimos sobre sus culturas. Esta apertura a la multiculturalidad ha dado forma a nuestro pensamiento y a la expresión de nuestra obra de arte. El clima subtropical en esta región es similar al de Macao y Taiwán, con frecuentes tifones en verano.

Durante el periodo de 1962 a 1980, la población fue creciendo de 3.3 millones a más de 5.2 millones. Recientemente, en el 2021 ha aumentado hasta 7.4 millones de habitantes. Este rápido crecimiento se debió, en gran medida, a la afluencia de refugiados de China continental después de la fundación de la República Popular China en octubre de 1949.

Trabajamos mucho en este lugar e hicimos muchas obras, pero diferentes circunstancias obligaron a mudarnos a Taiwán 1980.

Japón

En 1975, el padre Juan José Aguilar S.J., compañero de Pancho, nos llamó para decorar su centro de estudiantes en Nagasaki, Japón. Este edificio de cinco pisos es una donación del pueblo de México. Decidimos adornar con nuestro trabajo este edificio de forma voluntaria.

Volamos desde Hong Kong hasta Nagasaki con nuestro asistente y trabajamos allí un par de meses. Fue durante los meses de otoño y principios de invierno. El clima es seco, frío.

La gente de este lugar es de lo más amigable. Las mujeres siempre lucen una hermosa sonrisa en el rostro. Entre los siglos XVI y XVII, los cristianos sufrieron persecución en Nagasaki. Mientras estuvimos ahí, visitamos el Santuario de los Mártires y la montaña Unshen, donde muchos cristianos sufrieron persecución, fueron obligados a renunciar a su fe pisando imágenes cristianas (fumie), padecieron torturas de diversas formas y hasta fueron ejecutados mediante la crucifixión.

Años más tarde, volvimos a Nagasaki para exponer nuestras pinturas religiosas en acrílico. Luego, en el 2008 donamos un Viacrucis al Santuario de los Mártires de Nagasaki; son imágenes pintadas sobre azulejos cocidos.

Filipinas

Después de nuestro matrimonio en Hong Kong fuimos frecuentemente a Filipinas para realizar exposiciones y pintar murales entre los años de 1973 y 1980. Algunas visitas duraron sólo unas pocas semanas y otras algunos meses.

Filipinas es un hermoso país. La primera vez que aterrizamos en el Aeropuerto Internacional de Manila, lo que nos llamó más la atención fue su sol abrasador, las caras sonrientes y amables de los filipinos, los altos y modernos edificios que convivían con las casas humildes de hojalata.

En Filipinas la mayoría de la población es católica devota, excepto en Mindanao, la isla sureña por tener una mayoría musulmana. En una ocasión fuimos a la ciudad de Cebú, una de las más grandes del país ubicada en la costa este de la Isla del mismo nombre, donde instalamos un mural en el mausoleo de la familia Yusinco en 1987.

A pesar de ser una gran ciudad, la vida cotidiana pasa lentamente y la gente es muy relajada. Por las noches nos tendíamos sobre la pradera, bebíamos agua de coco y mirábamos la constelación de la Cruz del Sur que brillaba como diamantes en el cielo estrellado. Ahí tenemos muchos buenos amigos y tanto nos gusta este lugar y su gente que por un tiempo pensamos en emigrar a este país.

Taiwán

En 1980 dejamos Hong Kong para venir a vivir a Taiwán, donde compramos una casa. Aquí es donde hemos vivido la mayor parte de nuestras vidas. Es un país en rápido desarrollo. En 1949, el Partido Comunista se apoderó de China continental y el partido gobernante, entonces, se retiró a esta pequeña isla. En estos 74 años, progresó de una sociedad rural a una sociedad de alta tecnología, con desarrollo científico e industrial. Ahora tiene intensas relaciones internacionales con otros países.

