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“¿Y si vamos a los tacos?”… y otras tentaciones

Adán y Eva, en aquel jardín, comenzaron a acariciar la idea que la serpiente les había sembrado: “ser como dioses". ¿Qué motiva tus pensamientos?

13 octubre, 2021
“¿Y si vamos a los tacos?”… y otras tentaciones
Abraham Flores
POR:
Autor

Educador. Casado y padre de tres hijos. Ingeniero químico con estudios de filosofía, antropología, teología e impro teatral. Desarrollador de procesos creativos para empresas, instituciones (eclesiales y gubernamentales), organizaciones de la sociedad civil. Evaluador de proyectos de inversión y consultor en procesos de desarrollo del cliente. Flp 4,13. 

Acariciar una idea es comenzar a pensar en algo, darle vueltas a lo que puede ser posible, visibilizar una situación que no había estado en el radar, madurar una ocurrencia que poco a poco va tomando forma y se le va poniendo fecha y horario en el calendario para realizar, concretizar y poner en práctica aquello que ronda en la mente y en el corazón.

Una idea es abstracta y la caricia nos refiere al sentido del tacto, por lo que cuando se acaricia una idea puede ser la experiencia que tuvieron Adán y Eva en aquel jardín, la serpiente les sembró la posibilidad de “ser como dioses”, y así comenzaron a acariciar la idea, a rondar la posibilidad de traspasar el umbral de lo permitido.

Otros artículos del autor: Cuando seas grande (nos decían)

Cuando una idea cruza por la mente ¿qué factores hacen que se quede y comience a echar raíces? ¿y si vamos a los tacos? ¡Pero estoy a dieta! Ya me antojaste… la mente comienza a volar y desde la imaginación comienza a presentar imágenes, es decir, a acariciar la idea, hasta que ¡Voilá! Se toma la decisión de ir a los tacos o mantenerse firme en el compromiso establecido con uno mismo.

Tomarle cariño a una idea, a una intención, a un proyecto para estar mejor. ¿qué motiva nuestros pensamientos, palabras y obras? ¿cómo es que opera la gracia para sembrar ideas que pueden convertirse en acciones significativas que nos construyen y edifican? ¿dejamos que el Señor nos ayude en la tentación, justo en el momento que acariciamos la idea de hacer, decir o no hacer algo que atente contra nuestra dignidad y la de los demás?



¿Qué tipo de ideas acariciamos? ¿cuáles vale la pena poner en práctica y cuáles dejar pasar?

 

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Los artículos de la sección de opinión son responsabilidad de sus autores.




Autor

Educador. Casado y padre de tres hijos. Ingeniero químico con estudios de filosofía, antropología, teología e impro teatral. Desarrollador de procesos creativos para empresas, instituciones (eclesiales y gubernamentales), organizaciones de la sociedad civil. Evaluador de proyectos de inversión y consultor en procesos de desarrollo del cliente. Flp 4,13. 

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