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 página 4 L’OSSERVATORE ROMANO domingo 10 de abril de 2022
LA GUERRA EN UCRANIA
La técnica de desestimar las palabras de Francisco como llamamientos de circunstancia «El Papa habla de paz, pero...»
    ANDREA TORNIELLI
“El Papa habla contra el rearme, pero... El Papa es el Papa, pero... El Papa no puede más que decir lo que dice, pero...”.
por Vladimir Putin contra Ucrania, entonces se toma distancia elegan- temente diciendo que sí, que el Pa- pa sólo puede decir lo que dice, pero que luego la política debe de-
vez más sofisticadas armas. Miles de millones que no se pudieron en- contrar para las familias, para la salud, para el trabajo, para la aco- gida, para luchar contra la pobreza
 Siempre hay un “pe- ro” que en muchos embarazosos comen- tarios acompaña al inequívoco no a la guerra pronunciado por Francisco, para contextualizarlo y de- bilitarlo.
El Catecismo de la Iglesia Católica contempla
el derecho a la legítima defensa. Sin embargo, establece condiciones, especificando que el recurso a las armas no debe causar un mal y un desorden mayores que el mal que se quiere eliminar
y el hambre.
La guerra es una aventu- ra sin retorno, repite Francisco siguiendo los pasos de sus predeceso- res inmediatos, en parti- cular de San Juan Pablo II.
Las palabras del Papa Wojtyla con motivo de las dos guerras de Iraq y la guerra de los Balcanes
Al no poder inter-
pretar las palabras del
Obispo de Roma en el sentido de- seado, al no poder de ninguna ma- nera “doblegarlas” en apoyo a la acelerada carrera armamentística tras la guerra de agresión desatada
cidir.
Y la política de los gobiernos
occidentales está decidiendo au- mentar los ya muchos miles de mi- llones a gastar en nuevas y cada
también fueron “contextualizadas” y “desvirtuadas”, incluso dentro de la Iglesia.
El Papa, que al principio de su pontificado pidió “no tener miedo” de abrir “las puertas a Cristo”, en 2003 suplicó en vano a tres gober- nantes occidentales que pretendían derrocar el régimen de Saddam Hussein, pidiéndoles que se detu- vieran.
Casi veinte años después, ¿quién puede negar que el grito contra la guerra de aquel Pontífice no sólo era profético, sino que estaba im- pregnado de un profundo realismo político? Basta con mirar la ruina del atormentado Iraq, transforma- do durante mucho tiempo en el depósito de todo el terrorismo, pa- ra comprender la clarividencia de la mirada del santo Pontífice pola- co.
Lo mismo ocurre hoy en día. Con el Papa que no se rinde a la inelu- dibilidad de la guerra, al túnel sin salida que representa la violencia, a la lógica perversa del rearme, a la teoría de la disuasión que ha llena- do el mundo de tantas armas nu- cleares capaces de aniquilar varias veces a la humanidad.
 Bendecida por el Papa
y entregada por el cardenal Krajewski
Una ambulancia para Lviv
 El cardenal limosnero Konrad
Krajewski entregó personal-
mente al prefecto de Lviv la
ambulancia, destinada al hos-
pital infantil, que el Papa
Francisco bendijo el pasado
miércoles antes de la audien-
cia general. “Tengo el privile-
gio de entregar el regalo espe-
cial de la ambulancia en nom-
bre del Santo Padre: es un sím-
bolo porque sirve para salvar
vidas”, dijo el cardenal Krajewski, que con- dujo el vehículo durante unos dos mil kiló- metros. “El Papa es siempre el que constru- ye puentes, el que trae la paz, por eso la am- bulancia es para la gente que sufre. Pero
también representa el abrazo del Santo Pa- dre. Es una forma de decir ‘estoy cerca de vosotros, sufro con vosotros y pido y ruego la paz para este país que está en grandes di- ficultades’”.



























































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