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Impulso a las vocaciones sacerdotales, una constante en el ministerio del Card. Rivera

  La Comisión de Promoción Vocacional, además de acompañar a los candidatos al sacerdocio, atiende pastoralmente a los monaguillos, pues de este sector surge un gran número de vocaciones. DLF Redacción Como Arzobispo Primado de México, el Card. Norberto Rivera Carrera ha tenido como una prioridad el impulso a las vocaciones sacerdotales, orar por ellas […]

POR  SIAME
31 agosto, 2017

 

  • La Comisión de Promoción Vocacional, además de acompañar a los candidatos al sacerdocio, atiende pastoralmente a los monaguillos, pues de este sector surge un gran número de vocaciones.

DLF Redacción

Como Arzobispo Primado de México, el Card. Norberto Rivera Carrera ha tenido como una prioridad el impulso a las vocaciones sacerdotales, orar por ellas y buscar, a través de todos los medios, que la voz de Cristo llegue a los jóvenes para que puedan dar un “Sí” al Señor, no para la gloria de cada uno de los elegidos, ni para su crecimiento personal, sino para servir de por vida al pueblo de Dios.

Para intensificar la labor de promoción de las vocaciones sacerdotales, actualmente el Card. Rivera Carrera cuenta con el esfuerzo del P. Enrique Santoyo Lara y del P. Efraín Hernández Díaz, quienes han venido definiendo las rutas a seguir para el impulso de una verdadera cultura vocacional en la Iglesia que peregrina por la Ciudad de México.

Tanto el P. Enrique Santoyo como el P. Efraín Hernández Díaz están hoy al frente de la Comisión para la Promoción Vocacional Sacerdotal, una instancia que funciona con independencia del Seminario Conciliar –pero con la que mantiene una excelente relación–, y cuya misión es buscar hombres para Dios, a través de una intensa evangelización y búsqueda de jóvenes audaces, que estén dispuestos a dejarlo todo para servir a la Iglesia. Sin embargo, hoy por hoy, la creación de una cultura vocacional significa remar mar adentro, redoblando esfuerzos, no sólo para aumentar el número de vocaciones, sino también para procurar su calidad como ministros de la Iglesia.

Ambos sacerdotes, además de dirigir el trabajo vocacional sacerdotal a nivel arquidiocesano, se encargan de darle rumbo a la labor que a su vez realizan los promotores vocacionales de las ocho Vicarías Territoriales y de la Basílica de Guadalupe, así como estar al pendiente del desempeño de los agentes laicos y de los diáconos permanentes; por tal motivo, organizan sesiones una vez por mes para mantener el control de los trabajos. De igual forma, se atiende pastoralmente y se ofrece asesoría a los monaguillos, ya que, de acuerdo con las estadísticas de ingreso al seminario, el 80 por ciento de los candidatos son egresados de los grupos de monaguillos.

En atención a la preocupación manifiesta por el Card. Rivera Carrera, quien durante su III Visita Pastoral por la Arquidiócesis habló ante cientos de jóvenes sobre la importancia de contar con más vocaciones, el P. Enrique Santoyo y el P. Efraín Hernández Díaz han venido trabajando fuertemente sobre un Plan de Pastoral Vocacional, mismo que responde a los desafíos nuestros días, y en el que cada promotor vocacional debe llevar a cabo un plan de trabajo que responda a las necesidades de su Vicaría, así como ponerlo en marcha buscando obtener los mejores resultados.

Para animar las vocaciones, la Comisión de Promoción Vocacional Sacerdotal cuenta con dos centros juveniles y vocacionales, uno en las instalaciones del Seminario Conciliar y otro en la Primera Vicaría Episcopal. Cabe señalar que cada año se realizan dos campañas vocacionales; la primera durante el mes de mayo, en el marco de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, y en ésta se cuenta con la presencia de monaguillos de la Arquidiócesis; la segunda, denominada Jornada del Rosario Vocacional, se lleva a cabo en octubre.

Gracias a esta Comisión de Promoción Vocacional Sacerdotal se han elaborado manuales de apoyo para la formación de los grupos parroquiales de animación vocacional, mismos que operan tanto en las parroquias como en colegios de inspiración católica. Asimismo, se creó el primer Catecismo Vocacional, un conjunto de temas básicos para comprender el servicio apostólico del cultivo de las vocaciones en la Iglesia, y pasar de la “pesca de vocaciones” a una Pastoral de acompañamiento cercano y profundamente respetuoso de la llamada en cada vocación.

Cabe decir que, con el fin de que la Arquidiócesis de México pueda contar con sacerdotes convencidos de su vocación, la Comisión de Promoción Vocacional lleva a cabo cada mes una entrevista mensual con los candidatos al seminario, donde se avalúa su crecimiento espiritual y su proceso. Además, los candidatos asisten dos veces al mes al Centro de Orientación Vocacional, donde se realiza un acompañamiento en comunidad.

En cuanto a los proyectos, actualmente se pretende crear un Centro Vocacional Juvenil en cada una de las ocho Vicarías Episcopales, y se trabaja ya en la elaboración de un itinerario vocacional en todos los decanatos.