Actualmente tiene 23.7 millones de habitantes, que disfrutan de plena libertad de expresión, de libertad política y religiosa. La población tiene nueve años de educación obligatoria y atención médica gratuita. Las religiones dominantes son el Taoísmo y el Budismo, y por ende, el Cristianismo es una minoría. La China continental reivindica la unificación de Taiwán por la fuerza. Esto provoca una tensión constante en su población y también con otras naciones.

Macao

En 1996 nos mudamos de Taiwán a Macao para ayudar al padre Luis Ruiz S.J. en su trabajo con los leprosos en la provincia de Cantón, en el sur de China. Mientras estuvimos ahí, gracias a Dios recibimos algunas peticiones de obras para decorar templos, escuelas y centros sociales. Algunos centros son residencias para ancianos y otros para acoger discapacitados. Estos edificios fueron construidos por el padre Ruiz.

Mientras vivimos en Macao, nuestra casita estaba en Taipa, cerca del centro para discapacitados. Yo daba clases de chino y realizaba también trabajo social. Pancho en el centro de discapacitados introdujo el trabajo con mosaico. Los discapacitados, cuyas mentes permanecen como las de un niño, resultaron ser los trabajadores más atentos. Una vez que se sentaban a componer los murales de mosaicos, siguiendo las instrucciones del dibujo de Pancho, nada podía separar su atención de lo que estaban haciendo. Estos aprendices discapacitados fueron muy valiosos para poder concluir varios de los murales que después se expusieron en Macao y se mandaron a Taiwán.

Macao es una península muy pequeña adyacente a la provincia de Cantón. En la actualidad, su principal atractivo para los turistas son sus mega casinos. Cuando vivimos allí en los años 1996-1999 aún era una colonia portuguesa. Luego, el 20 de diciembre de 1999, Macao fue reintegrado a la madre patria: la China continental, y se convirtió en la Región Administrativa Especial de Macao de la República Popular China. Nosotros salimos de Macao y fuimos a México.

La mayoría de sus habitantes de Macao, un pueblo de pescadores, adoran a Mazo (媽祖), que era hija de un pescador hace algunos cientos de años atrás. La leyenda cuenta que un día su padre y sus hermanos estaban pescando en alta mar, de repente vino una tormenta. Su barca de pesca estaba a punto de naufragar. Mazo (媽祖), preocupada por ellos, entró en trance durante su meditación y quedó inconsciente. Su alma abandonó su cuerpo y fue a salvar a su padre y a sus hermanos. Desde entonces la gente cree en su poder salvífico y por ello le construyó un templo a la orilla del mar.

Durante generaciones, los devotos han visitado su templo que está abierto las 24 horas. De ahí el origen del nombre de Macao. Pues el “templo de Mazo” se pronuncia “Ma- Kok”. Al no comprender el chino cantones, los portugueses tradujeron Makok por Macao.

Desde la llegada de los portugueses a Macao, este lugar ha sido estratégico para la evangelización de toda China, ha sido la puerta de entrada de misioneros, sacerdotes, religiosos y laicos. El catolicismo se introduce desde el norte de China con los franciscanos en el año 1303. Sin embargo, solo a partir de 1560, el sur de China y en concreto Macao, conoció el catolicismo gracias a los misioneros jesuitas. Le siguieron los dominicos, que llegaron en 1580, dos décadas más tarde, y después vinieron otras congregaciones religiosas en 1580.

Uno de los lugares más emblemáticos de Macao se llama “Las Ruinas de San Pablo”. Es la fachada de la iglesia que fue construida por los Jesuitas entre 1602 y 1640. Se quemó en 1835, y solo quedó su muy grande y bella fachada y la escalinata de entrada. Es uno de los íconos más preciados de Macao, ahora declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Malasia

Alrededor de 1982, viajamos a Kota Kinabalu, Sabah, Malasia Oriental, para decorar la nueva catedral que estaba en construcción. Los mosaicos y ventanas de fibra de vidrio se prefabricaron en nuestro taller en Taiwán, y de allí, las obras fueron enviadas por mar hasta Kota Kinabalu. Aquí encontramos a un herrero para que hiciera los murales de los versículos del Evangelio y el Viacrucis.

