La verdad os hará libres
Es innegable que vivimos momentos complejos, pero, no olvidemos que en muchas ocasiones son justamente las crisis las que nos permiten reinventarnos
Consultor en temas de seguridad, justicia, política, religión y educación.
En 1999 la Asamblea General de las Naciones Unidas acordó que: “la paz no sólo es la ausencia de conflictos, sino que también requiere un proceso positivo, dinámico y participativo en el que se promueva el diálogo y se resuelvan los conflictos con espíritu de entendimiento y cooperación mutuo”, es así que desde aquel año los días 21 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Paz, como una fecha que nos recuerda que el mundo aún se enfrenta a diversos conflictos que a su vez generan un efecto dominó que impacta a muchas áreas sensibles.
La búsqueda de la paz es una situación que nos incluye, y aunque las instancias gubernamentales son las responsables de establecer las estrategias de seguridad, también como sociedad el compromiso debe ser visible, incluso su Santidad el Papa Francisco mencionó: “La paz es artesanía […] La paz la construimos también en nuestras casas, en la familia, entre vecinos, en los lugares donde trabajamos, en los barrios donde vivimos». La construimos ayudando a un emigrante en la calle, visitando a un anciano solitario, respetando la Tierra maltratada, acogiendo a cada niño por nacer”.
Es innegable que vivimos momentos complejos, pero, no olvidemos que en muchas ocasiones son justamente las crisis las que nos permiten reinventarnos y establecer nuevas acciones que disminuyan los problemas que considerábamos imposibles de vencer.
El próximo 1° de octubre, justamente en ocho días, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo tomará posesión como la primera Presidenta de la República y habrá que reconocer que enfrenta retos importantes; probablemente entre los más perceptibles se encuentren los altos índices de homicidios, inseguridad e impunidad; y a ellos habrá que sumar la delicada situación de las desapariciones forzadas.
Han transcurrido 10 años desde que un 26 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero, 43 estudiantes fueron detenidos y desaparecidos; dolorosamente a pesar del proceso de búsqueda que iniciaron los familiares de los jóvenes hasta este momento se desconoce la verdad sobre este terrible acto de violación a los derechos humanos.
Desde el 2014 han existido investigaciones, encuentros, protestas, informes y procesos con algunas sentencias, sin embargo, después de una década debería haber conclusiones certeras para poder cerrar este lamentable capítulo, por supuesto con las condenas correspondientes; de lo contrario este tema seguirá presente en la agenda de gobierno con el riesgo de que escale en mayor violencia.
En una época cada vez más conflictiva, debemos alejarnos de la prevalencia de la ley del más fuerte y entender que no hay un bien para mí si no lo hay para todos; porque la construcción de la paz entraña inexorablemente una reconstrucción de la justicia; no olvidemos lo mencionado en el Salmo 85:10-13: “Se encontrarán la misericordia y la verdad, se besarán la justicia y la paz”.
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*El articulista es analista en temas de Religión, Seguridad, Justicia, Política y Educación.
*Los artículos de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.