Esta es la casa donde vivió Juan Diego Cuauhtlatoatzin

En la Villa de Guadalupe, en la Antigua Parroquia de Indios se encuentra la ermita que fue la última casa donde san Juan Diego vivió y custodió por 17 años la tilma con la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Leer: San Juan Diego: ¿qué se sabe del mensajero de la Virgen de Guadalupe?

De acuerdo con el Ing. Eduardo Pérez, colaborador de la Parroquia de Santa María de Guadalupe Capuchinas, días después del acontecimiento guadalupano, Fray Juan de Zumárraga pidió a Juan Diego construir una ermita para ser custodiada la tilma con la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Al lado de la ermita, llamada “Fray Juan de Zumárraga”, san Juan Diego construyó su casa. De acuerdo con los historiadores -señala Pérez-, el mismo san Juan Diego contaba a los peregrinos su encuentro con la Virgen de Guadalupe y era el encargado de mantener limpia la ermita.

“Como pólvora se regó el rumor de las apariciones de la Virgen, y los peregrinos, -en su mayoría indígenas-, comenzaron a llenar la ermita, fue por ello que en 1649 construyeron la Parroquia de Indios”, señala.

De hecho, asegura Pérez, donde estaba situada la casa de san Juan Diego hoy se erige una cruz de concreto; en el lado norte o la parte trasera de la antigua parroquia, está el famoso árbol de Cazahuate donde se apareció la Virgen a el santo indígena.

La casa de la Virgen por 117 años

En los restos de los cimientos de la ermita original, aún se preserva la pared en la que por 117 años permaneció la tilma con la imagen de la Virgen de Guadalupe, hasta el 27 de Abril de 1709 fue trasladada la imagen a su nueva morada: la Antigua Basílica de Guadalupe, ahora llamada Templo Expiatorio de Cristo Rey.

“Se cree que los restos de Juan Diego están debajo de la ermita, donde no se pueden hacer labores de búsqueda de su osamenta, pues tendrían que derrumbar lo poco que queda de la capilla original”.

“Aún se conservan los cimientos de la primera ermita, y hemos tratado de conservarlos tal cual estaban. De hecho, muchas personalidades han podido estar aquí y al llegar se arrodillan, oran y muchos de ellos han llorado”.

Sin duda, es un lugar místico, y la última casa del santo Juan Diego, quien sin quererlo, fue el encargado de hacer llegar el mensaje de amor de la Virgen de Guadalupe a todos los rincones del mundo.

Lee: La conservación de la tilma de Juan Diego, un suceso inexplicable