Al llegar a Kota Kinabalu, fuimos recibidos calurosamente por el vicario general, el padre Tobías Qi, que nos hospedó en su residencia. Convivimos con él por un mes. Cada noche el padre Qi compartía con nosotros sus experiencias misioneras en este puerto. Nos contó cómo enfrentó la práctica de la magia en la que creían sus feligreses. También tuvimos la oportunidad de encontrarnos con misioneros que trabajaban con las poblaciones de las montañas, que bajaban a la ciudad en busca de provisiones y se hospedaban en la residencia del padre Tobías. Nos hablaron de las casas comunales donde los nativos vivían juntos bajo un mismo techo, y de las dificultades que tenían en la montaña para recolectar el rota (rattán) que se usa para la elaboración de muebles.

Malasia es un país de mayoría musulmana y en la ciudad hay una mezquita con un altavoz instalado en su torre con un alcance de ocho kilómetros, que proclama el Corán cinco veces al día con una melodía muy agradable.

Kota Kinabalu es la capital del estado malasio de Sabah. Se encuentra en la costa noroeste de Borneo, frente al Mar de China Meridional. Este hermoso puerto lleva el nombre de su montaña  Kinabalu, el pico más alto del sudeste asiático. Aquí esté el hogar del orangután. Durante un descanso del trabajo, tomamos una camioneta para escalar el Monte Kinabalu con el objetivo de conocer a los orangutanes y su hábitat natural.

En la montaña había una agencia de viajes donde pudimos alquilar una bonita cabaña y contratar un guía. Nuestros planes de escalar la montaña se vieron frustrados por una intoxicación causada por la comida enlatada que traíamos con nosotros. Nos quedamos unos días en una cabaña para recuperarnos, luego regresamos al sitio de la iglesia para continuar con nuestro trabajo de decoración.

México

La primera vez que Pancho me llevó a Guadalajara, México, fue en 1968 cuando su generación del Instituto de Ciencias realizó una celebración, para recordar cuando se graduaron. En ese momento mi nivel de español era cero. Sin embargo, con el inglés nos comunicamos bastante bien entre los compañeros de Pancho y sus familias. Nos reuníamos en diferentes casas de sus compañeros. Todos los días eran días de fiesta.

Los compañeros de Pancho que vivían en la Ciudad de México nos invitaron a reunirnos con ellos.  Nos llevaron a visitar el Museo de Antropología, Teotihuacán, Xochimilco, la Plaza de las Tres Culturas y muchos sitios más.

En 1985 tuvimos la primera exposición artística en la ciudad Guadalajara en el Instituto Cultural Cabañas.  En los siguientes tres años expusimos acuarelas en la Ciudad de México, Guadalajara y Los Mochis. En ese entonces compramos nuestro departamento en Guadalajara y montamos un taller. De 1985 al 2006 vivimos entre Taiwán y México, y realizamos murales para Hong Kong, Taiwán, España y México. A partir de 2006 nos quedamos ya de fijo en Taiwán para seguir realizando nuestra misión de evangelización a través del arte.

México hermoso y querido, qué bonitos recuerdos tenemos de ti. En esta tierra de cactus y águilas viven las personas más amigables y hermosas del mundo. Ahí pasamos algunos de los mejores años de nuestras vidas.

España

Este hermoso país es el que más veces hemos visitado, atraídos por sus paisajes, cultura, historia y amigos. Entre 1989 y 2004 expusimos nuestras acuarelas y acrílicos en Bilbao, Madrid, Santander y Vitoria.

En el 2001 instalamos dos murales en Loyola. De 2003 a 2004 decoramos la Iglesia de San Pablo en Leitza, San Sebastián, con un mural acrílico de San Pablo y las 15 estaciones del Viacrucis. En España viven amigos muy queridos y cercanos con los cuales aún mantenemos comunicación todos los días.

Ana Liang y Pancho Borboa 

Taipéi, Taiwán


Autor

Rubén Aguilar Valenzuela es profesor universitario y analista político.