Termina mal el año 2025

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COLUMNA

Convicciones

Termina mal el año 2025

En los últimos siete años se ha contraido la inversión privada, por desconfianza al gobieno y la incertidumbre que produce la construcción del nuevo régimen político

21 diciembre, 2025
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Rubén Aguilar Valenzuela es profesor universitario y analista político. 

El año 2025 termina mal, incluso muy mal, y ahora solo tomo dos indicadores para hacer tal afirmación. El retroceso del sistema democrático, con la instauración de un nuevo régimen político de carácter autocrático, y el comportamiento de la economía.

Democracia. En 2025 a iniciativa de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, Morena y sus aliados, aprobaron la reforma del Poder Judicial, ahora todos los jueces son elegidos por voto directo, único caso en el mundo, que en esta nueva modalidad, por la vía de los hechos se someten al Poder del Ejecutivo, quien decide, entre otras cosas, quienes pueden o no ser jueces.

En el cambio del régimen político que inicia el presidente López Obrador (2018-2024) y continúa la actual presidente, ha dejado de existir la división de poderes, y ahora estos están sujetos al Poder Ejecutivo. En el proceso de construcción de la dictadura constitucional, que es el nuevo régimen, falta por ver que sucederá con la reforma electoral que la presidente enviará a la Cámara de Diputados en febrero de 2026, veremos si habrá o no diputados y senadores de representación proporcional, y cuál será el nuevo papel del INE y del TEPJF.

Economía. En 2025, por séptimo año consecutivo, la economía creció a menos del 1.0%, y en este año cierra en solo 0.20% de aumento del PIB. Es el crecimiento promedio más bajo de los últimos 40 años. Que no crezca la economía impacta también que no crezca el empleo formal. En 2025 se generaron 600 000 nuevos empleos formales el número más bajo en los últimos años. El 55 % de la fuerza de trabajo en
México tiene un empleo informal.

Que no crezca la economía se debe a que no aumenta la inversión, en México del 100% de esta, entre el 85 y 90% depende del sector privado y el 10 y el 15% del sector público. En los últimos siete años se ha contraido la inversión privada, por desconfianza al gobieno y la incertidumbre que produce la construcción del nuevo régimen político, y también la pública por carencia de recursos y una mala política de gasto.

El presidente López Obrador se endeudo en 10 billones de pesos, la deuda más grande contraída por un presidente en la historia de México. La presidenta Sheinbaum sigue el mismo camino y en su sexenio se va a endeudar en una cantidad igual a la de su antecesor y es altamente probable que llegue a una cantidad mayor que cierre en los 12 billones de pesos.

En 2025, la deuda aumento en más de dos billones de pesos. Se calcula que para 2027, los niveles de la deuda superen el porcentaje con relación al PIB, que se acepta internacionalmente, y van a meter a la economía mexicana en una crisis mayor.

En sus mañaneras de todos los días, la presidenta Sheinbaum Pardo estructura un discurso con datos que hablan de otro país. Con mucha frecuencia miente y da datos falsos y en otras ocasiones altera las cifras al comparar peras con manzanas. Todas las proyecciones ofrecen malos datos para 2026, en el campo de la política y la economía, y se da por seguro que el discurso de la presidenta no va a cambiar, seguirá reflejando una realidad que no existe. Toca a la ciudadanía informarse de la que realmente sucede en el país.


Autor

Rubén Aguilar Valenzuela es profesor universitario y analista político.