En funcionamiento “Casa Ars”, para sacerdotes en retiro
Se busca que la convivencia no sea sólo entre presbíteros mayores, por lo que se invita a sacerdotes jóvenes y a laicos a acompañarlos en esta residencia: María Eugenia Abad. Abimael César Juárez El proyecto “Casa Ars” es la primera casa de retiro para sacerdotes de edad avanzada que requieren de asistencia por enfermedad […]
- Se busca que la convivencia no sea sólo entre presbíteros mayores, por lo que se invita a sacerdotes jóvenes y a laicos a acompañarlos en esta residencia: María Eugenia Abad.
Abimael César Juárez
El proyecto “Casa Ars” es la primera casa de retiro para sacerdotes de edad avanzada que requieren de asistencia por enfermedad o por problemas para solventar sus gastos personales o médicos; además, es un lugar en el que pueden desarrollarse espiritual e intelectualmente, y tener una vida decorosa luego de haber entregado toda una vida de servicio a Dios. Sobre este proyecto, que forma parte de uno más amplio denominado “Casa San José”, habla para Desde la fe María Eugenia Abad Ribot, Presidenta de la Fundación Iglesia Misericordia y Amor A.C. (IGMA), asociación sin fines de lucro, conformada por un grupo de laicos, a quienes une el agradecimiento a los sacerdotes de la Arquidiócesis de México por su entrega y consagración en favor de la comunidad.
María Eugenia explica que “Casa Ars”, ubicada en Huixquilucan, Estado de México, acoge a los presbíteros jubilados de la Arquidiócesis de México, atiende sus necesidades, les brinda servicios médicos y de acompañamiento, les provee de medicinas y aparatos que puedan llegar a requerir; “todo esto para que puedan tener una mejor calidad de vida”.
Recordó que el proyecto original de IGMA consistía únicamente en acompañar a los sacerdotes retirados mediante visitas y entrega de despensas, lo cual en su momento hicieron del conocimiento de Mons. Carlos Briseño Arch, Obispo de la II Vicaría Episcopal, quien les dio la autorización; más aún, él mismo les proporcionó una lista de los presbíteros que necesitaban este tipo de ayuda. Fue durante estas visitas que se dieron cuenta de la soledad en que vivían varios de ellos, así como de su necesidad de convivir y platicar.
También se percataron de lo bien que hacían sentir a los sacerdotes ancianos con su acompañamiento, y del deseo con que esperan su visita para que los llevaran a caminar al parque o a tomar un café; por tal razón, IGMA propuso a Mons. Briseño abrir un asilo formal para los sacerdotes mayores. “En respuesta, el Obispo nos remitió con el Card. Norberto Rivera Carrera, a quien le pareció muy buena la idea de hacer una casa de acogida y cuidado de los sacerdotes retirados. Así comenzó a desarrollarse el proyecto”.
Mons. Briseño les recomendó que la convivencia en las sedes del proyecto no fuera solamente entre sacerdotes mayores, sino que estuvieran siempre en contacto con sacerdotes y laicos jóvenes, con la finalidad de generar en ellos un buen estado de ánimo. “Por eso hacemos la invitación a sacerdotes jóvenes, que por motivos de estudios o por necesidad de pasar una temporada de reposo en un ambiente tranquilo, asistan a esta residencia y convivan con los presbíteros de mayor edad; en cuanto a los laicos, también pueden asistir, previo aviso al director de “Casa Ars”, con el fin de acordar el momento adecuado. “Quien visite ‘Casa Ars’ sólo debe tomar en cuenta que la convivencia debe ser familiar, siempre con respeto al espacio y a los tiempos de cada sacerdote”.
La Presidenta de IGMA detalló que “Casa Ars” cuenta con 11 habitaciones perfectamente amuebladas y con baño incluido; una más con tres camas, que funciona como enfermería, en la que sólo se aplican primeros auxilios, oxígeno y suero; también consta de sala, comedor, capilla, desayunador y elevador. “Está ubicada en una zona cerrada, con un parque cercano, en el que los sacerdotes pueden caminar tranquilamente. Todo el mantenimiento y funcionamiento está a cargo de la fundación; en caso de cualquier emergencia, se llama a una ambulancia o se traslada al sacerdote al hospital más cercano. Además, médicos vecinos acuden regularmente de manera voluntaria para monitorear su estado de salud”.
Señaló que cada sacerdote tiene necesidades diferentes que se han tenido que ir resolviendo paulatinamente, paso a paso, por lo que éste ha sido para IGMA un tiempo de mucho aprendizaje. “Hemos tenido que trabajar en la adecuación de accesos, buscar que las puertas sean adecuadas para la circulación de las sillas de ruedas, instalar pasamanos, rampas, calefacción individual y otras particularidades.
Cabe señalar que en los colegios de los alrededores se ha suscitado mucho interés, por lo que grupos de alumnos han organizado visitas y ayudan a surtir las despensas que IGMA distribuye entre los sacerdotes; otros hacen labores de mantenimiento con sus propios recursos, y otros más van con mucho gusto a jugar ajedrez con los padres.
Para el sostenimiento del proyecto, se hace la invitación a todos los católicos de buena voluntad a hacer donativos, sin importar la cantidad, a través de tarjeta de crédito en Banco Santander Suc. 1194, a la cuenta 65504448904, Clabe: 014180655044489045; también se puede hacer a través de tiendas OXXO a la cuenta: 4913270000521549. Los donativos son deducibles de impuestos. Tel. 52520345.