Luz en la oscuridad
Hay que reconocer que como sociedad tenemos responsabilidad por lo que debemos hacer esfuerzos para reestructurar el tejido social
Consultor en temas de seguridad, justicia, política, religión y educación.
Las noticias nos recuerdan día con día la lamentable y preocupante realidad a la que nos enfrentamos y aunque ninguna vida es más o menos importante que otra, hay algunos actos que nos conmocionan, por ejemplo, lo sucedido la noche del pasado domingo 16 de marzo cuando un grupo de hombres armados arribaron a bordo de camionetas y abrieron fuego contra las personas que se encontraban reunidas en una cancha deportiva de la comunidad San José de Mendoza, municipio de Salamanca, Guanajuato.
Este terrible acto cobró la vida de ocho jóvenes los cuales formaban parte de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Irapuato, incluso ésta a través de sus redes sociales emitió un mensaje donde lamentan los dolorosos hechos ocurridos, además de que piden que se haga justicia ante los acontecimientos que están sucediendo en todo el país.
El aterrador crimen impacta por la osadía y el descaro con que fue perpetrado, de acuerdo con algunos medios de comunicación se reportaron más de 50 casquillos de arma larga y en diversos medios se mencionó que los disparos impactaron contra la fachada de la iglesia cercana a la citada cancha deportiva y dañaron paredes y ventanas de viviendas cercanas, pero además también resultaron heridas otras nueve personas, entre ellas un niño de nueve años.
Después de darse a conocer lo sucedido la Conferencia del Episcopado Mexicano emitió un comunicado donde menciona: “Este hecho nos hace reflexionar en la violencia que azota a nuestra nación, la cual se ha vuelto un cáncer para nuestra sociedad; la delincuencia presume impunidad, manifiesta el desprecio por la vida y hace imperar la inseguridad en nuestros espacios vitales comunitarios; esta realidad hiere el corazón de todos los mexicanos, nadie puede sentirse fuera de ella. Es momento de unirnos y asumir cada uno nuestro compromiso por la paz en nuestro país”.
Incluso exhortaron a la población a que el domingo 23 de marzo nos sumáramos con gestos concretos de esperanza y solidaridad por lo que pidió que se encendieran ocho velas en cada una de las iglesias del país en memoria de los jóvenes asesinados, así como por los desaparecidos.
Pero además pidieron que el 29 de marzo se lleven flores y fotos a la plaza principal de León, Guanajuato en solidaridad con las familias y que los viernes de Cuaresma se rece el Viacrucis por la paz en nuestras comunidades, pero sobre todo instaron a que nos sumémonos a los diálogos por la paz con la finalidad de construir soluciones concretas.
Tristemente, a pesar de los esfuerzos por parte de las instituciones de seguridad y procuración de justicia para enfrentar al crimen organizado, lamentablemente, la violencia continúa imparable y cobrando la vida de innumerables personas. Hay que reconocer que como sociedad tenemos responsabilidad por lo que debemos hacer esfuerzos para reestructurar el tejido social y trabajar en la enseñanza de principios y valores. Seamos luz en la oscuridad.
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El autor es analista en temas de Religión, Seguridad, Justicia, Política y Educación.
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