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  ANGELUS DOMINICAL Por P. EDUARDO LOZANO
OPINIÓN / [email protected]
y que no deberíamos estar con bromas o chascarrillos, pero me autojustifico diciendo que siempre será mejor alguna gracejada y no un chisme o pleito, que mil y un millón de veces deberíamos preferir una jocosidad o eutrapelia y no un abuso o vituperio... Y DIRÉ CON CLARIDAD que no está bien decirle a nadie “borrego” o “asno” (aunque sospe- chemos que lo merece) y menos en público, y mucho menos en ambiente formal, y muchísimo menos si ostentas una repre- sentación oficial (aunque fuera mínima) o un cargo público (aunque la carga más bien resulta para el público)... SI FUERA DEL TIEM- PO de cuaresma no está bien provocar división o enemistad, menos cuando la fe, las circunstancias y los demás nos exigen la debida seriedad cuando es necesario estar serios... Y COMO PUEDES DARTE cuenta, amable lector, en esta ocasión me di tiempo para intentar destensar lo que ya de por sí es pesado, me di ocasión para un breve respiro y seguir enfrentando los desagui- sados que doquier se multiplican; así que luego de esta página que bien puedes des- echar, sigue adelante con una Buena y Santa Cuaresma que ya nos está esperando una Solemne y Gloriosa Pascua (hasta dis- fruté las mayúsculas)...
         PÉSIMO CHISTE el que voy a contar porque si bien utiliza palabras cultas y elegantes, también echa mano de otras inadecuadas, ambiguas y de mal gusto; además, siendo esta columna seria y formal no debería caber nada que distrajera tu atención, ni que desdijera la decencia de este medio; no obstante, advirtiendo lo anterior aquí lo transcribo tal como me lo contó Isabel, septuagenaria que goza de mi aprecio y que tiene la paciencia de escucharme en los pocos momentos que deja de hablar... “ES MOMENTO QUE proyectes, hijo mío, a qué cosa quieres dedicar el resto de tus días, y cual sea tu decisión, sabes bien que cuentas con todo mi apoyo: o serás asesino, o serás ladrón, o serás limosnero”; tales palabras -con pretensión de solemnidad- fueron dichas por aquel progenitor que no quería más que el bien para su vástago... “SI ES LA PRIMERA opción la que abraces con todas tus fuerzas ahí te espera la Academia de Medicina, si optas por la segunda y así de- cides cruzar por este valle de lágrimas habrá lugar para ti en el Colegio de Aboga- dos, y si en tu sino está cifrado que tu ca- mino –Dios bendito y alabado- sea el tercero, pues no tendré óbice alguno en que ingreses en el seminario”... HE AHÍ TAL Y COMO me surtieron el chistorete, luego del cual reí al punto de desternillarme; y ya recobrada la respiración mi imaginación empezó con una alquimia cruel, como queriendo mezclar los tres puntos para ver qué otros oficios resultarían: así de la com- binación ladrón-limosnero tal vez resultan los comerciantes, de la mezcla asesino-la- drón los vendedores de seguros, de la unión entre asesino-limosnero los arrendadores, y del mestizaje entre los tres ¡los políticos!... “¡UN MOMENTO POR favor!”, así me podrán decir todos los lectores a coro y propinarme una tremenda y merecida regañina, que no están leyendo para perder el tiempo, ni para molestar a nadie; pero a mi favor
vuelvo a argüir que no se trata sino de un mal chiste, y si los buenos ocasionalmente nos llegan a incomodar cuantimás este que derivó en nefasta invención... QUE NADIE DUDE de mi valoración a médicos, aboga- dos, ingenieros, y toda suerte de profesiones y oficios, de ocupaciones y vocaciones a las que nos dedicamos con afán de seguir construyendo el bien común, de hacer crecer ordenadamente la patria, de mejorar nuestro mundo y de procurar la paz y el progreso para todos... Y QUE LA RISA y la carcajada sirva como catarsis y alivio a la rutina y las penalidades de la vida; que el chiste y la chanza ayuden a avivar el seso y aligerar –momentáneamente- las cargas y preocupaciones propias de toda respon- sabilidad, a las que no podemos renunciar así tan fácil o superficialmente... NO SABIEN- DO QUÉ cosa decía, escuchamos el domingo pasado que Pedro quería hacer tres chozas en lo alto del monte para que Jesús, Moisés y Elías estuvieran a resguardo (buen chiste, ¿o no?); conociendo bien lo que lograría, y ante el hambre de la multitud que lo seguía, Jesús les dijo a sus discípulos: “Denles us- tedes de comer” (já, otro buen chiste ¿o no?)... SÉ MUY BIEN QUE más de un lector me podría decir que estamos en Cuaresma
       “Que la risa y la carcajada sirva como catarsis y alivio a la rutina y las penalidades de la vida...”
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20 de marzo de 2022 17
























































































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