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 domingo 29 de agosto de 2021 L’OSSERVATORE ROMANO
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 El pésame del Papa y la esperanza de que su sacrificio haga progresar la causa
de la paz y de la reconciliación
Dos religiosas entre las víctimas de un ataque en Sudán del Sur
Videomensaje del Pontífice a las poblaciones del continente americano
Vacunas para todos,
una esperanza para
poner fin a la
pandemia
Con un videomensaje —cuyo texto publicamos a continuación— el Papa Francisco se ha unido a una campaña para inspirar confianza en las vacunas dirigida a las poblaciones americanas, sobre todo a las más afectadas por el Covid-19. Al llamamiento, difundido la mañana del 18 de agosto, se han unido también seis entre car- denales y arzobispos del continente.
Con espíritu fraterno, me uno a este mensaje de esperanza en un futuro más luminoso. Gracias a Dios y al trabajo de muchos, hoy tenemos vacunas para protegernos del Covid-19.
Ellas traen esperanza para acabar con la pandemia, pero sólo si están dis- ponibles para todos y si colaboramos unos con otros.
Vacunarse, con vacunas autorizadas por las autoridades competentes, es un acto de amor.
Y ayudar a que la mayoría de la gente lo haga, es un acto de amor.
Amor a uno mismo, amor a los fami- liares y amigos, amor a todos los pue- blos.
El amor es también social y político, hay amor social y amor político, es universal, siempre desbordante de pe- queños gestos de caridad personal ca- paces de transformar y mejorar las so- ciedades (cf. Laudato si’, 231; Fratelli tutti, 184).
Vacunarse es un modo sencillo pero profundo de promover el bien común y de cuidarnos unos a otros, especial- mente a los más vulnerables.
Le pido a Dios para que cada uno pueda aportar su pequeño grano de arena, su pequeño gesto de amor, por más pequeño que sea el amor siempre es grande.
Aportar esos pequeños gestos para un futuro mejor.
De nuevo sangre inocente en el mar- tirizado Sudán del Sur. Y de nuevo religiosos entre las víctimas. Sor Mary Abud y sor Regina Roba, de la Socie- dad del Sagrado Corazón de Jesús «S. Sofia Barat», fueron asesinadas el pasado domingo, junto a otras tres personas, en una emboscada en la ca- rretera que conecta la capital Juba con Nimule, en la frontera con Ugan- da.
fue atacado por hombres armados to- davía no identificados.
Por el momento se ignoran los mo- tivos de la vil emboscada. Como in- forma la revista de los misioneros combonianos «Nigrizia», se trata del enésimo ataque armado a lo largo de la carretera (la única completamente asfaltada) que une la capital de Sudán del Sur con la frontera con Uganda.
Pasa por algunas de las zonas más inestables de Sudán del Sur meridio- nal y desde el inicio de la guerra civil
ha sido usada para los desplazamientos de las tropas en la región.
A casi tres años de la firma de los acuer- dos, la inestabilidad en el país africano todavía es grande.
El ataque a la ca- ravana de fieles se coloca en un contex- to donde el control del territorio lo ejer- cen grupos armados que luchan entre sí,
entre los que se incluyen bandas de criminales comunes.
La situación se ha agravado por la difusión de armas y la persistente cri- sis económica.
La Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús «S. Sofia Barat» es muy activa en Sudán del Sur, en particular en el campo educativo. Está previsto que el funeral de las dos religiosas se celebre el viernes por la mañana en la cate- dral de Santa Teresa en Juba.
La archidiócesis ha anunciado cin- co días de luto. Permanecerán cerra- dos seminarios, universidades, escue- las y otras instituciones católicas.
La noticia fue confirmada por el secretario general de la archidiócesis de Juba, el padre
Samuel Abe. Pésa-
me y cercanía con
los familiares y la
comunidad de las
dos religiosas fueron
expresados por el
Papa en un telegra-
ma, firmado por el
cardenal secretario
de Estado Pietro Pa-
rolin, enviado a
monseñor Mark Ka-
dima, consejero de
la nunciatura apos-
tólica de Sudán del
Sur. Confiando que «el sacrificio» de sor Mary o sor Regina en este «insen- sato acto de violencia» hará «avanzar la causa de la paz, reconciliación y se- guridad en la región», Francisco «re- za por el eterno reposo y el consuelo de los que lloran su pérdida».
Las dos religiosas, junto a algunas hermanas y un grupo de fieles, habían participado en la celebración del cen- tenario de la institución de la parro- quia de Loa, en la diócesis de Torit, donde la iglesia está dedicada a la Asunción y la congregación tiene una misión. Estaban volviendo a Juba cuando el autobús en el que viajaban
 Confiar que el sacrificio» de sor Mary o sor Regina en este insensato acto de violencia hará avanzar la causa de la paz, reconciliación y seguridad en la región
 
















































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