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página 4 L’OSSERVATORE ROMANO domingo 29 de agosto de 2021 «Fratelli tutti» - Una lectura de la encíclica del Papa Francisco
El camino del diálogo
MIGUEL ÁNGEL AYUSO GUIXOT
El Papa Francisco en su viaje apostólico a Irak se hizo de nuevo “peregrino” en el ca- mino de la fraternidad: «Voy como peregri- no de paz en busca de la fraternidad, ani- mado por el deseo de rezar juntos y de ca- minar juntos, también con los hermanos y hermanas de otras tradiciones religiosas, en el signo del padre Abrahán, que une a mu- sulmanes, judíos y cristianos en una sola fa- milia» (Vídeomensaje 3 de marzo de 2021). Es una peregrinación que el Santo Padre ha realizado desde el inicio de su pontificado, hace ocho años; una peregrinación para fortalecer la fraternidad humana que ha te- nido etapas muy significativas y un impulso creciente. Por mirar sólo el año 2019: el via- je a los Emiratos Árabes Unidos, con la fir- ma del Documento sobre la Fraternidad Humana para la paz mundial y la conviven- cia común firmado junto con el Gran Imán Al-Tayyeb de Al-Azhar, y luego el viaje a Marruecos con el llamamiento por la ciu- dad de Jerusalén firmado junto con el Rey Mohammed VI ; luego el Pontífice propu- so el tema de la fraternidad humana a paí- ses como Tailandia y Japón con una mayo- ría religiosa muy diferente a los demás. Ni siquiera durante los 15 meses de inmovili- dad forzosa, debido a la pandemia del co- vid-19, el Papa dejó de hacerse peregrino en el camino de la fraternidad. Ejemplos de ello son la oración del pasado 27 de marzo en la Plaza de San Pedro, en la que nos dijo que todos estamos en la misma barca, pero todos estamos llamados a remar juntos por- que nadie se salva solo. Luego, el 3 de octu- bre siguiente, la publicación de la encíclica Fratelli tutti, que es una invitación concreta a la fraternidad y a la amistad social que concierne a todo hombre y a toda mujer, creyente o no creyente, y en la que se subra- ya la importancia del diálogo. También re- cuerdo, el pasado 4 de febrero, su participa- ción virtual en el primer Día Mundial de la Fraternidad Humana, convocado por la ONU, en el que también dijo: «O somos hermanos, permítanme, o todo se derrum- ba. Es la frontera... sobre la que debemos construir; es el reto de nuestro tiempo».
Y aquí está el Papa Francisco peregrinando en otra frontera, la de Irak. Un viaje desti- nado a ser una página histórica para todas las religiones y para toda la humanidad. Dios es el Creador de todo y de todos, por tanto somos miembros de una única familia y como tal debemos reconocernos. Este es el criterio fundamental que ofrece la fe para pasar de la mera tolerancia a la convivencia fraterna, para interpretar las diferencias que existen entre nosotros, para desactivar la violencia y vivir como hermanos. Por lo tanto, la colaboración interreligiosa debe y puede apoyar también los derechos de to- dos los seres humanos, en todas las partes del mundo y en todos los tiempos. Todos somos miembros de la única familia huma- na y, como tales, tenemos los mismos dere- chos y deberes como ciudadanos de este mundo. En la base de nuestra colaboración y diálogo están las raíces comunes de nues- tra humanidad, por lo que para dialogar no partimos de la nada: ya existe nuestra con- dición humana que compartimos, con to- dos sus aspectos existenciales y prácticos, que es un buen terreno de encuentro.
Por lo tanto, la relación entre el diálogo in- terreligioso, la fraternidad humana y la perspectiva de la paz es ineludible y se ha vuelto tan estrecha que ni siquiera pode- mos imaginar estas realidades separadas; la de las religiones que se encuentran, se ha- blan, se conocen, se reconocen en un cami- no de fraternidad, cada una de ellas como constructora de la paz allí donde actúan, y la de la paz que necesita más que en el pasa- do que la Iglesia católica y las demás reli- giones actúen juntas para prevenir, y elimi- nar, todo lo que pueda conducir a divisio- nes y conflictos.
Con el Gran Ayatolá Al-Sistani
El primer viaje de un Papa a Irak fue tam- bién el primero de un Pontífice a un país de mayoría chiíta. La visita de cortesía al Gran Ayatolá Sayyid Ali Al-Husaymi Al-Sistani, una de las personalidades más simbólicas y significativas del mundo chiíta, fue real- mente importante y fue en la dirección pre- cisamente de la construcción de esta frater- nidad entre cristianos y musulmanes. Al-
Sistani, siempre se ha manifestado a favor de la coexistencia pacífica dentro de Irak, diciendo que todos los grupos étnicos, reli- giosos, forman parte del país y por ello el Santo Padre le dio las gracias. Dijo: «Sentí el deber de hacer esta peregrinación de fe y penitencia, y de visitar a un grande, a un sa- bio, a un hombre de Dios» (Conferencia de prensa en el vuelo de regreso).
Tuve el privilegio de ser uno de los testigos del encuentro, que se caracterizó por actitu- des nada protocolarias -empezando por la duración que fue más allá de lo previsto- con el Gran Ayatolá que se levantó para re- cibir al Pontífice y al final se levantó de nuevo para acompañarlo y volvió a llamar- lo y se volvieron a encontrar varias veces. Un claro ambiente de cortesía, de acogida. Conociendo al Papa Francisco y conocien- do la personalidad de Al-Sistani, pude comprobar una vez más lo importante que es poder trabajar juntos en un espíritu de hermandad para crear un mundo mejor. Un mundo que, a través de la “cultura de la inclusión”, muestre más igualdad, para que haya más bienestar, para que haya más soli- daridad en beneficio de toda la humani- dad.
No faltó la reacción del mundo islámico, que siguió el viaje con verdadero interés. El Gran Imán Al-Tayyeb de Al-Azhar escribió en su cuenta de Twitter el 5 de marzo: «La histórica y valiente visita de mi hermano @Pontifex a Irak envía un mensaje de paz, solidaridad y apoyo a todo el pueblo iraquí. Ruego a Alá Todopoderoso que le conceda éxito y que su viaje logre el resultado desea- do para seguir en el camino de la fraterni- dad humana».
También se dio amplio espacio a los medios de comunicación iraníes, que relanzaron el énfasis gubernamental sobre el alcance de esta reunión por la paz. «Muy positivo y muy importante», lo califica el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Sa- eed Khatibzadeh, en el primer comentario de Teherán sobre el viaje. En la misma línea se sitúan los comunicados del Alto Comité para la Fraternidad Humana y del Instituto Al-Khoei de Nayaf, cuyo secretario gene- ral, Sayyed Jawad Mohammed Taqi Al-