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 página 6 L’OSSERVATORE ROMANO domingo 29 de agosto de 2021
 Videomensaje al congreso de la vida religiosa de América Latina y el Caribe La fe debe entrar en la cultura
y en el alma del pueblo
Publicamos el texto del videomensaje que Francis- co envió a los participantes del congreso virtual de la vida religiosa en América Latina y del Caribe convocado del 13 al 15 de agisto por la Confe- deración latinoamericana de religiosos (CLAR) so- bre el tema: «Hacia un vida religiosa intercon- gregacional, intercultural e itinerante». El mensaje papal fue transmitido en la jornada inaugural, al inicio del encuentro.
Queridos hermanos y hermanas:
Un saludo a ustedes que participan en este Congreso Virtual Continental de Vi- da Religiosa, convocado por la CLAR, ba- jo el lema “Hacia una Vida Religiosa In- tercongregacional, Intercultural e Itine- rante”. Gracias por esta participación.
Les recuerdo cuán importante es el desafío que nos pone la inculturación de
Les recuerdo cuán importante es el desafío que nos pone la inculturación de la fe para la vida consagrada. Cuánto bien nos puede hacer descubrir que la unidad no es uniformidad, sino pluriforme armonía
la fe para la vida consagrada. Cuánto bien nos puede hacer descubrir que la unidad no es uniformidad, sino plurifor- me armonía (cf. Exhort. ap. Evangelii gau- dium, 220), y no olvidemos que quien ha- ce la armonía es el Espíritu Santo.
Una pluriforme armonía para asumir las diferencias, valorar las particularida- des, en un espíritu de una sana y abierta interculturalidad. Vuestra presencia es ne- cesaria para que pueda darse y desarro- llarse, por supuesto, una teología incultu- rada, que pueda ser adecuada a la reali- dad local, que pueda ser vehículo de evangelización. No olvidemos que una fe que no sea inculturada no es auténtica.
Por ello, los invito a entrar en aquello que nos va a dar en esa realidad, que nos va a dar el verdadero sentido de una cul- tura que es en el alma de los pueblos. Entren en la vida del pueblo fiel, entren con respeto a sus costumbres, a sus tra- diciones tratando de llevar adelante la misión de inculturar la fe, y de evange- lizar la cultura.
Es un binomio, inculturar la fe y evangelizar la cultura. Valorando lo que el Espíritu Santo ha sembrado en los pueblos, que es también un don para no- sotros (Ibíd. 246).
Cuando no se da esta inculturación, la vida cristiana y más la vida consagrada termina en las posturas gnósticas más aberrantes y más ridículas. Lo hemos vis- to, por ejemplo, en el mal uso de la li- turgia, por ejemplo. Lo importante es la ideología y no la realidad de los pueblos, y eso no es Evangelio. No se olviden del binomio: inculturizar la fe y evangelizar la cultura.
La vida consagrada es experta en co- munión; la vida consagrada es itinerante, es promotora de fraternidad. Sin embar- go, en nuestro tiempo se enfrenta a la tentación de “la supervivencia”. Cuántas veces ustedes hacen las cuentas sobre cuántos religiosos o cuántas religiosas tie- ne mi congregación o las curvas de de- crecimiento. Es una tentación la de la su- pervivencia. Es bueno renunciar al crite- rio de los números, al criterio de la efi- cacia, que podría convertirlos a ustedes en discípulos temerosos, encerrados en el pasado y abandonados a la nostalgia. Esa nostalgia que son en el fondo los cantos de sirena de la vida religiosa. Ante esto, la estrategia y la decisión más sensatas, serían aprovechar la oportunidad de re- correr con el Señor los caminos de la es- peranza, reconociendo que el fruto está bajo la guía exclusiva del Espíritu San- to.
Y, ¿qué tenemos que hacer? Metete en el santo pueblo fiel de Dios, respetá al san- to pueblo fiel de Dios, evangelizá, da tes-
timonio y lo demás dejalo al Espíritu Santo. Para ayudar a conseguir el objeti- vo que ustedes se han propuesto me gus- taría recordarles que la alegría, máxima expresión de la vida en Cristo, constituye el mejor testimonio que podemos ofrecer al santo pueblo fiel de Dios, al que esta-
La vida consagrada es experta en comunión; la vida consagrada es itinerante, es promotora de fraternidad. Sin embargo, en nuestro tiempo se enfrenta a la tentación de “la supervivencia”
mos llamados a servir y acompañar en su peregrinación hacia el encuentro con el Padre. Alegría, alegría en múltiples for- mas. Paz, gozo, sentido del humor. Por favor pidan esa gracia. En la exhortación sobre la santidad quise precisamente po- ner un capítulo sobre el sentido del hu- mor.
Es tan triste ver hombres y mujeres consagrados que no tienen sentido del humor, que todo lo toman en serio.
Por favor. Estar con Jesús es estar ale- gre, es tener también la capacidad que da la santidad de este sentido del humor. Lean ese capitulito en mi exhortación so- bre la santidad.
Les deseo un buen encuentro virtual. Que Dios los bendiga. Que el Espíritu Santo les conceda la luz de su gracia pa- ra que puedan ser siempre hombres y mujeres de encuentro, de fraternidad. Que la Virgen Santa los cuide. Ella sabe de encuentro, de fraternidad, de pacien- cia, de inculturación. Sabe todo eso. Que los cuide. Y bueno, como es costumbre, ahora paso la bolsa. No se olviden de re- zar por mí que lo necesito bastante.
Buen encuentro.
    












































































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