500 años de evangelización en México

Defendiendo la dignidad de los indígenas: así fue como los franciscanos evangelizaron a México hace 500 años

Luego de arribar al puerto de Veracruz y desembarcar en las nuevas tierras el 13 de mayo de 1524, previo a la celebración de Pentecostés, los 12 frailes franciscanos que iniciaron la evangelización de los pueblos originarios recorrieron a pie y descalzos los 338 kilómetros para llegar a lo que es hoy la Ciudad de México.

Esta travesía fue muy enriquecedora y fundamental para que los franciscanos conocieran el entorno y la realidad en la que debería llevar a cabo su labor evangelizadora entre los pobladores de la llamada Nueva España, indicó fray Antonio Huerta Soto, de la Orden de los Frailes Menores de la Provincia del Santo Evangelio de México.

En este sentido, añadió el fraile especialista en Teología y Ciencias Patrísticas, para llevar a cabo la evangelización hace 500 años fue fundamental el carisma franciscano, que tiene como objetivo central “hacer con el testimonio que las personas crean que el Evangelio se puede vivir. Que no es un texto de anécdotas, que no es un de texto de historia, que no es una biografía de un personaje, sino que es una ética, una manera de vivir”.

Primero conocer y aprender, luego la evangelización: fundamento de los franciscanos

El factor que fue fundamental para que la evangelización que iniciaron los 12 franciscanos tuviera éxito entre los pueblos originarios, indicó fray Antonio, fue tener los ojos bien abiertos para conocer todo el entorno que los rodeaba, guardar silencio hasta no comprender la realidad y después iniciar el proceso evangelizador.

“Aceptaron que el Evangelio se puede vivir aquí y en esta circunstancias. Es admirable porque ellos llegan y se encuentran con algo que ni siquiera habían podido imaginar jamás en la vida. Extensiones de tierra, maneras de vivir, culturas, cosmovisiones, tradiciones, lenguaje, desde allí. Entonces ellos llegan y se encuentran con todo esto y les dicen aquí es donde hay que anunciar el Evangelio”, aseveró el padre Huerta Soto.

Uno de los principales aspectos que detectaron y que marcaron el primer paso para arrancar en forma la evangelización que iniciaron fue el hecho de que los 12 franciscanos vieron que en general la población originaria no celebraba el culto en lugares cerrados, por lo que decidieron hacer las capillas abiertas y construir los grandes atrios, para que no estuvieran dentro de un espacio cerrado, pero además pudieran expresarse con cantos y con danzas, que no era común en la liturgia.

¿Cuáles fueron los 6 pasos que dieron los franciscanos para evangelizar?

Fray Antonio Huerta Soto señaló los seis pasos fundamentales que dieron los 12 franciscanos para iniciar el proceso de evangelización en la llamada Nueva España:

  1. Conocer y respetar la cultura de los pueblos originarios.
  2. Aprender las lenguas de los naturales para poderse dirigir a los indígenas en sus propias lenguas.
  3. Adaptar su mensaje a esa cultura que se esforzaban por conocer y por asumir en gran medida, porque aprender la lengua no solo es aprender sonidos, sino aprender toda una cosmovisión.
  4. Rescatar de esas culturas lo que, en el siglo II, San Agustino llamaba las semillas del verbo, de las cuales encontraron tantas, las regaron y las hicieron florecer.
  5. Defender la dignidad de los naturales de estas tierras.
  6. Educar desde las escuelas, lo que permitió que al reunir a niños y jóvenes que eran influyentes en su comunidad fueran un instrumento muy adecuado para transmitir el Evangelio.

“Los franciscanos debemos cuestionarnos qué estamos aportando ahora”

Luego de reconocer que la aportación de los 12 franciscanos que llegaron hace 500 años fue clara porque marcó el inicio de la evangelización y todo lo que tenemos en ambiente de la Iglesia, fray Antonio Huerta subrayó que también es fundamental que los franciscanos de hoy hagan un examen de conciencia y definan cuál es su aportación al México actual.

“Creo que específicamente para los franciscanos el hacer memoria de estos eventos, de estos acontecimientos tan importantes, además de llenarnos de orgullo de que somos herederos de esa tradición, nos tiene que cuestionar fuertemente sobre lo que estamos haciendo ahora, sobre lo que estamos aportando ahora.

“Es decir, al mismo tiempo es memoria, pero es desafío. Al mismo tiempo es historia, pero es cuestionamiento. Repito la frase que decía el Padre Provincial Gonzalo, no queremos ser cuidadores de museos, pero tampoco podemos renunciar a nuestra historia. Ser conscientes de lo que hemos sido, de lo que hemos aportado, incluso de las limitaciones que hemos tenido, nos debe de capacitar para la respuesta que estamos dando actualmente”, concluyó.

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Jorge Reyes

Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM, con una trayectoria de casi 30 años como periodista, en Reforma, El Centro y Notimex, y funcionario de comunicación social en dependencias de gobierno y legislativas. Actualmente trabaja como periodista especializado en temas de religión.

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