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Gilberto ha vivido una historia de dolor familiar; sin embargo, viajó a Rusia a presenciar la Copa del Mundo por un conmovedor motivo. DLF RedacciónGilberto tenía todo listo para viajar a Rusia y presenciar los partidos de México en la Copa del Mundo; el plan, desde luego, incluía a su esposa, Verónica Raschiotto, y a sus […]

  • Gilberto ha vivido una historia de dolor familiar; sin embargo, viajó a Rusia a presenciar la Copa del Mundo por un conmovedor motivo.

 

DLF Redacción

Gilberto tenía todo listo para viajar a Rusia y presenciar los partidos de México en la Copa del Mundo; el plan, desde luego, incluía a su esposa, Verónica Raschiotto, y a sus dos hijos, Diego y Mía. Los cuatro además estaban emocionados por ver jugar a Messi y a Neymar. Su sueño estaba a punto de hacerse realidad, pero lo planeado no llegaría a buen fin, pues dos meses antes ocurrió algo que lo impediría.

En el año 2001, Verónica dejó la ciudad argentina de Lanús y se mudó a México por cuestiones de trabajo, donde consiguió empleo como controladora financiera de una desarrolladora inmobiliaria. En la capital del país conoció a Gilberto, un abogado, con quien se casó el 18 de diciembre de 2004.

Si bien el Matrimonio y los dos hijos que procrearon dividían sus vacaciones entre México y Argentina, la historia familiar estaba marcada por la pasión por el futbol, de manera que ahora no podían perderse la Copa Mundial de Rusia 2018.

Se acercaba ya la justa mundialista. La familia se encontraba de viaje en Delray Beach, Florida, donde visitaban al hermano de Verónica, quien ese 28 de abril se encontraba junto con ella y sus dos hijos a bordo de una minivan. Un joven de 21 años que conducía a toda velocidad una camioneta 4×4, perdió el control e impactó a la minivan, dejando como saldo cuatro muertos:  Verónica de 42 años, Diego de 8, Mía de 6, y el hermano de la madre.

Gilberto no estaba en la minivan aquel día, de modo que fue el único sobreviviente de la familia. Cuando supo lo ocurrido, no quiso mirar las noticias ni leer nada en la web. Lo único que deseaba era que los seres que más amaba no hubieran sufrido tras el impacto; es decir, que su muerte hubiera sido instantánea, lo cual le fue confirmado poco más tarde.

Solo y abatido, no tenía el menor deseo de ir a Rusia a presenciar la Copa del Mundo. Sin embargo, tomó la determinación de hacerlo, a fin de cerrar un tema pendiente con su hermosa familia: cumplir el sueño de los cuatro, en especial el del pequeño Diego, que se había quedado en la línea de vivir su primer Mundial.

Para Gilberto fue muy difícil llamar a la aerolínea y a los hoteles para pedir un cambio en los nombres de los pasajes y las reservas. Quiso viajar ahora con dos buenos amigos –uno de ellos argentino–, quienes, al igual que él, vistieron camisetas con la leyenda: “Vero, Diego y Mía, siempre conmigo”. Para respetar lo planeado, viajaron en tren, y no en avión, de Moscú a San Petersburgo. Y como el pequeño Diego tenía la ilusión de ver jugar al astro brasileño Neymar, consiguió entradas para ver el duelo entre Brasil y Costa Rica.

El domingo 17 –en que argentinos y mexicanos celebraron el Día del Padre– presenciaron el triunfo de México sobre a Alemania. Para Gilberto fue terrible celebrar el Día del Padre sin sus hijos; sin embargo, en tres momentos tuvo oportunidad para “drenar” el sentimiento: durante la entonación del Himno Nacional, en el gol del “Chucky” Lozano y al finalizar el encuentro.


“Vero, Diego, Mía, siempre conmigo”, dicen las camisetas que portan en Rusia Gilberto y sus dos amigos.

Pero existe una razón por la cual Gilberto tomó la decisión de viajar a Rusia: tiempo atrás había conocido al representante del arquero de la Selección Nacional, Memo Ochoa, quien, cuando Diego cumplió 5 años, le mandó un video como regalo. Así, tras la muerte de su familia, cuando Gilberto iba camino a la funeraria, el guardameta le mandó el mensaje clave: “Tu hijo va a ser el ‘ángel’ que me ayude a volar”.

Ochoa tuvo un desempeño destacado ese domingo, durante la victoria histórica contra Alemania. Esa noche el arquero volvió a escribirle por Whatsapp a Gilberto: “Esto fue por tu familia”.